A las 21.25 de ayer, los 54 mil fanáticos de Metallica que colmaban el Club Hípico ya no aguantaban la emoción de ver al grupo estadounidense tocando sus éxitos de antaño y los temas de su último disco.

Sus deseos se cumplieron cuando la banda comenzó el concierto con Creeping death, el clásico ochentero con el que han inaugurado todas las fechas de su tour latino.

El lunes al mediodía, los fanáticos comenzaron a llegar a las afueras del recinto para asegurar la mejor ubicación posible. El premio para el sacrificio parecieron ser las primeras palabras sobre el escenario del cantante James Hetfield: "Esta es la familia de Metallica en Santiago".

Anoche se vio público de todas las edades. Quienes disfrutaban de la banda en los ochenta y adolescentes que no superan los quince años.

El de ayer fue el show más multitudinario del conjunto en el país, duplicando por lejos sus visitas de 1993 y 1999.

Death Magnetic Tour ya estuvo este mes en Lima, Perú; en Buenos Aires y Rosario, Argentina; y ahora en Santiago.