La palabra que más se escuchó ayer en Santa Cruz fue "diálogo". Un día después del referéndum que aprobó mayoritariamente el estatuto autonómico en esta región, existe consenso en que la única forma de aunar las ansias de autonomía de las regiones del oriente boliviano con la postura del gobierno que busca supeditar la demanda a la nueva Constitución será sentándose a la mesa de diálogo.

Si bien la noche del domingo el Presidente Evo Morales calificó el referéndum cruceño de "fracaso rotundo", el mandatario se vio obligado a convocar a los prefectos (gobernadores) opositores a trabajar "por una verdadera autonomía, basada en la nueva Constitución del Estado boliviano".

Una invitación que fue ratificada ayer por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. "Si ellos (los prefectos) no dan una señal, una respuesta inmediata, le vamos a poner fecha y hora. Además, les vamos a poner una agenda" a los cambios, precisó Quintana.

Sin embargo, entre los prefectos opositores el llamado efectuado por Morales fue cuestionado ácidamente. "Este gobierno es miope. El (Morales) no reconoce la voluntad popular (...). No se está entendiendo el proceso de desplazamiento de hegemonía que se viene dando en el país", dijo el prefecto de Beni, Ernesto Suárez. En tanto, el prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes, explicó que "estoy dispuesto al diálogo siempre y cuando no exista show mediático como le gusta al Presidente Morales".

Antes del referéndum, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, había anunciado su disposición a abrir un diálogo recién después de la consulta autonómica del 22 de junio en Tarija. En tanto, los referendums de Beni y Pando fueron convocados para el 1 de junio.

"La gran lección de este referéndum es que las dos partes se necesitan y están obligadas a ponerse de acuerdo: a no imponer sino a concertar", advirtió el analista boliviano Jorge Lazarte. Por su parte, el analista cruceño Alcides Parejas dijo a La Tercera que el diálogo "va a ser una cosa muy difícil, pero tenemos que llegar a alguna forma de pacto nacional".

La delicada situación en Bolivia motivó que ayer la OEA realizara declaraciones al respecto. El secretario general del organismo, José Miguel Insulza, destacó que "todos los protagonistas de la situación han señalado que va a haber un diálogo". Antes del referéndum, Insulza envió a Bolivia una misión de mediadores, donde estaba el chileno Enrique Correa.

INTEGRIDAD TERRITORIAL
En tanto, una fuerte señal de apoyo al gobierno de Evo Morales y a la integridad territorial de Bolivia, entregó ayer el canciller Alejandro Foxley. "Chile respalda la institucionalidad democrática que hay, hoy día, en Bolivia... es un gobierno que fue elegido por el pueblo, que tiene un mandato claro", comentó Foxley.

Además, el canciller señaló que el gobierno chileno "apoya y vamos a apoyar siempre el principio de la integridad territorial de Bolivia como nación, así como la apoyamos para cualquiera de los países en América Latina, pero es particularmente pertinente decirlo hoy día respecto de Bolivia".

La semana pasada, el gobierno boliviano había solicitado a la Cancillería chilena que hiciera un gesto de apoyo a la integridad territorial, producto de la consulta en Santa Cruz.

Por su parte, el clima político en el vecino país ha sido monitoreado por el Edificio Carrera, donde consideran que la estabilidad del gobierno de Morales es clave para mantener el dialogo con Bolivia, que a juicio de personeros de ambos países, pasa por uno de sus mejores momentos históricos.

En ese sentido La Moneda pretende dar una señal en una cita bilateral que sostendrá la Presidenta Michelle Bachelet con su par boliviano, en medio de la cumbre América Latina-Unión Europea que se realizará este mes en Lima.

Foxley ayer dijo que personalmente intentará "empujar la tarea interministerial" para desarrollar el corredor bioceánico que comprometieron los presidentes Morales y Bachelet, además del brasileño Luiz Inácio Lula da Silva en diciembre de 2007 en La Paz. A eso se suman las tareas para habilitar el puerto de Iquique, los pasos fronterizos y el llamado a licitación del ferrocarril Arica-La Paz.