Fue el mentor, el hombre que estuvo detrás de uno de los productos rockeros más intensos y recordados de todos los tiempos. Malcom McLaren se encargó de fabricar y crear todo lo que rodeó a Sex Pistols, desde su imagen anarquista hasta una música casi amateur, pero que encajó perfecto con el sonido punk de fines de los 70. En resumen, le dio cierto valor y trascendencia a un grupo de músicos que tenía escasos recursos técnicos para volcar su rabia hacia el establishment de la época.

Con esos argumentos, McLaren se convirtió en un verdadero símbolo de la industria musical, en el mayor retrato del agente que lanza a la fama a un grupo de jóvenes sin demasiado talento. Por este acto casi pionero no son pocos los que denominan  a este inglés como "el padrino del punk".

Historias que desde hoy tendrán otro capítulo: Malcolm Robert Andre Edwards, su verdadero nombre y nacido un 22 de enero de 1946 en Inglaterra, falleció hoy a la edad de 64 años en Nueva York.

Así lo confirmó su agente, quien además agregó que el ejecutivo padecía de cáncer desde hace un tiempo. Su cuerpo será enterrado en el cementerio de Highgate, al norte de Londres.

Mclaren comenzó su carrera como miembro de movimientos de izquierda y en 1968 viajó a Paris para ser parte de diversas manifestaciones estudiantiles.

También asistió a varios colegios de arte británicos, aunque no terminó los estudios, ya que se dedicó a diseñar ropa y comercializar moda junto a su pareja, la también diseñadora Vivienne Westwood. Con ella fundó en 1971 la tienda de ropa Let it rock, considerada el punto de partida de la moda y el movimiento punk.

En 1974 empiezan sus lazos con el punk y el rock más ruidoso: trabaja brevemente como agente de la banda New York Dolls, iconos del proto punk, aunque pronto el vínculo se rompe.

A partir de 1975 empieza a trabajar con los Sex Pistols, con quienes graba clásicos como "Anarchy in the U.K." y "God Save the Queen". Siempre se dijo que su relación con los Pistols no terminó bien y que hubo decenas de problemas de plata, ego y figuración.

Pero, tras el fin de la banda, McLaren no se quedó de manos cruzadas. Siguió con sus excentriciddaes y con su trabajo. Luego manejó a otros artistas como Adam Ant y el grupo Bow Wow Wow. Ya en los años 1980 McLaren grabó sus propios discos, con irregular recepción. Su última grabación de resonancia fue "Buffalo Gals Stampede" en 1998.