Señor director:
Durante los últimos capítulos del reality de Canal 13 "1810" se pudo observar cómo Pamela Díaz entró a éste con el único objetivo de sembrar la cizaña y generar conflictos. Así se pudo ver cómo, junto a las demás concursantes, humilló brutalmente a una de éstas. 
Lo que parece más lamentable aún es que el canal, que se hace llamar universitario y católico, permita dichos actos. De seguro, los ejecutivos de la estación televisiva deben estar contentos con lo sucedido ya que les otorga un alto rating. No obstante, es inaceptable que aquello se logre a costa de humillar a una persona y, sobre todo, riéndose porque ésta lee la Biblia.
Considero que es hora de que los ejecutivos de Canal 13 elijan entre ser un canal católico o uno que busca rating a cualquier precio. Es claro que no pueden continuar con dicha ambigüedad, que no solo daña a la Iglesia, sino también a la universidad. Es urgente que la jerarquía eclesiástica tome cartas en el asunto.
Alvaro Delgado Martínez