¿Qué es ser de clase media en Chile hoy?

Acorralados entre ricos y pobres, expertos los retratan como un grupo muy heterogéneo, difícil de definir. Pese a que el 70% de los chilenos se considera dentro de él, no superan el 50%. Poder adquisitivo ya no es lo único que los distingue, hay otros rasgos que los caracterizan.




La clase media es un término muy usado pero confuso de definir, por ser un grupo heterogéneo con otros “conviviendo” en su interior. Así lo caracteriza la Asociación de Investigadores de Mercado (AIM) que redefinió los grupos socio económicos del país según el ingreso total del hogar y números de integrantes, con datos de la Casen 2013 y usando la misma metodología con que se mide la pobreza.

Así, dividió la población en siete grupos: AB (clase alta), C1a (clase media acomodada), C1b (clase media emergente), C2 (clase media típica), C3 (clase media baja), D (vulnerables) y E (pobres). El grupo C3 es el más numeroso con un peso poblacional del 29%, desplazando al grupo D, históricamente el más numeroso.

La clase media, según esta nueva definición, pasó a ser la más numerosa del país.

Pero, ¿qué define hoy a la clase media? “Se suele definir como un amplio grupo entre el sector más pobre y el más rico”, explica Emmanuelle Barozet, experta del Departamento de Sociología de la U. de Chile y de Centro de Estudio de la Cohesión y Conflicto Social. “Pero esa definición no dice mucho, el grupo más pobre está muy medido y los muy ricos son bastante claros, pero los que no son ricos y pobres es un grupo muy heterogéneo”, dice.

Para María Luisa Méndez, socióloga del la U. Diego Portales la clase media tradicional u originaria, creció al alero del Estado a comienzos del siglo XX y cumplió un rol de fortalecimiento del mismo y del tejido social intermedio, vinculando los sectores acomodados y sectores populares. “Las clases medias latinoamericanas han jugando un rol de activación de la economía por su capacidad de consumo relativamente nuevo en estas sociedades y dado su tamaño creciente de las últimas dos décadas”, explica.

Si bien la división fue hecha por el mundo del marketing, pertenecer a ella también implica valores, aclara Oscar Mac-Clure, sociólogo y académico de la U. de los Lagos, y están especialmente relacionados con la meritocracia. “Mirarlo desde el marketing es una obviedad, si se gana más dinero se puede consumir más y es lo único que les importa, pero nosotros hemos visto que para la gente común y corriente, las clases sociales no son sólo un asunto de consumo. También tienen que ver con cierta ética y moral”.

Así, agrega, alguien muy rico para mucha gente de la clase media es alguien que posiblemente no lo sea gracias a sus estudios o trabajo, sino que está en esa posición por sus redes de contacto o origen familiar, y eso es visto desde un punto de vista negativo.

Tampoco es tan clara la definición de clase media con respecto al consumo. “La gente cada vez más tiende a consumir de manera parecida, no es extraño que una señora que trabaja en aseo tenga un televisor igual al de un profesional universitario, hoy no hay muchas diferencias. Hace 40 años un trabajador manual no podía acceder a esas cosas”, dice.

Ambigua clase media

En el consumo el grupo más diferenciado es el alto, dice Mac-Clure. “Buscan nuevos factores de distinción. En temporada de nieve ya no van al Colorado sino que van a La Parva, pequeñas señales subjetivas de distinción, o en lugar del Caribe, es andar en yate en el Caribe. La clase media alta tiende a imitar el consumo del clase alta creyendo que ciertos consumos son signos de distinción”.

El sistema educativo ha sido clave en el crecimiento de esta clase media , dice Méndez. “Hay autores que ponen acento en la expansión del consumo, pero creo que es un poco más complejo de asegurar si no se tiene en cuenta el cambio en el modelo económico (economía de servicios) y la expansión educativa”, señala.

Se piensa en la clase media, dice Barozet, como tener casa propia, auto y poder educar a los hijos, algo que en Europa se logró en los años 50. “Hoy en Chile depende de la medición, la clase media va entre 30% a 40% que incluye a un profesional de buen nivel que gana dos millones a un obrero calificado que gana 600 mil”.

Mac-Clure señala que un alto porcentaje de la población se autodefine como de clase media. “El 70% se autocalifica como clase media, en estudios basados en juegos de forma intuitiva se ve que la gente no distingue una sola clase media, sino que existen varios estratos, al menos tres, que se aproxima a la clase media alta, media y baja, no hay una sola gran clase media”.

¿Por qué tantos se reconocen como clase media? Porque es vergonzoso decir que es pobre o de sectores populares, o decir que se es rico. “Todo el mundo dice que Chile es un país de clase media, pero no hay ningún grupo que sea mayoría: 20% pobres, 35% sectores populares, 35% clase media y 10% ricos”, dice Bazoret.

La socióloga explica que la noción de clase social era más definitoria antes. “Hoy mucha gente tiene padres que eran obreros y ahora ellos tienen ocupación de clase media, ese tránsito genera una mezcla en que se intenta encontrar un espacio intermedio entre el origen y lo que es hoy”.

Además, dice, existen ocupaciones como trabajar en un mall que se define como clase media, pero con un sistema de trabajo parecido a lo de los obreros de los de los 60: mal pagado, extenso y precarizado. “Esa clase media sabe que se van a jubilar y si se enferman van a tener que vender la casa. Sienten una fuerte precariedad de caer en la pobreza”.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.