Test drive: El Kia Cerato tiene la ciudad a sus pies
El renovado modelo coreano ganó no sólo un diseño más juvenil y moderno, sino que también mejoró su mecánica, gracias al nuevo motor 1.6 que ya utiliza el Soul.
La evolución que sufrió el nuevo Kia Cerato respecto de su antecesor es abismante, partiendo por su diseño, exterior e interior.
El nuevo Cerato tiene el sello implantado por Peter Schreyer, el director de diseño de Kia Motors, en el que se puede apreciar un modelo más atractivo a la vista, más juvenil y moderno. Se ve más grande, robusto y a la moda, de otro segmento.
Atrás quedó esa imagen de auto aburrido y que, además, había quedado un poco obsoleto en su look. Hoy, perfectamente puede ser usado por un profesional joven, por una madre con niños o un universitario que quiera optar por un coche con más espacio. Y vaya que lo ofrece.
En el nuevo Cerato caben cinco pasajeros cómodos, pues tiene una buena altura y anchura en la segunda plaza, y además carece del típico túnel de la transmisión en la parte del medio que moleste los pies.
A eso se suma un maletero de 415 litros, el que tiene un buen acceso gracias a una boca de carga generosa. Las puertas son pesadas, lo que permite un cierre óptimo y brinda seguridad. En todas hay portaobjetos, y en las delanteras existe la posibilidad de poner una botella. También hay espacio para dejar cosas junto a la guantera central y debajo de la consola, aunque este es pequeño y sólo sirve para celulares, llaves o monedas.
Como ya se está volviendo habitual en Kia, el interior puede ser elegido con dos tonalidades en los materiales, hay elementos cromados en la consola central, manubrio y en los costados de la puertas, y un diseño funcional, de líneas muy limpias. Hay que destacar también las buenas terminaciones y los materiales empleados, de agradables texturas, donde también se nota un upgrade.
Y para estar a tono, el nuevo Cerato viene con radio con CD y lector de MP3, entrada auxiliar y puerto USB, lo que afirma que Kia está preocupada del público juvenil.
La posición óptima de manejo es fácil de conseguir, ya que cuenta con regulaciones para el asiento y volante; a pesar de tener un tablero profundo, la visibilidad es generosa hacia adelante y buena por los espejos laterales. Sí falta una mayor sujeción lateral de los asientos.
UNA BUENA MEZCLA
Por el momento, el único motor disponible es el 1.6 litro de 122 caballos, que ya en el Soul había demostrado su valía.
Asociado a una buena caja mecánica de cinco velocidades, el auto se siente cómodo cuando va en el rango medio, rondando las 4.000 rpm, donde el motor ofrece toda su fuerza. Por debajo de eso, la potencia es más bien mínima. Si bien no es un motor ruidoso, al exigirlo mucho se notan algunos problemas de aislación interior.
Sin embargo, los 122 caballos son más que suficientes para moverse de forma ágil, sobre todo en la ciudad, y los 156 Nm de par ayudan cuando se enfrentan pendientes. En todo caso, aquí juega un papel importante la caja mecánica. Con pasos de marcha más bien cortos y precisos, la transmisión es una buena aliada para sacar el máximo provecho del bloque. La tercera es nuestra favorita, por la buena recuperación y gran empuje que transmite.
La suspensión se muestra eficiente ante la acción de los baches y otras anomalías del camino, pero cuando se le exige en curva, el Cerato tiende a cargarse, ya que es un auto que apunta al confort.
La dirección es un poco nerviosa por momentos, demasiado asistida normalmente, pero aún así responde bastante bien a los movimiento del volante y no se siente peligrosa. Los frenos, en tanto, responden bien incluso cuando se les exprime al máximo.
El nuevo Cerato es, sin lugar a dudas, un mucho mejor auto. Hoy su mecánica es más que eficiente (11,6 km/litro promedio según su computador), su habitáculo es muy cómodo, su andar es sobrio, pero grato, y su diseño, cautivante.
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