Vila-Matas: "Dublinesca es un recorrido hacia la muerte de la literatura"
Llega a Chile la novela con que el escritor español puso fin a su histórica relación con la editorial Anagrama. Menos literaria que los clásicos de Vila-Matas, narra la historia de un editor que atraviesa por una crisis personal.

Un funeral por la era Gutenberg. Esa es la idea que se le ocurre a Samuel Riba para escamotear la depresión que lo acecha: lo atormenta haber estado obligado a cerrar su prestigiosa editorial sin haber descubierto a un solo genio. "Vive en una potente y angustiosa psicosis del final de todo", se lee en Dublinesca (Seix Barral), la nueva novela de Enrique Vila-Matas. Riba viaja a Dublín, la ciudad de James Joyce, para celebrar el sepelio. Pero no es una historia apocalíptica. El editor vive un viaje revelador y Vila-Matas se sacude de la metaliteratura y reinventa su narrativa.
Más allá de lo literario, Dublinesca puso fin a la relación del escritor con Anagrama, la editorial que lo publicaba hace 26 años. Vila-Matas era un símbolo del sello de Jorge Herralde. ¿Qué paso? "En una relación de tantos años puede acabar habiendo incidencias. Y digamos que las ha habido, venían de lejos", dice el autor.
Las siguen habiendo. Herralde, que tiene más de un parecido con Samuel Riba, dijo a la revista Letras Libres que el director financiero del sello estaría feliz con el alejamiento de Vila-Matas. "Nunca he andado preocupado por lo que vendía, pero Dublinesca lleva más de siete semanas en las listas de los más vendidos en España", dice el escritor. Y agrega: "Anagrama ha sido muy importante para mí y es una gran editorial. En cualquier caso, estoy mejor fuera".
Más cercano a novelas tradicionales de Vila-Matas, como El viaje vertical, Dublinesca narra el recorrido de Riba por una crisis personal. Soporta apenas la lucidez desde que dejó el alcohol, no entiende demasiado el giro budista de su mujer y tras cerrar su editorial (al borde de quebrar por su "fanatismo desmedido por la literatura") está cada vez más solo. Pasa el día deambulando por internet y tomando café. Entonces decide viajara a Dublín junto a un grupo de amigos a celebrar el funeral de la imprenta. Será el 16 de junio, el día en que sucede la novela Ulises, de Joyce.
"Riba, como ciertos héroes clásicos, asiste a su funeral. La era de la imprenta no está tan acabada como él cree. Su funeral por la era Gutenberg es en realidad una fiesta. No hay entre la imprenta y lo digital un corte radical como nos quieren hacer ver, sino una continuidad", dice.
Plagada de citas literarias, como siempre en Vila-Matas, el homenaje esta vez va hacia Ulises. "Si en la novela de Joyce hay un recorrido por la ciudad, donde vivimos la vida cotidiana de la calle para dirigirnos a la ciudad de los muertos y de la muerte, en Dublinesca el recorrido nos lleva a la posible muerte de la literatura".
Aunque Vila-Matas niega que Riba esté inspirado en Herralde, en Dublinesca aparecen confesos alter egos de Rodrigo Fresán y Eduardo Lago. De hecho, la novela empezó a tomar forma cuando el propio escritor celebraba el Bloomsday, el día de Ulises, en Dublín. Pero, de nuevo, el niega toda semejanza con la realidad: "Cuanto más sencilla pueda parecer la relación entre Dublinesca y mi vida, más se perderá la complejidad del libro. Narro desde la ficción misma".
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