Cambio de gabinete



Por Luis Larraín, presidente del Consejo Asesor de Libertad y Desarrollo

El Presidente Piñera ha realizado su noveno cambio de gabinete y esta vez las razones para efectuarlo no están relacionadas con la gestión de gobierno, sino con el futuro político de integrantes de su equipo ministerial. El ex ministro de Defensa Mario Desbordes (ocupó el cargo por algo más de cuatro meses) ha decidido explorar una candidatura presidencial y al parecer su evaluación es que ésta tiene mejor aspecto si se construye fuera del gobierno.

Pretendería así alinear a su partido tras su nombre que, hasta ahora, no tiene una figuración destacada en las encuestas ni tampoco la unanimidad entre los parlamentarios de su partido. La prueba de que esa es la razón del cambio de gabinete, si faltare alguna, es que el mismo tiempo ha abandonado su cargo de presidente de BancoEstado el exministro Sebastián Sichel, un independiente que ha concitado apoyo entre diputados de Renovación Nacional.

El ex presidente de RN está en su derecho al explorar una candidatura presidencial, más allá de las palabras de buena crianza que hasta ahora le hacían decir que su prioridad era desempeñar su cargo en el gabinete de Piñera. La política, como el mercado, puede ser cruel y lo que ha ocurrido es una muestra más de la pérdida de poder de Sebastián Piñera.

El Presidente se ha mostrado interesado en contribuir a la unidad de la centroderecha, lo que es muy razonable considerando la trascendencia de los eventos eleccionarios que tenemos por delante. El próximo 11 de enero se inscriben los candidatos para la Convención Constitucional, cuya elección se realizará el 11 de abril. Lo mismo ocurre con los candidatos a alcaldes, concejales y gobernadores regionales. Vistas las dificultades que ha tenido la centroizquierda para enfrentar unida estos comicios, por la insistencia del Partido Comunista y sus aliados en el Frente Amplio de “matar al padre” y sepultar a la izquierda tradicional, la derecha tiene una oportunidad para recuperar algo del terreno perdido a partir del 18 de octubre de 2019 si es que enfrenta unida las elecciones que vienen.

De más está decir la importancia que tiene la elección de constituyentes. La suerte del país en los próximos veinte o treinta años puede estar determinada por esa elección y los equilibrios de poder que de ella emerjan. En la conformación de las listas para esa elección se verá en definitiva la madera de la que están hechos los políticos y políticas que aspiran a representar a la centroderecha. No es la hora para personalismos, exigencias desmedidas ni tampoco posiciones excluyentes. Lo que los ciudadanos que apoyan las ideas de la centroderecha deben exigir es que haya transparencia en las posiciones que en definitiva sostenga cada uno de los grupos involucrados. Quienes, por intransigencia u otra razón sean un obstáculo para la unidad del sector serán castigados por los electores.

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