SEÑOR DIRECTOR

En los últimos días, Carlo María Viganó, a través de los sitios web conservadores National Catholic Register y LifeSiteNews, publicó una carta en la cual exigió la renuncia del Papa Francisco, por considerarlo supuestamente culpable de haber sabido de los delitos de McCarrick y encubrirlo. Situación que ha traído diversas opiniones.

Cabe decir que Carlo María Viganó se desempeñó como Secretario General de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, desde 2009 a 2011. Con posterioridad fue nombrado Nuncio Apostólico en los Estados Unidos, cargo que ejerció hasta abril de 2016.

Hombre de carácter fuerte, con una mirada conservadora de la Iglesia actual, se ha opuesto a muchos cambios que se han intentado llevar adelante en los últimos tiempos. Algunos lo definen como un hombre oscuro, mentiroso, ambicioso e intrigante, con un bajo nivel a la tolerancia. Con una postura hostil hacia la homosexualidad y enemigo de la idea de que los divorciados pudiesen comulgar. Viganó pertenece al grupo que se ha empeñado en atacar y desprestigiar al Papa Francisco y se ha visto envuelto en problemas con los dos últimos sumos pontífices, situación que atribuyen a no haber sido nombrado cardenal.

Sin embargo, esto no es nuevo. Por los pasillos del Vaticano, y especialmente en este último tiempo, se han tejido diversas componendas políticas, saliendo de ellas mentiras y verdades, que en su conjunto van armando una trama de realidades cotidianas que no representan al Cristo vivo y olvidan o no ven las sombras de la duda. Más ahora donde la oscuridad de los abusos de poder, conciencia y sexuales están saliendo a la luz, por lo que podemos esperar cualquier tipo de acción.

Marcial Sánchez Gaete

Doctor en Historia