Columna de Cristián Valenzuela: Mamones
“Les voy a mostrar después las cifras específicas de Chile para que se rían. No sé si somos una sociedad tremendamente mamona, no lo tengo claro. Pero la gente vive aterrada. Y si hablas con alguien de El Salvador, donde matan 10 veces más personas, no andan aterrados por la vida como los chilenos” afirmaba el actual subsecretario de Prevención del Delito, Eduardo Vergara, en un foro sobre seguridad en Colombia, en junio de 2019.
¿Seguirá pensando que los chilenos somos mamones y que nos quejamos mucho sobre la delincuencia? ¿Será que no tenemos razones para andar asustados, temerosos y preocupados del aumento exponencial de la inseguridad en nuestro país?
Anoche, a las 21:30 horas, mientras regresaba de trabajar en Santiago, el chat del condominio en el que vivo, explotaba de comentarios, imágenes y videos que mostraban a un par de delincuentes que caminaba tranquilamente buscando que casa estaba deshabitada para entrar a robar. Mientras aceleraba imprudentemente por la carretera para llegar lo antes posible a mi casa, se comentaba que los guardias del condominio poco y nada podían hacer y que Carabineros, pese a ser alertado, no llegaría pronto por la falta de disponibilidad de personal y vehículos para atender las múltiples emergencias que se daban a esa hora.
¿Seré mamón por preocuparme por mi esposa y cuatro hijos que estaban solos en la casa a merced de un par de delincuentes? ¿Seré mamón por no confiar en la capacidad de respuesta de Carabineros ante el peligro inminente? ¿Seré mamón cuando regreso a mi casa en la noche y creer que en una intersección de carreteras o en medio de un camino rural me pueden hacer una encerrona?
No creo. Los chilenos no son mamones ni estamos exagerando. En una semana, casi 25 homicidios que se suman a hechos violentos que se suceden todos los días. El único mamón es el subsecretario Vergara que se escandaliza por que la oposición critique su trabajo y la incapacidad que ha mostrado para enfrentar la delincuencia, el crimen organizado y el narcotráfico.
“Si se solucionaran los problemas de seguridad con pedir renuncias, créame que las renuncias estarían ocurriendo en muchos sectores. Lo que se requiere son autoridades que trabajen con convicción y seriedad” afirmó ayer Vergara, excusándose de renunciar . La verdad, es que luego de dos años de un fracaso evidente de la estrategia de seguridad de este gobierno y con la significativa alza de homicidios que hemos evidenciado en estos dos años, lo único que está claro es que la persona a cargo de prevenir el delito no está haciendo su pega ni ha asumido la responsabilidad por no estar a la altura del cargo que ostenta.
Chile hoy tiene una tasa de homicidios que triplica a la de El Salvador. En pocos años, la estrategia de El Salvador permitió reducir al mínimo la ocurrencia de homicidios, en un país donde el crimen organizado tenía secuestrado el país y hoy es prácticamente inexistente. En Chile, en cambio, el crimen organizado avanza sin control y las autoridades a cargo no parecen darse cuenta de su rol y de su responsabilidad, desconectados profundamente de la realidad que viven millones de chilenos, en el día a día.
Por Cristián Valenzuela, abogado