Columna de Francisco Sepúlveda: He for She, factor clave para una economía sostenible



Para alcanzar una economía sostenible, es imprescindible lograr la equidad de género. Sin paridad en el Estado, en las empresas, en la academia y, en general, en todas las instancias de desarrollo de políticas públicas y toma de decisiones, no será posible un desarrollo sostenible. De hecho, en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), se plantea la meta de “asegurar la participación plena y efectiva de las mujeres y la igualdad de oportunidades de liderazgo a todos los niveles decisorios en la vida política, económica y pública”. El desarrollo de las mujeres en el mundo del trabajo es un derecho humano y aumentar su participación en posiciones de liderazgo, sin duda, favorecerá el crecimiento económico, debido que entrega una visión complementaria y necesaria en la toma de decisiones, aumentando la productividad y la innovación en las empresas y los países.

En Chile y Latinoamérica, la equidad de género ha avanzado a paso lento, especialmente en el ámbito privado. Estas transformaciones pueden originarse por convicción o por obligación. El problema de la primera es que requiere de un cambio cultural, frecuentemente provocado por cambios generacionales, que aunque efectivos, conllevan mucho tiempo, con el cual, obviamente no contamos. Por tanto, para avanzar hacia una mayor representación de las mujeres en posiciones de liderazgo en la empresa privada, urge que iniciativas como el Proyecto de Ley de participación de mujeres en directorios (que plantea que los directorios de sociedades anónimas abiertas y especiales estén integrados, por al menos, un 40% de mujeres) tenga luz verde.

Un claro ejemplo de esto es el caso de Caja La Araucana que, por recomendación de la Superintendencia de Seguridad Social, incorporó requisitos de diversidad de género en sus estatutos desde el año 2016. Este hito marcó un punto de inflexión en la visión y la estrategia de la organización a través del liderazgo femenino. Actualmente, contamos con un 43% de mujeres en el directorio y tanto la presidencia como la vicepresidencia son ejercidas por mujeres. Esta medida ayudó a que la organización centrase su estrategia en la sostenibilidad, a impulsar la participación femenina en la alta gerencia, donde actualmente se cuenta con un 42% de mujeres, lo que ha contribuido a mejorar los niveles de rentabilidad económica, eficiencia e impacto social.

En este proceso de transformación, he observado que en el mercado laboral existen mujeres profesionales con tremendas capacidades para asumir desafíos de liderazgo significativos, esperando su oportunidad. Muchas de estas mujeres han ampliado sus conocimientos y se han unido a círculos de mujeres para obtener mayor visibilidad de sus perfiles, y conseguir mentoring de otras mujeres que han logrado superar las barreras que el masculinizado mercado laboral les ha impuesto, creándose así un concepto de sororidad que podríamos denominar “She for She”, que resulta tremendamente útil y necesario.

La dificultad que se presenta para las mujeres y esos círculos es que, en las empresas locales, los puestos de liderazgo, en su mayoría, aún son ostentados por hombres. A diferencia de lo que sucede en la Caja, las más de 400 compañías listadas en la Comisión para el Mercado Financiero de Chile (CMF Chile), registran menos de dos mujeres por cada diez directores. La misma situación se observa en los cargos de alta gerencia, donde la participación femenina no supera el 20%.

Dada esta realidad, es urgente que los hombres en cargos de liderazgo adoptemos una postura activista en lo que respecta al empoderamiento femenino y avancemos al factor clave para una economía sostenible: el “He for She”. Atrevámonos a participar en círculos de mujeres. Exijamos que en las ternas de procesos de reclutamiento y selección de las empresas que lideramos, exista al menos una mujer que cumpla con el perfil del cargo. Contratemos y capacitemos mujeres en directorios y alta gerencia. De esta manera estaremos contribuyendo al desarrollo sostenible, a la vez que aumentamos la productividad y la innovación en nuestras empresas y en el país.

Francisco Sepúlveda, gerente gerenal de Caja de Compensación La Araucana.

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