Columna de Óscar Guillermo Garretón: De abstracciones y reencuentros



Esgrimir responsabilidades abstractas ha sido una forma histórica de sembrar polarización. En nombre de alguna causa de noble disfraz, victimarios justifican bellaquerías contra sus adversarios: la revolución, la patria, la religión, la pureza ideológica o racial, etc.

El Chile de estos últimos años me lo recuerda. Se fue llenando de abstracciones. Culpas abstractas contra culpables precisos. “Élites fracasadas”, “neoliberalismo”, “modelo extractivista subordinado a las transnacionales”, “fin al lucro en la educación”, “no+AFP”, “plurinacionalidad”, “Constitución de Pinochet”, “violencia popular versus violencia estatal”, etc. Construir culpables, enemigos.

Los aprendices de brujo tuvieron éxito, su magia fascinó y lograron hacerse del gobierno. Pero a poco andar, el espejismo se deshizo. La Convención Constitucional desnudó ante mayorías lo que de verdad se propiciaba y fue contundentemente repudiada. La abstracción tampoco sirvió para gobernar. El gobierno, que unió para peor su suerte a la Convención, pasó rápido de ser mayoría a escuálida minoría. Viven tiempos de naufragio y solo los salvan esos, hasta hace poco, despreciados representantes de la “vieja izquierda inconsecuente”.

El desafío de gobernabilidad es demasiado complejo. Abstracciones prometedoras de futuros rutilantes contrastan con la vida y memoria recientes de mayorías populares. El socavar sistemático de la institucionalidad democrática ha extendido la violencia, el crimen organizado, el narcotráfico, el terrorismo en la zona sur, la inmigración descontrolada en el norte; la acción de los nuevos ministros busca enfrentar mejor lo que sus propios aliados antes propiciaron y alentaron. La inflación tiene como principal causa interna, retiros y avalanchas monetarias que fueron lideradas por parte de quienes gobiernan. El ridículo de las “side letters” como excusa para no firmar tratados de libre comercio que Chile necesita y que persista en su cargo quien los bloquea. El categórico “No+AFP” no ha resistido las pruebas de realidad. El desastre educacional está a cargo de quienes veían en “el lucro” su causa. Veinte prestigiados centros chilenos de estudios económicos piden los datos en que se basa el proyecto gubernamental de reforma tributaria, para cotejar sus dudas. En el propio seno del gobierno se gesta su más terca oposición.

La lírica no resuelve el reclamo de millones por la delincuencia e inflación. Si lo digo, mi ánimo no es de oposición a un gobierno, sino a una lógica de abstracciones tóxicas e impotentes. El Presidente, en sus nombramientos y declaraciones recientes, da señas de entenderlo y lo alentaría a profundizar en ese camino. Necesitamos que la sociedad logre el reencuentro consigo misma y con su mejor historia. Es imperioso superar la carencia de gobernabilidad que sufre Chile y solo es posible como tarea de todos.

Por Óscar Guillermo Garretón, economista

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