SEÑOR DIRECTOR:

El régimen dictatorial de Maduro ha expulsado a todos los funcionarios diplomáticos de Chile y de otros seis países de Venezuela. El argumento esgrimido es el rechazo a “gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional”. Esta justificación, además de ser patética y delirante, ilustra la irracionalidad, torpeza, y desesperación de Maduro y su entorno.

De la misma forma, ha retirado a sus funcionarios diplomáticos de Chile, dejando así a ambas comunidades de residentes en una seria situación de incertidumbre y desamparo. La Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas se refiere al cierre de embajadas de forma sucinta y en el contexto de las garantías que debe otorgar el país a los diplomáticos expulsados y a la sede. Se trata de una medida extrema y frente a situaciones muy graves, normalmente como antesala de la ruptura de relaciones diplomáticas.

Frente a esta acción, y a las muchas otras expresiones de autoritarismo y barbarie, solo cabe apoyar con fuerza al pueblo venezolano en su lucha por recuperar los valores democráticos, los derechos humanos, el derecho internacional, la racionalidad, y el sentido común.

Raúl F. Campusano

Profesor titular UDD