Economía, ¿problema oculto?

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Economía, ¿problema oculto?


SEÑOR DIRECTOR:

El Informe de Política Monetaria (IPoM) de la semana pasada evoca esa sensación de alivio que sentimos al dejar atrás un camino de tierra y entrar en uno pavimentado. Según el Banco Central, estamos entrando en territorio más estable, con una economía que comienza a alinearse con su tendencia de crecimiento a mediano plazo. Esto justifica la aceleración mediante la reducción de la tasa de interés, lo que se refleja en el reciente recorte de 25 puntos base, acumulando un ajuste de 575 puntos base en la Tasa de Política Monetaria (TPM).

Sin embargo, este tránsito hacia un terreno más firme no es necesariamente una buena noticia. Así como en un camino pavimentado es más fácil aumentar la velocidad, también lo es detectar si nuestro vehículo -la economía- tiene algún problema. ¿Qué podríamos descubrir ahora que aceleramos? ¿Qué pasaría si el acelerador no responde como esperábamos?

Con las tasas de interés a la baja, deberíamos observar un aumento en el crédito, una fuerte reactivación en el sector de la construcción y un repunte en la inversión no minera. Estos factores son clave para reducir la tasa de desempleo y generar unos 200.000 nuevos empleos, lo que nos permitiría regresar a los niveles de desocupación previos a la pandemia en un plazo de dos años. En ese escenario ideal, alcanzaríamos una “velocidad de crucero”, con una inflación en torno al 3% y una tasa de desempleo entre el 6% y el 7%. No obstante, si esto no sucede, será una señal de que los problemas estructurales de nuestra economía -posiblemente vinculados a la incertidumbre y las débiles expectativas de los actores económicos- son más profundos de lo que se pensaba.

Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que nos veamos obligados a volver al camino de tierra, arrastrados por la incertidumbre internacional. Pero esos serían otros tipos de ruidos.

Nicolás Garrido

Director Departamento Economía y Administración FEN UNAB