El mensaje del voto nulo

SEÑOR DIRECTOR:
El pasado domingo 7, en medio de la vorágine por la asonada republicana en la elección de consejeros constituyentes, hubo un dato que se presentó en la mesa y al que, hasta ahora, no se le ha dado la consideración debida: los 5.350.831 de personas que agrupan el voto nulo, blanco o que, sencillamente, no fueron a las urnas.
Más allá de las consideraciones político-electorales, este casi 30% del electorado envía un mensaje claro a las viejas estructuras institucionales, que siguen encerradas en sus muros y desconectadas de la vida real. Ese silencioso pero enorme grupo de chilenas y chilenos está decepcionado, desilusionado y descontento por el trato recibido por décadas de desigualdad e injusticia social.
Hasta ahora se ha desoído a la gente, se ha gobernado mirando los comentarios de las agencias financieras internacionales y los círculos políticos tradicionales, pero hemos dejado -como instituciones- de ponernos del lado de las personas, de los que día a día deben hacer magia con la economía familiar y que siguen mirando a lo lejos los acuerdos cupulares.
Lo del domingo debe entenderse como un “están avisados”, ya no se puede gobernar ni legislar sin la gente. De lo contrario, y más probablemente, fomentaremos mayor desprecio por la política y las instituciones.
Mónica Arce Castro
Diputada del Distrito 12
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