SEÑOR DIRECTOR:
Nadie duda que el sistema de salud está en crisis. Las listas de espera aumentan, los cánceres no se atienden en forma oportuna, los hospitales están sin recursos para finalizar el año y los servicios de urgencia, y centros de salud enfrentan graves problemas de inseguridad. La demanda va a continuar aumentando, con enfermedades cada vez más complejas por el envejecimiento de la población y los factores de riesgo como mala alimentación, falta de actividad física, tabaquismo, problemas sociales y de salud mental.
Tenemos el ejemplo de la Ley Corta de Isapres, que agravó aún más la situación: millones de afiliados se trasladaron a Fonasa, que no cuenta con los recursos para atenderlos, y el sistema Isapres entró en una crisis financiera que afecta a todo el sector privado, donde se atiende gran parte de los usuarios de Fonasa.
En este escenario, los más afectados son los pacientes al ver deteriorada su atención, a veces con riesgo de su vida, pero esto no aparece en la discusión de una reforma de salud. Por lo tanto, lo urgente es resolver los problemas de salud que ponen en riesgo el bienestar y la vida de las personas, y no entrar en una discusión eterna, cuyos resultados pueden afectar aún más a los pacientes, como sucedió después de un año de tramitación de la Ley Corta de Isapres.
Fernando Vio del Río
