Eutanasia

SEÑOR DIRECTOR
Debido al avance del proyecto de ley de eutanasia en la Cámara de Diputados, se ha retomado la discusion de esta siempre debatida materia.
Cada persona puede tener su opinión sobre la eutanasia (¡y qué bien que así sea!), en la cual influyen muchas veces nuestras más profundas convicciones personales de naturaleza filosófica, ética y religiosa, entre otras.
Ahora bien, desde una perspectiva jurídica, aunque la regulación de la eutanasia, en general, es absolutamente necesaria y acorde a los estándares internacionales, desde el ámbito de los derechos fundamentales, el proyecto en tramitación adolece de una omisión importante: la posibilidad de que sean menores de edad quienes soliciten la eutanasia.
El proyecto de ley excluye ex profeso a los menores de edad, sin que se evidencie una fundamentación que dé cuenta de las razones para omitir a una categoría de personas de este nuevo derecho o dimensión.
Probablemente, los casos que más nos han impactado como sociedad y que nos han sensibilizado con la materia, involucran niños, niñas y adolescentes, puesto que se trata de personas que sufren padecimientos que, inclusive, para los adultos son insoportables.
Así las cosas, no hay razones fuertes, o a lo menos no se han expresado, para restar a legítimos sujetos de derecho de esta posibilidad tan necesaria en casos extremos.
Ojalá ningún niño, niña o adolescente tenga esta necesidad, sin embargo, aplicando los principios de no discriminación y justicia, entre otros, nuestro sistema jurídico debe contener una respuesta a los casos que la realidad, dolorosamente, se ha empecinado en manifestar.
Estefanía Esparza Reyes
Académica UFRO
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