SEÑOR DIRECTOR

En su sentido correcto, la formalización de la investigación en el proceso penal representa también una garantía para una adecuada defensa: tenemos derecho a saber no solo qué, sino también porqué (contenido de la imputación) el Estado está movilizando su aparato persecutorio en nuestra contra. Además, por regla general, el Estado solo podrá solicitar medidas cautelares y ciertas medidas intrusivas desde dicha comunicación.

Sin embargo, la “formalización” ha adquirido socialmente la connotación de presunción de culpabilidad, afectando de manera desproporcionada diversas esferas vitales del imputado, incluyendo su derecho a defensa. A esto ha contribuido, por un lado, cierta dureza o apariencia de gravedad del término, y, por otro, que los medios suelen señalar que el imputado ha sido “formalizado”, cuando lo que en verdad se “formaliza” no es la persona sino la investigación.

Remediar esta situación requiere varias medidas. Como punto de partida, sería conveniente eliminar este concepto del proceso penal, reemplazándolo por uno que no implique la desmesurada carga negativa que hoy tiene para el imputado. Una opción es renombrar a la actual Audiencia de Formalización simplemente como Audiencia de Comunicación.

Augusto Wiegand Cruz

Abogado