In a New York minute
En abril, durante su gira oficial a la India, el Presidente Gabriel Boric junto al Primer Ministro de la India, Narendra Modi, anunciaron el importante inicio de negociaciones de un acuerdo comercial (CEPA) entre ambas naciones, junto a una clara voluntad política de finalizar esas negociaciones durante este año. A poco más de cuatro meses del plazo, el objetivo parece lejano.
Por ello, se hace urgente reforzar nuestro posicionamiento en ciertos temas que pueden marcar la diferencia. En un mundo hambriento de minerales críticos para la transición energética —cobre, litio, tierras raras— Chile tiene un capital estratégico inmenso. Pero tenerlo no basta: hay que saber venderlo, defenderlo y convertirlo en alianzas de largo plazo.
Australia, por ejemplo, ha consolidado su rol como socio prioritario de India en carbón y minerales estratégicos. Perú, por otro lado, con reservas similares a las nuestras, ha intensificado su presencia diplomática en Asia, organizando foros conjuntos y asegurando compromisos concretos en inversión.
Chile no puede seguir confiando en que sus ventajas naturales hablarán por sí solas. Para que India comprenda nuestro verdadero valor al respecto y ello favorezca una negociación exitosa, es necesario redoblar los esfuerzos de una diplomacia público-privada audaz, inteligente y bien articulada, tal y como se hizo en la gira a Delhi, donde participó una amplia delegación empresarial que incluyó, entre otros, a la Presidenta de Sofofa, Rosario Navarro, y de la SNA, Antonio Walker.
La inminente Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York, que tendrá lugar en pocas semanas, ofrece una oportunidad única para un (probablemente) último encuentro directo con el primer ministro Narendra Modi. En el lenguaje de la diplomacia, estos gestos cuentan tanto como las cláusulas que se negocian en un tratado: generan confianza, abren puertas y elevan la prioridad de las negociaciones.
India, como la economía de más rápido crecimiento del mundo y un actor clave con tremendo potencial en la manufactura tecnológica, es un socio que podría equilibrar nuestro mapa comercial, reduciendo riesgos y ampliando oportunidades.
Chile tiene condiciones suficientes para ser un socio preferente en minerales críticos, pero ese activo se erosiona si no se cultiva. La diplomacia no es una sala de espera: es un campo de juego donde gana quien actúa primero, mejor y con más convicción. En ese juego y esta particular coyuntura, el rol del Presidente en esa cancha es irremplazable y los minerales críticos, al igual que frente a las negociaciones con EE.UU., ofrecen un gran factor diferenciador.
Como dice la célebre canción de Don Henley, in a New York Minute, everything can change. Ojalá que en una eventual bilateral Boric-Modi exista ese minuto de quiebre y se retome el impulso visto de ambos en la India, porque no queda mucho más tiempo para concretar lo que sería un importante legado internacional de esta administración.
Por Rodrigo Yáñez, secretario general de Sofofa
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