SEÑOR DIRECTOR

El teorema del votante mediano es una proposición relacionada con la teoría de juegos desarrollada a finales de los años 40, y en tiempos de una elección electoral tan polarizada como la que estamos viviendo, parece aplicarse a la perfección.

En su forma simplificada, una población con diferentes preferencias debe seleccionar entre dos candidatos totalmente opuestos. Basado en un sistema de elección por mayoría de votos, el teorema predice que el candidato ganador será aquel que logre capturar las preferencias del votante mediano; es decir, aquel votante que se encuentre exactamente en medio de las dos opciones. Por lo tanto, la mejor estrategia que puede tomar el candidato para ganar la elección es enfocar su campaña en capturar las preferencias del votante mediano.

Tras los estrechos resultados del pasado domingo y la polaridad en las candidaturas de Gabriel Boric y José Antonio Kast, pareciera ser que el teorema del votante mediano cobra sentido para el candidato de izquierda. Con los recientes anuncios de transversalidad de representación, su posición respecto a los indultos, e inclusión de nuevos especialistas económicos de otros sectores de izquierda, pareciera ser que el candidato Boric ha dado el primer golpe estratégico y está apuntando a capturar las preferencias del votante mediano. Si el teorema es cierto, durante los siguientes días deberíamos empezar a ver la respuesta de Kast.

Sin embargo, todo este análisis yace en la pregunta sobre quién es el votante mediano hoy en Chile. La sorpresiva irrupción de Franco Parisi como la tercera preferencia nacional quizás arroje alguna pista.

Pero más importante es la población que si bien decidió participar en la votación para una nueva Constitución, no participó de esta primera vuelta.

Augusto Orellana

Economista