Límite a la reelección



SEÑOR DIRECTOR

El Senado acaba de aprobar el proyecto de ley que pone fin a la reelección indefinida, pero rechazó su efecto retroactivo, es decir, que aplique para las autoridades en ejercicio. La iniciativa establece que los senadores/as podrán ejercer su cargo por un máximo de dos periodos consecutivos, mientras que diputados/as, consejeros/as regionales, alcaldes/as y concejales/as por tres periodos consecutivos.

Si el proyecto no es retroactivo, este se aplicaría en 12 años más, cuando un/a diputado/a, por ejemplo, termine su tercer periodo. Por tanto, veríamos cambios recién en la elección de 2033. Sin embargo, algunas voces han señalado que la discusión en torno a la retroactividad es inconducente, debido a que las leyes de derecho público rigen in actum, es decir, que prevalecen de inmediato sobre la antigua norma desde su entrada en vigencia. Por tanto, no se necesitaría ese artículo para que el proyecto aplique para las actuales autoridades.

Independiente de las interpretaciones normativas, el Senado envió una clara señal a la ciudadanía: que el límite a la reelección aplique para otros y parlamentarios que están en el Congreso desde inicios de los 90 prefirieron perpetuarse en el poder. Considerando nuestro sistema de listas abiertas y la desigualdad en el financiamiento de las campañas, la cancha no es pareja en la competencia. La libertad de los electores/as no es tal. Establecer límites a la reelección indefinida no solo ayuda a mejorar la representación de mujeres y jóvenes, sino que además es una señal política sustantiva en el escenario de desconfianza hacia la política. No retrocedamos más.

Carolina Garrido

Red de Politólogas

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