Puchuncaví y Quintero: es momento de actuar

SEÑOR DIRECTOR:
En noviembre de 1968, un oficio del Ministerio de Agricultura recogió denuncias acerca de la pérdida de cultivos y daños ecosistémicos en la zona de Puchuncaví y Quintero, asociándolas a la instalación del Parque Industrial Ventanas.
Desde entonces hasta hoy, los episodios de contaminación ambiental, marítima, territorial y urbana han sido una constante en esa zona. En 2011, 40 alumnos del Colegio La Greda resultaron intoxicados; desde el 2014 ha habido reiterados episodios de derrames de hidrocarburos y varamientos de carbón en la zona, y el año 2018 hubo cerca de 2 mil consultas por síntomas de intoxicación. El tiempo ha normalizado una situación ambiental catastrófica.
Propuestas hay varias, como la homologación progresiva de la normativa internacional, mayor tecnología para filtros y monitorización de emisiones, mayor fiscalización, arborizaciones masivas, reubicación urbana, cierre de plantas y un largo etc.
Lo que no podemos normalizar es el efecto que estas zonas de sacrificio tienen sobre nuestras ciudades y especialmente sobre sus habitantes. Debemos orientar la planificación territorial a paradigmas contemporáneos, en los cuales la salud y el bienestar de las personas sea siempre una prioridad.
Nuestros compromisos como país respecto a la descarbonización de nuestra matriz energética al 2040, la carbono neutralidad al 2050 y los acuerdos internacionales de la COP26 nos obligan a responder de manera clara y contundente. Es momento de actuar.
Francisco Godoy G.
Arquitecto
Académico Arquitectura Universidad Finis Terrae
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