Reincidencia delictual

SEÑOR DIRECTOR
En Chile, la reincidencia es especialmente alta (80% a nivel general). Un 20% de quienes reciben beneficios reinciden, en cambio lo hace el 50% de los que cumplen condenas completas. El problema no está en el beneficio, sino en cómo se otorga. La solución a hechos brutales no está en la dureza de las penas; por ejemplo, Noruega aplicó a Anders Behring por la muerte de 76 personas el 2011 solo 21 años de condena, con una medida de custodia que puede prolongar cada cinco años su reclusión, mientras mantenga un alto riesgo de reincidencia.
La alta reincidencia responde a efectos criminógenos de la “prisionización” (pésimas condiciones de vida, alta impunidad en cárcel) y la carencia de recursos del sistema. Por ejemplo, la defensa de la magistrada Silvana Donoso, ante la acusación constitucional que generó la liberación de Hugo Bustamante, argumentó la baja calidad del informe de Gendarmería. Minimizar errores requiere de un importante cambio procedimental y la inyección de recursos que permitan gestionar el medio penitenciario en base al riesgo de reincidencia, identificando a los más graves y crónicos (para que no reciban beneficios) y facilitar la salida de los de bajo riesgo, lo que debiera incluir a la figura del juez de vigilancia penitenciaria, aumento de la dotación de profesionales de Gendarmería y su modernización, para el control de libertos y la evaluación de riesgo.
Mauricio Valdivia Devia
Doctor en Criminología
Tte. Crl. (R) de Carabineros
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