TPP11…y en Chile, ¿qué pasa con el Senado?

San Antonio tiene uno de los principales puertos del país. FOTO: DEDVI MISSENE

Por Jorge Alessandri, diputado

El Congreso peruano aprobó –por amplia y transversal mayoría– el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico, mejor conocido como TPP11. A tres años de su suscripción, el acuerdo está plenamente vigente en siete de los once países: Australia, Canadá, Japón, México, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam. Perú será el octavo en la fila, mientras que Malasia, Brunéi y Chile, parecen dormir en los laureles.

Según han documentado diversos estudios e informes, el TPP11 ha dado los frutos esperados para quienes lo han ratificado, demostrando ser una herramienta útil para enfrentar la reactivación económica. Así, tras la aprobación de Perú, su ratificación en Chile es más urgente que nunca. Veamos por qué.

Chile y Perú compartimos una oferta exportable de gran similitud en sectores como el minero, pesquero y agropecuario. Compartimos además la lejanía de los mercados de destino –nuestras exportaciones viajan una distancia promedio de 12.500 km– y una extensa red de acuerdos comerciales que nos ha permitido contar con acceso preferencial y favorable para nuestros bienes y servicios. Así, en los últimos 10 años, muchos de los productos chilenos han enfrentado una creciente competencia de Perú en los mercados internacionales, como es el caso de las uvas frescas, arándanos y paltas. Según cifras de la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales (SUBREI), el 68% de la oferta exportable de Chile al TPP11 enfrenta actualmente la competencia de Perú.

Sin embargo, persisten quienes califican el TPP11 como “innecesario”, señalando que Chile tiene acuerdos bilaterales con los otros 10 países miembros. El mismo argumento podría ser válido para el país vecino, quien cuenta con acuerdos comerciales vigentes con 6 de los 10. Por ello, mientras el acuerdo siga durmiendo en el Congreso chileno, y al pasar Perú a ser un miembro pleno, la alta coincidencia entre nuestras canastas exportadoras favorecerá a nuestros vecinos, siendo aún más evidente que Chile pierde competitividad al no aprobarlo. Y qué decir de las inversiones, importante fuente de financiamiento de los países en desarrollo como los nuestros. A contar de su entrada en vigor, el TPP11 entregará a Perú un marco jurídico moderno y balanceado que le permitirá atraer y retener inversión extranjera, con las debidas garantías para el Estado.

Finalmente, está el Reino Unido (RU), quien, tras su salida de la Unión Europea, ya se encuentra en negociaciones con el bloque que calificó como “una de las áreas de libre comercio más grandes y dinámicas del mundo”. Chile será un mero espectador de este proceso, no pudiendo aprovechar las ventajas de la negociación multilateral ni profundizar las condiciones vigentes en el Acuerdo bilateral con RU. Lo anterior de cuenta de la pérdida de nuestra posición de privilegio en el concierto internacional, cuyo reconocido liderazgo en materia de apertura e integración comercial, nos llevó a ser de los miembros fundadores del TPP. Y hoy seguimos dilatando su aprobación.

Hace un par de semanas, las diputadas Vallejo y Cariola del Partido Comunista protagonizaron un lúdico video en el que cuestionan la demora en la tramitación de proyectos de ley en el Senado, que ya hicieron su paso por la Cámara. En Chile, despachamos el TPP11 en abril de 2019, por lo que cabe igualmente preguntarse: ¿qué pasa con el Senado?

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