Pieles sensibles, una condición en aumento




Se consideran pieles sensibles a aquellas que tienen un umbral de tolerancia inferior a los que se pueden observar en una piel normal, es decir, reacciona frente a estímulos, sufre sensaciones de incomodidad como calor, picazón, enrojecimiento y es frágil. Según explica la dermatóloga Catalina Buchroithner, este tipo de piel es una condición en la cual existe una hiperreactividad subjetiva a factores ambientales. Las personas experimentan reacciones exageradas cuando su piel toma contacto con productos variados de cosmetología, maquillaje, jabones, entre otros. Asimismo, puede empeorar cuando se exponen a factores ambientales como el frío, el calor, la contaminación o el aire acondicionado que pueden favorecer las manifestaciones de piel sensible debido a que los cambios de temperatura, la humedad o ambientes fríos pueden provocar un daño en la piel.

Dentro de otras causas que explican la piel sensible, está el estilo de vida que llevan las personas. Por ejemplo, en relación a la alimentación, se puede deber a dietas ricas en especias, alcohol y café. Las duchas calientes, el afeitado o la exposición a ciertos productos químicos también pueden gatillar a la sensibilidad en la piel. “Es multifactorial y entre ellas existe la hiperreactividad de la piel, una alteración de la barrera cutánea o bien un trastorno del sistema nervioso”, explica Catalina.

Ciertos estudios han demostrado que la prevalencia de la piel sensible ha ido en aumento en la población. De acuerdo a la doctora, un 70% de las personas considera que tiene características de piel sensible. En Estados Unidos, Japón o países dentro de Europa, diferentes estudios han demostrado que la prevalencia de la piel sensible es de 50% en mujeres y de 30% en hombres, distribuyéndose de una manera semejante en cada zona.

Según explica la dermatóloga, no existe un tratamiento estándar para la piel sensible ya que los factores son múltiples, variados y dependerán de cada persona. Sin embargo, el autoconocimiento es clave y se recomienda detectar y evitar los gatillantes de los síntomas, utilizar constantemente cremas para hidratar la piel y mejorar la barrera cutánea, idealmente que tengan lípidos o ceramida. “Siempre elegir productos sin perfumes, sin colorantes y utilizar el fotoprotector para cuidarse del sol”, afirma la doctora. La radiación ultravioleta de la luz solar puede desencadenar el estrés oxidativo y la inflamación de la piel, lo que puede desencadenar los síntomas asociados a la piel sensible.

Por otro lado, es preferible evitar todo tipo de tratamientos de belleza que incluyan mecanismos que puedan irritar la piel como por ejemplo, los baños de vapor, los cuales aplican vapor caliente y que pueden perjudicar este tipo de pieles. Por esto mismo, al lavar la cara lo ideal es utilizar agua tibia y evitar las limpiezas extremas o exfoliación traumática. En relación al maquillaje, la experta aclara que una gran mayoría de productos no consideran las pieles sensibles, por lo tanto, a la hora de comprar es preferible revisar o preguntar si han sido testeados en este tipo de piel para evitar problemas futuros.

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