¿Puede un trabajo estresante afectar la salud cardiovascular de las personas?

Algunas personas no se dan cuenta de la carga de estrés que manejan día a día a oficina, pero es bueno poner atención a las señales para no terminar con un problema de salud grave.




Muchas veces las personas mantienen trabajos que llevan a altos niveles de estrés y ansiedad para tener un sueldo a fin de mes o para abultar buen currículum o historial laboral. Y en ese trayecto, muchos no se dan cuenta del estrés al que están siendo sometidos por sus labores diarias hasta que ya empieza a tener repercusiones en la vida social, familiar y la salud.

En 2010 un estudio de la Universidad de Harvard presentado a la Asociación Americana del Corazón, demostró que las mujeres que ocupaban puestos altamente estresantes aumentaban en un 40% las probabilidades de sufrir una enfermedad cardíaca en comparación con colegas menos estresadas. El mismo estudio demostró que aquellas mujeres que se preocupan por la posibilidad de perder sus empleos tienen más probabilidades de padecer hipertensión y tener niveles poco saludables de colesterol.

Esto, por supuesto, no es exclusivo de las mujeres. En 2018 un estudio conducido en conjunto por el University College of London y la Universidad de Helsinski, demostró que si un hombre tiene historial de diabetes, enfermedades cardiacas o ataques al corazón y tiene un empleo estresante, corre mayor riesgo de morir de manera prematura, incluso cuando su estado de salud sea positivo.

“Cualquier cuadro o situación que nos produzca un estrés permanente en el tiempo altera el sistema cardiovascular, aumentando la presión arterial teniendo un efecto en enfermedades cardiovasculares, y alterar otras rutas de daño”, asegura el cardiólogo de la Clínica Alemana, Mauricio Fernández.

El especialista detalla como algunas de estas rutas de daño: “aumentar el azúcar en la sangre, alterar los niveles de colesterol y, por el otro lado, alterar el sistema inmunológico, produciendo que la persona esté en un estado pro inflamatorio que favorece las enfermedades cardiovasculares crónicas, así como los infartos y accidentes cardiovasculares”.

Por otro lado, cuando pasamos por episodios de estrés, las glándulas suprarrenales producen una hormona llamada cortisol, la cual actúa como neurotransmisor en el cerebro. Si los niveles de cortisol están normales y balanceados, el organismo funciona en armonía, pero si se mantiene elevada por largos períodos, se puede producir una alteración endocrina llamada hipercortisolismo.

Un exceso de cortisol podría evitar, además, el metabolismo adecuado de lo que comemos, la regulación de los niveles de inflamación y el control del ciclo de sueño y vigilia, entre otras cosas. Si el estrés es crónico, o sea se mantiene durante el tiempo, los niveles de cortisol están constantemente arriba, por lo que los sistemas del organismo no funcionan de manera adecuada.

Técnicas para no trabajar estresados

Aunque hay profesiones, como la del médico urgencista, por ejemplo, que inevitablemente van a estar asociadas a altas dosis de estrés, en muchos casos es posible evitar estos problemas a través de distintas técnicas.

Existen distintos ejercicios de respiración que se pueden realizar para controlar tanto el estrés como la ansiedad, pero también se recomienda mantener una dieta balanceada, dormir al menos ocho horas cada noche, hacer ejercicio de manera habitual y planificar las actividades y tareas que se vienen, para evitar la sobrecarga o el colapso.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.