El “adiós a las armas” de Boric reabre fisura entre las dos almas del oficialismo

Llegada del Presidente al Congreso para su primera cuenta pública.

A una semana del anuncio del Presidente, el desarme total de civiles revive diferencias entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático sobre cómo encarar la seguridad y el orden público. Incluso, el Frente Amplio se adelantará a la propuesta de La Moneda e ingresará su propio proyecto.


Dos veces repitió el Presidente Gabriel Boric, en su cuenta pública del 1 de junio pasado, su deseo de prohibir absolutamente la tenencia de armas por parte de civiles.

“Quiero que sepan todos los que nos están escuchando. La violencia armada no será tolerada en nuestro país. Por eso, nuestro Programa Menos Armas, Más Seguridad propone la limitación radical de su acceso legal. Desde ya, le solicito a este honorable Congreso todo el apoyo para aprobar una ley que nos permita avanzar hacia la prohibición total de tenencia de armas, ¡prohibición total de la tenencia de armas!”, dijo el Mandatario, generando el aplauso efusivo de los legisladores del Frente Amplio y el PC (grupos que son parte de Apruebo Dignidad, la coalición basal con la que Boric compitió en la primera vuelta presidencial).

Sin embargo, en la misma transmisión en vivo de ese día se apreció que los parlamentarios del PPD y del PS no reaccionaron con el mismo entusiasmo. Los representantes de derecha, por su parte, ni siquiera hicieron el mínimo gesto de aprobación.

La escena fue constatada por el mismo Presidente, quien saliéndose del libreto insistió: “Yo sé que hay algunos que no aplauden cuando decimos esto. Hemos visto lo que pasa en otros países. No permitamos que nos pase en Chile”.

A una semana del anuncio del Presidente -quien retomó el tema en su visita de esta semana a Canadá-, el cuadro no ha cambiado mucho. Incluso, el tema revive la fisura dentro del oficialismo que se ha dado entre Apruebo Dignidad y Socialismo Democrático (el otro bloque que reúne al PS, al PPD, a radicales e independientes afines) frente a otras polémicas sobre seguridad y orden público, como el debate de los estados de excepción en el sur.

Así, la prohibición absoluta de armas generó un respaldo cerrado en el Frente Amplio y las fuerzas aliadas del PC, mientras entre los legisladores del PS y del PPD solo cosechó dudas.

Ofensiva frenteamplista

El Frente Amplio, incluso, se adelantará a los planes del Presidente y sus representantes en el Congreso ingresarán una iniciativa propia.

La diputada frenteamplista Lorena Fries (independiente-Convergencia Social), quien ha estado trabajando la propuesta, dijo que “lo que plantea el Presidente es correcto en términos de que ese es el horizonte: el desarme”.

Añadió que ello “es parte de la agenda de Naciones Unidas y hay estudios que permiten comprobar que a mayor cantidad de armas, mayor riesgo de vida. Por lo tanto, si ese es el horizonte, hay que ver cómo llegamos y eso implica gradualidad”.

La diputada comunista Alejandra Placencia, quien integra la Comisión de Seguridad Ciudadana, expresó estar “de acuerdo” con el plan anunciado por el Mandatario. “Debiéramos apuntar a distintas medidas complementarias. Es un riesgo comprobado la tenencia de armas por parte de civiles, tanto para las familias como por el robo de esas armas. No es fácil, como tampoco es fácil ir en contra del crimen organizado, pero es responsabilidad del gobierno y el Parlamento hacer que las leyes sean efectivas y aplicables”.

“Me alegré mucho de que en la cuenta el Presidente anunciara esta hoja de ruta para caminar hacia un desarme total. Es algo que abrazo absolutamente. Entendemos que es delicado y genera resistencias, pero es parte de la transformación cultural que debemos enfrentar”, señaló la diputada Ana María Gazmuri, integrante de la bancada PC-FREVS-independientes.

Dudas oficialistas

Según los datos que se manejan en la Cámara, que han sido aportados por las policías y el Ministerio del Interior, hay cerca de 800 mil armas inscritas en el país, de las cuales 80 mil están extraviadas o fueron robadas.

A partir de esos datos, algunos legisladores plantean sus dudas de si esa debiera ser la prioridad, considerando que Boric propuso como meta un desarme total.

El diputado socialista y presidente de la Comisión de Seguridad Ciudadana, Raúl Leiva, es uno de los que admitieron tener reparos. “En todo orden de cosas, cuando se pretende todo, a veces no se obtiene nada. Hay que ir paso a paso. El proyecto va en la línea correcta, pero hay que hacerse cargo de la realidad. Efectivamente, en sectores rurales, a los que represento, hay mucha arma, escopeta. Tal como se comunica se está focalizando (el problema) en las armas legales e inscritas. Hay que crear la instancia de fiscalización, pero el foco no debe estar ahí, sino en las armas ilegales, en los contrabandos y en los ingresos”.

“En un Estado ideal, puede ser algo deseable, pero hoy día los chilenos y chilenas tienen un problema muy concreto, que no tiene nada que ver con el anuncio presidencial: las armas largas o cortas que están en poder de organizaciones criminales, narcotraficantes o grupos violentos en la Macrozona Sur. El foco más importante debería ser las armas ilegales”, comentó otro diputado PS, Leonardo Soto, quien es parte de la Comisión de Constitución.

“Es un buen titular, pero requiere de gradualidad y de una discusión sensata. La implementación debe partir con un cierto realismo. Que no haya más armas en Chile es un supuesto irreal”, añadió el diputado independiente PPD Jaime Araya, quien integra la Comisión de Seguridad Ciudadana.

Fuentes de La Moneda, en todo caso, comentaron que el proyecto se enviaría durante este mes, por lo que es probable que el debate transcurra en un principio sin la postura del gobierno, ya que la iniciativa del Frente Amplio sería ingresada en los próximos días.

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