El interminable luto de Carabineros: cinco homicidios en diez meses, dos de ellos en 12 días

El general director hace 12 días en el funeral del cabo Salazar. En las próximas horas deberá cargar el féretro de otra mártir.

Rita Olivares, de 46 años, falleció durante un procedimiento policial en Quilpué, Región de Valparaíso, convirtiéndose en la mártir 1.232 de la institución. Su caso llega a engrosar una negra cifra, que preocupa a la policía uniformada y mantiene en alerta a los efectivos de más bajo rango, a dos días de enfrentar una nueva jornada del Día del Joven Combatiente.


“No voy a permitir que sigan proliferando las armas en las calles como ha sido hasta ahora”. Era el primer mártir de Carabineros que le tocaba despedir al Presidente Gabriel Boric, el 5 de mayo del 2022, cuando en medio de un procedimiento policial un delincuente disparó en contra del carabinero Breant Rivas Manríquez (23), en la Región de Ñuble.

Casi un año después, la situación para los efectivos policiales está lejos de ser mejor, pues el año pasado -además de Rivas- otros dos funcionarios murieron asesinados, y este 2023, el panorama es aún peor. Solo en lo que va del año se han registrado dos homicidios a carabineros, en un lapso de tiempo de 12 días. “Esto es crítico”, advierte una alta fuente de la institución uniformada.

Tal diagnóstico no es errado, al menos, así se puede desprender a partir de la estadística. El 2022, según reconocen en Carabineros, es el año con más carabineros asesinados, en 20 años, tomando en consideración que nunca se habían registrado tres carabineros asesinados en menos de un año.

Sí, en la década de los 70, 80 y 90, advierte otra fuente policial, donde era un poco más habitual tener este registro debido a otros contextos históricos, pero en plena democracia, como hoy día, nunca.

En el mediano plazo, las cifras de homicidios a Carabineros dan cuenta de lo siguiente: en 2019 no hubo carabineros asesinados; en 2018, solo se contabilizó uno; en 2017, dos, y en 2016, también dos. Misma tendencia se repite hacia atrás, donde la gran mayoría de los decesos son por accidentes de tránsito e incendios.

El lamentable registro del 2022 dejó algunos hitos y sinsabores, tanto para Carabineros como para el gobierno. Al carabinero Rivas se sumó, en junio, el cabo David Florido (33), quien falleció luego de que una bala percutada por un delincuente lo alcanzara en plena Alameda.

“Mi hijo podría haber estado vivo, pero por cuidarse de todos los cuestionamientos que hoy día existen, mi hijo está muerto”, señaló el 12 de junio Juan Carlos Florido, padre del cabo segundo Florido. “Señor Presidente, le pido que haga la pega”, agregó en una tensa misa que se realizó y a la que asistió el Mandatario.

Sería la única y última vez que el Presidente Boric asistiría a una instancia como esa, pues por cada carabinero fallecido, el gobierno recibía duras críticas por la postura que tenían los integrantes del Frente Amplio hacia la institución antes de llegar a La Moneda.

“Crisis de Carabineros es estructural y no da para más. Por cierto, para quienes tenemos responsabilidades políticas no basta con tuitear. Por eso exigimos intervención civil, refundación, reparación a víctimas, derogación del control de identidad y sesión especial urgente del Congreso”, escribía -sin ir más lejos- el Presidente Boric, en su cuenta de Twitter, el 8 de febrero del 2021.

Esas declaraciones, hoy son reenviadas en distintos grupos de WhatsApp de los funcionarios de Carabineros.

Un amenazante 2023

Cuando las aguas parecían calmarse hacia el último trimestre del 2022, llegó la muerte del sargento Carlos Retamal (40), funcionario que falleció durante la noche del 11 de octubre del año pasado, al no resistir más una agonía de casi tres días, luego de ser agredido con una gata hidráulica cuando intentaba fiscalizar una carrera clandestina, en San Antonio.

“Esto espero que sea un punto de inflexión en el cual todos, y cada uno de los actores intervinientes en el sistema penal, hagamos un esfuerzo mayor para que los responsables de agredir a quienes defienden a la ciudadanía estén en la cárcel, y no al revés”, dijo esa vez el general director, Ricardo Yáñez. Era la primera vez que disparaba directo hacia tribunales y las autoridades políticas.

El general -incluso- agregó: “¿Qué le podemos decir a la hija del sargento Retamal? Qué le decimos, ¿que esto no va a volver a ocurrir?, ¿que su padre era alguien leal a sus camaradas y que estaba donde la gente lo necesitaba? Pero, ¿para qué? Para que los agredan, disparen o que digan que no llegamos cuando nos llaman, bueno, esta vez acudimos”. Esa vez no hubo llamado desde La Moneda para pedirle explicaciones por lo dicho.

Pero el punto de inflexión no llegó, pues pasaron cuatro meses para que el general Yáñez volviera a despedir a uno de sus subalternos. Esta vez, el 14 de marzo de este año, cuando el cabo Álex Salazar (37) falleciera producto de las lesiones que le dejó un atropello cuando fiscalizaba en Concepción.

El máximo jefe de Carabineros volvió a golpear la mesa, pero ahora subió un poco el tono en sus declaraciones. “Ya basta, ya basta. Si queremos tener un país seguro, si queremos vivir en paz, entreguemos las condiciones, entreguemos las herramientas y trabajemos juntos porque las normativas y leyes entreguen las herramientas suficientes para que el carabinero salga a trabajar con tranquilidad y pueda tener la certeza de que lo que va a hacer no va a ser cuestionado ni por el Ministerio Público ni por las autoridades”, dijo desde la Región del Biobío.

El apuntar hacia el Parlamento y dejar el aire su crítica por mejores “herramientas” le valieron un llamado al orden por parte de La Moneda. La ministra del Interior, Carolina Tohá, lo citó a La Moneda para pedirle explicaciones por lo dicho y le pidió usar los canales oficiales para hacer peticiones de ese tipo.

El general debió moderar el discurso y se notó, porque a pesar del “ya basta”, 12 días después le toca despedir a un nuevo mártir. Ahora, la sargento Rita Olivares (43), madre de dos hijos, quien fue asesinada con un disparo en la cabeza, transformándose en la uniformada fallecida en acto de servicio número 1.232.

Carabineros espera que la agenda legislativa que está en el Congreso para aumentar las sanciones a quienes agredan al personal policial se despachen con celeridad, pero también que la violencia contra los policías no aumente, en un momento donde más de cinco mil carabineros se preparan para enfrentar el Día del Joven Combatiente, durante la madrugada de este martes. Tienen claro que no será una jornada fácil.

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