En medio de tensiones con Venezuela: canciller adelanta regreso a Chile, se reunirá con Gazmuri y exministros de RR.EE.

El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren abordó la situación en Medio Oriente.
El ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren abordó la situación en Medio Oriente. Foto: Sebastián Beltrán Gaete / Agencia Uno.

Pese a que su vuelta al país estaba programada para este jueves, Alberto van Klaveren arribará este martes para gestionar la crisis diplomática con el país dirigido por Nicolás Maduro.


Para este martes en la mañana está programado el arribo al país del ministro de Relaciones Exteriores, Alberto van Klaveren, quien durante la última semana se encontraba de gira en Europa. Pese a que su llegada estaba planificada para este jueves -ya que le quedaba como destino final Grecia-, la crisis diplomática con Venezuela lo obligó a adelantar un retorno que estará marcado por su reunión con el embajador de Chile en ese país, Jaime Gazmuri, quien durante estos días se encuentra en Santiago después de ser llamado a consulta por el Presidente Gabriel Boric.

“Lamentablemente, justamente por lo que está ocurriendo en Chile respecto del caso venezolano, como también por la situación del Medio Oriente, el Presidente ha estimado también conveniente que yo regrese”, dijo el domingo el canciller, en entrevista con Estado Nacional.

De hecho, si bien Van Klaveren ha estado fuera de Chile, ha sido reemplazado en sus funciones por la canciller subrogante, Gloria de la Fuente, quien se mantuvo en contacto con Gazmuri. Ambos se reunieron el sábado con el Mandatario.

La tensión con Venezuela escaló después de que el pasado viernes el fiscal Héctor Barros, jefe del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía, afirmara que las diligencias llevadas adelante para esclarecer el secuestro y posterior homicidio del teniente (R) venezolano Ronald Ojeda apuntan a que el crimen tuvo una motivación política y que este habría sido gestado desde Venezuela.

Antes, en el gobierno ya habían subido el tono contra el régimen de Maduro después de que la semana pasada el canciller de Venezuela, Yván Gil, asegurara que “el Tren de Aragua es una ficción creada por la mediática internacional”.

En este contexto, si bien desde el Ejecutivo han salido ha descartar romper las relaciones con Caracas, una determinación que fue ratificada durante el comité político ampliado de este lunes en La Moneda, las presiones por cambiar la estrategia que se ha adoptado con Venezuela se han mantenido.

De hecho, este lunes, las críticas vinieron desde el mismo oficialismo. “Yo creo que el tema de la relación con Venezuela es un tema grave, no podemos seguir suspendiendo y demorando más. Además, no estamos haciendo todo lo que tenemos que hacer”, señaló el senador José Miguel Insulza (PS) en radio Pauta. Así también, respecto a la expulsión de inmigrantes, aseguró que “me he enterado de que no es que Venezuela no los esté recibiendo, es que no los estamos mandando”.

Las declaraciones fueron abordadas por De la Fuente, quien sostuvo que “expulsiones ha habido. Lo que necesitamos ahora es que efectivamente lo que se gatillen son expulsiones de mayor número de personas, y hemos estado trabajando en eso. Esto es una tarea que le corresponde fundamentalmente allanar al Ministerio del Interior, al Servicio de Migraciones. Como Cancillería nos corresponde hacer el trabajo diplomático para hacer los requerimientos para el aterrizaje de los vuelos. Esperamos que ello ocurra”.

En el Ejecutivo además defienden no romper relaciones con el régimen venezolano con el objetivo de conseguir la extradición de los implicados en el homicidio de Ojeda. Es imprescindible que para avanzar en justicia y garantizar la no impunidad, tengamos la colaboración del país vecino (Venezuela), de su gobierno, de su Cancillería y de su Fiscalía. Y hemos tenido respuesta en ese sentido, esperamos obviamente que esto no sean solamente declaraciones de buena disposición, que por cierto valoramos, sino que se traduzcan en hechos concretos”, señaló este lunes la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo.

La canciller subrogante, por su parte, añadió que “el último contacto con ellos fue el día viernes. Estamos esperando ahora que los canales diplomáticos están suficientemente activos para obtener información a la brevedad. Entendemos, de todas maneras, que la información debiera llegar también a la brevedad por los canales diplomáticos que corresponden, de manera tal de poder garantizar que las condiciones y el trabajo que está haciendo el Ministerio Público pueda tener los frutos, en el fondo, que se espera”.

Cita con sus antecesores

En el oficialismo y en la oposición hay quienes abogan para que el tema de Venezuela se aborde como una política de Estado, con instancias de colaboración con exministros y también con la citación del Consejo de Política Exterior, organismo consultivo que cuenta con la participación de las subsecretarías del ministerio de RR.EE., entre otros cargos.

Excancilleres lamentan, en privado, que Van Klaveren, hasta ahora, ha recurrido poco a estas instancias.

Eso sí, para el próximo lunes el titular de Relaciones Exteriores tiene agendado un encuentro con sus antecesores en la cartera. De todas formas, algunos exsecretarios de Estado dicen que estaban citados con antelación a los últimos episodios de tensión con Venezuela, pero que se decidió adelantar dada la crisis.

“Los exministros nos reunimos frecuentemente con el canciller y eso ocurrirá dentro de este mes”, dijo Insulza.

De todas formas, hay otros excancilleres, como Antonia Urrejola, que defienden cómo el gobierno ha abordado el asunto. “Con Venezuela sí ha habido una política de Estado (...) por ejemplo en el ámbito multilateral y particularmente del Consejo de Derechos Humanos. Desde el 2018 se creó un grupo base de países para monitorear y acordar resoluciones sobre temas de derechos humanos en Venezuela, y Chile ha seguido siendo parte de este grupo. Como asimismo, ha continuado apoyando la renovación de la Misión Independendiente sobre determinación de los hechos de Venezuela, el fact-finding mission, eso es una política de Estado”, indicó Urrejola.

El extitular de Relaciones Exteriores Heraldo Muñoz también refrendó que existe una política de Estado para abordar el tema, pero que “exista una diversidad de opiniones sobre, por ejemplo, un rompimiento de relaciones, que, a mi juicio, sería inconducente a los objetivos nuestros”.

¿Recurrir a organismos internacionales?

Una de las opciones que se maneja dentro del Palacio es recurrir a organismos internacionales frente a la ausencia de colaboración por parte de Venezuela, posibilidad que fue abierta por el mismo Presidente el pasado jueves, cuando afirmó que el objetivo del encuentro con Gazmuri sería “acordar en conjunto e instruirle al embajador todas las acciones que sean necesarias tanto ante el gobierno venezolano como también, eventualmente, ante organismos internacionales”.

Respecto a esta opción, Urrejola agregó que “habrá que evaluar en su momento cuáles son las alternativas y si es necesario”. En esa línea, explicó que “Venezuela no reconoce la competencia de la Corte Internacional de Justicia y no es parte del sistema interamericano, que tiene varias convenciones, sobre todo una específica de asistencia mutua en materia penal”.

Insulza, por su parte, aseguró que “no le veo objeto en este momento, pero no lo descarto si hay un incumplimiento grave de obligaciones”.

Una visión distinta tiene la exsubsecretaria de Relaciones Exteriores Carolina Valdivia, quien indicó a La Tercera que “el gobierno debe agotar todas las vías que existan tanto en los ordenamientos jurídicos internos en Chile y Venezuela, así como ante organismos internacionales, para lograr algún tipo de colaboración desde Caracas. Conociendo cómo actúa Miraflores, que controla no solo al Ejecutivo, sino también al Poder Judicial y sus organismos autónomos, como la Fiscalía, es altamente improbable que se obtengan resultados favorables para Chile”.

Y agregó: “Pero esas vías deben abordarse con tenacidad antes de tomar una decisión tipo ruptura de relaciones diplomáticas, que sólo beneficiaría a Venezuela. Y, si en este camino, el gobierno llega al convencimiento de que no habrá colaboración, debe evaluar retirar al embajador dejando a nuestra embajada en manos de un encargado de negocios”.

Entendidos en la materia transmiten que el Ejecutivo debería acudir a un organismo más político, por ejemplo, el Consejo de Derechos Humanos.

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