
Francisco Figueroa: “En esta primaria la gente nos dijo que quiere diálogo y resultados y no que discutamos sobre los 30 años”
El ministro de Bienes Nacionales analiza cómo quedan el gobierno y el oficialismo después de la primaria. El militante del FA opta por ver el vaso medio lleno y dice que el Ejecutivo solo saca cuentas alegres. "El principal legado del Presidente va a ser haber dejado funcionando una coalición amplia", agrega.

El ministro de Bienes Nacionales, Francisco Figueroa (FA), es un optimista. Así se deja ver, sin tapujos, en esta entrevista. Y lo es respecto de las primarias de su sector, de la unidad y proyección de la coalición, de los logros del gobierno e incluso del aporte que será esta administración para el futuro de la izquierda chilena.
Todo ello, a pesar de la dura derrota que su partido sufrió el domingo. Pese a ser cauto en no inmiscuirse en la evaluación de las razones que provocaron el desfonde del FA, Figueroa no esquiva el tema y explica por qué cree que a Jeannette Jara (PC) le fue tan bien y a su candidato, el diputado Gonzalo Winter, tan mal.
¿Cómo lee la derrota que sufrió su partido el domingo en las primarias oficialistas?
Antes de hablar de mi partido, me gustaría hacer una revisión más global. Como gobierno podemos sacar cuentas alegres de estas primarias por tres razones. Primero, porque su sola realización consolidó a una coalición que no existía cuando iniciamos el gobierno y cuya amplitud no tiene precedentes en la historia reciente. Segundo, porque sus protagonistas fueron dos exministras del Presidente Boric, lo que da cuenta de que este gobierno es una cantera de futuro para la izquierda y la centroizquierda. Tercero, y en mi opinión lo más importante, porque su resultado nos da pistas de lo que espera la gente de nuestra alianza y de la política, que es capacidad de diálogo y pragmatismo para concretar cambios con diálogo político y social. Entonces, estoy súper tranquilo y esperanzado después de estas primarias.
Usted toca el tema de una coalición que no existía, pero ¿existe realmente? Hay quienes dicen que solo tiene fines electorales.
Existe, porque ha gobernado el país ya casi cuatro años. La mayor demostración es lo que sucede en todos los organismos del gobierno donde frenteamplistas, comunistas, socialistas y pepedés se han conocido, colaborado y contribuido a un gobierno que ha hecho algo muy importante, que es que después de la crisis social más grande desde la vuelta a la democracia, de dos procesos constitucionales fallidos, le devolvió al país la capacidad de ponerse de acuerdo. Yo lo que veo, más allá de las controversias y las polémicas, es que la energía de colaboración es mucho más fuerte que la de disputa y competencia. Definitivamente, creo que esa coalición existe, que esta primaria la consolida y le da una proyección de futuro muy importante.
En esa coalición varios piensan que lo único que los une es el gobierno. Si dejan de serlo, ¿seguirán unidos?
Sí, he escuchado muchas más voces a favor de la unidad de esta coalición que de otra cosa. La mejor demostración, insisto, es haber concurrido a estas primarias que no se habían dado antes. Esta es una coalición que tomó el toro por las astas, que metió las manos en el barro, que no eludió las demandas que la ciudadanía ha venido planteando, sino que se ha hecho cargo de ellas. Ese ejercicio es muy desafiante y por eso digo que se forja una unidad con gran proyección de futuro.

Veo que usted es de los optimistas, pero habla de una coalición que no tiene ni nombre.
Sería ideal que tuviéramos uno. Los partidos tendrán que hacer su trabajo, pero más importante que el nombre, es la unidad en la acción y la unidad a cargo de los desafíos tremendos que tiene el país. Hay coaliciones que han tenido nombres y no han podido terminar juntos. Entonces, soy de los optimistas, soy de los que están cómodos y súper orgulloso de ser ministro de este gobierno.
Viniendo de alguien como usted, con su historial, ¿qué aprendizajes saca luego de trabajar en conjunto con los herederos de lo que antes era la Concertación?
Nosotros buscamos esta alianza, esta coalición y ser gobierno. No es algo que padecemos, es algo que buscamos, porque todos quienes somos parte del gabinete del Presidente Boric y de este gobierno sabemos que se requiere una alianza amplia para los cambios profundos que sigue queriendo la gente. Los pasos que hemos dado en el pasado los veo como necesarios para llegar a este punto. Todos los que formamos parte de esta coalición hemos cambiado posiciones del pasado, pero para mejor. Son una superación de una fragmentación que existía en el campo de la izquierda y de la centroizquierda. En tiempos de mucha fragmentación política, en el gobierno del Presidente Boric la izquierda y la centroizquierda están más unidas.
¿Este gobierno logró ser un espacio de encuentro de esos mundos?
Sí, yo creo que el principal legado del Presidente Boric va a ser haber dejado funcionando una coalición con la amplitud suficiente y necesaria para hacerse cargo de los grandes problemas del país y sobre todo del problema político de haber perdido la capacidad de ponernos de acuerdo.
Volviendo a la pregunta que originó la conversación, ¿cómo lee la dura derrota de su partido?
Todos los partidos de la coalición, incluido el mío, tienen que asumir que en esta primaria la gente nos dijo que quiere diálogo y resultados y no que discutamos entre nosotros sobre los 30 años. Las candidaturas que no vencieron en esta primaria, incluida la de mi partido, no le achuntaron en ese sentido. Yo siento que la exministra Jara representó muy bien lo mejor de nuestro proyecto, que es capacidad de diálogo social. Ella representó lo mejor del gobierno y por eso podemos sacar cuentas alegres y mi partido debería valorar eso.
¿A cuál proyecto se refiere?
Al proyecto de la coalición. Yo como frenteamplista me siento muy cómodo con eso. Para cualquier gobierno, ver que la estrategia del Presidente de producir diálogo social en un país quebrado y porfiar para que ese diálogo se traduzca en cambio, aun cuando no sea en un 100% lo que queríamos, ver que eso se proyecta y que eso es lo que espera la gente, nos da luces de cómo continuar estos meses que quedan de gobierno.
A propósito de lo que dice del mensaje del electorado, de no pelear por los 30 años, ¿fue un error la franja de su candidato al poner el foco en ese tipo de peleas?
El comando y el partido tendrán que hacer esa evaluación. No me quiero meter en un ámbito que no me corresponde. Pero sí creo que las distintas fuerzas políticas del país se están dando cuenta de que lo que la gente espera es que la política discuta menos y resuelva más. Eso es un logro y una contribución que ha hecho este gobierno para que la gente vuelva a esperar algo de la política.
Mirando lo que generó esa franja, al final uno concluye que el FA no ha incorporado el aprendizaje y optimismo que muestra en esta entrevista.
Estamos en un nuevo ciclo político, ya no estamos en eso de los 30 años. Ese es un debate que se puede dar al interior de la coalición, pero hoy las personas no están esperando que nos diferenciemos o nos peguemos entre nosotros. Están esperando que lleguemos a resultados. Nuestra responsabilidad como gobierno es mantener esa línea.

Al inicio dijo que el gobierno solo saca cuentas alegres, pero en esta primaria votó menos gente que en la de 2021.
Todas las primarias tienen lugar en un contexto específico. Estas fueron primarias oficialistas, de un sector que es gobierno, que no es oposición, como sí lo fue en 2021, con un clima distinto al de las primarias anteriores. Voy a estar atento a las evaluaciones que hagan los partidos respecto de la participación.
Pero usted puede tener una opinión, al final un gobierno se evalúa por su capacidad de movilización.
El clima de la última primaria de nuestro sector era completamente distinto. Un Chile hiperpolitizado, hiperactivo, y este es un Chile que ha tenido elecciones cuatro años seguidos, dos constitucionales que no llegaron a puerto. Hay que ponderar bien el clima y el ánimo nacional. El hecho de que hayan sido primarias de una coalición que es gobierno tiene que estar metido en la ecuación de evaluación.
¿Esta primaria fue un retroceso para el FA?
No, para nada.
No lograron ni dos dígitos.
Cualquier partido tiene que evaluar los resultados y lo que la ciudadanía espera es que sean honestos a la hora de hacerlo. Pero yo como ministro del Presidente Boric creo que hay puras cuentas alegres que sacar.
Usted, definitivamente, es un optimista. ¿Cómo se condice su relato con el hecho de que este gobierno tenga una constante reprobación ciudadana en torno al 70%?
Yo soy optimista, porque estoy orgulloso de lo hecho estos tres años, incluso con todas las luces y las sombras, como las tiene cualquier gobierno. Obviamente se pudieron manejar mejor muchas controversias. Pero si uno mira las demandas fundamentales de la sociedad chilena, y no solamente lo que le interesa a los políticos, este gobierno ha echado para adelante cambios muy valorados por la población. Y, bueno, gobiernos valorados con el 70%, la verdad es que hay que buscarlos con paleontólogos en el planeta. Hoy día lo que enfrentamos es un fenómeno de volatilidad en la aprobación. Eso no es algo que me quite el sueño.
Al inicio también reivindicó el pragmatismo del gobierno. Si uno piensa en su trayectoria, sus opiniones hace varios años y las de su partido, que justamente criticó esos avances en donde solo se lograban en la medida de lo posible, ¿por qué ahora lo reivindica como algo positivo?
Hay un reduccionismo de lo que fue la crítica a gobiernos anteriores por parte de la izquierda en general, no solo de mi partido, porque el debate siempre fue mucho más de fondo que simplemente decir que no se logró el 100% de las cosas. Yo reivindico el pragmatismo de nuestro gobierno, porque los gobiernos vienen a concretar logros que tengan impacto en la vida de las personas, que reduzcan la jornada laboral, que incrementen el crecimiento del país, que expandan los derechos sociales. Y nosotros no ganamos en primera vuelta, y pese a ser minoría en el Parlamento, se ha avanzado. Ese es un pragmatismo que demuestra una capacidad de diálogo político, no de renuncias, sino que de diálogo y de hacer avanzar las cosas poniéndose de acuerdo.
Logros en Bienes Nacionales
¿Cuáles han sido los logros de su gestión al mando del ministerio?
Este ministerio ha transferido un 2.000% más de terrenos fiscales para vivienda que el gobierno anterior en el mismo periodo. En la administración anterior se habló con harto marketing de un banco de suelos, pero era un lunar al lado de la cantidad de superficie que con buena gestión este ministerio ha dispuesto para construir vivienda social bien ubicada, no en la periferia de las ciudades. Todo eso sin relajamientos normativos, con pura buena gestión, y eso se traduce en que las personas van a recibir muchos años antes la vivienda definitiva. Este ministerio, además, ha hecho mucho en contribuir a la transición energética. Hemos concesionado un 20% más de superficie fiscal para proyectos de energía renovable. Y eso incide directamente en llegar más pronto a la meta de la descarbonización de nuestra matriz.

¿Y en materia de derechos humanos?
El 50% de los sitios de memoria del país se gestionaron en los tres primeros años del gobierno del Presidente Boric. Y son sitios de memoria emblemáticos. Eso es tremendamente valioso en un contexto de negacionismo.
¿Le preocupa que esos logros se opaquen por el escándalo de la casa de Allende?
No, sinceramente no. Ese tema, obviamente, ocupó mucho espacio y tiempo de la discusión pública, pero lo que va a quedar de este ministerio es haber puesto de manera oportuna y eficaz la propiedad fiscal de todos los chilenos en función de los desafíos más grandes del país en materia de vivienda social, energías renovables y derechos humanos.
¿En dónde van a estar puestas sus fichas en la recta final del gobierno?
Tenemos que mantener el tranco en la contribución de suelo a viviendas y energías renovables, porque eso contribuye a desafíos país muy urgentes, pero además estamos trabajando en este último tramo en fortalecer las competencias del ministerio para que sea más eficaz. El ministerio que vamos a dejar va a tener muchas más capacidades de hacer un mejor uso de la propiedad fiscal. Eso lo podemos ver, por ejemplo, con los desalojos. Por diversas razones han proliferado las ocupaciones ilegales en inmuebles fiscales, pero el ministerio no solía tener una gestión muy ágil en este sentido. Pedía los desalojos y quedaban en los escritorios. La cantidad de suelo fiscal que hemos desalojado y puesto a disposición de proyectos sociales es muy grande. La cifra que esperamos es de 212 estadios nacionales de suelo fiscal desalojado en los tres primeros años del Presidente Boric.
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