Jorge Cash: “Desde el minuto en que la DC entre al gobierno, deja de justificarse como partido”

Jorge Andrés Cash.

El expresidente de la JDC renunció a la colectividad para poder tener libertad a la hora de apoyar el Rechazo. Fuera del partido, busca reencontrar a otros exmilitantes de su generación para conformar un nuevo proyecto político.


“Nadie quería ir de candidato por La Condes (para competir contra Francisco de la Maza en 2008) y el día de la inscripción Soledad Alvear (entonces presidenta de la DC) me pidió ser candidato. Me inscribió el mismo día”, recuerda Jorge Andrés Cash, expresidente de la JDC, quien la semana pasada renunció a la colectividad para poder tener libertad a la hora de apoyar el Rechazo.

“Atrévete con Cash, refresca Las Condes”, fue el lema de su campaña testimonial, en la que repartía naranjas, precisamente tratando de jugar con el eslogan de la bebida gaseosa.

Hace cuatro años, formó un referente generacional en la DC, conformado por militantes menores de 35 años, el G-35, que pretendía renovar al partido donde militó 25 años y con el que tiene, además, una larga historia familiar.

Su bisabuelo Ricardo Boizard fue uno de los primeros diputados de la Falange; su tío abuelo Raúl Sáez fue ministro de Eduardo Frei Montalva; y su abuelo Jorge Cash fue uno de los que firmaron la carta de los 13 que condenó el golpe militar en 1973.

En su carta de renuncia, revive la idea de una división pactada para superar la crisis DC. ¿Tiene alguna viabilidad? He escuchado a dirigentes señalar que, por lo general, los divorcios nunca son amistosos.

Era viable en 2017, cuando la directiva de Carolina Goic, con ella como candidata presidencial, levanta la idea del camino propio. Nosotros levantamos un movimiento la G-35 para evitar el camino propio con las consecuencias electorales que iba a tener para la DC. Apostábamos la unidad del centro con la izquierda y señalamos que ante la división de miradas, era necesario un quiebre pactado para viabilizar la existencia de dos partidos distintos. No fue posible y terminó con la salida de muchísimos militantes de renombre como Soledad Alvear, Gutenberg Martínez y Mariana Aylwin.

¿Hoy no cabe una ruptura amistosa?

La decisión de la directiva de Felipe Delpin, de pasar por alto la solicitud respetuosa que realizaron nueve expresidentes DC, en orden a debatir la libertad de acción en la junta nacional (que zanjó el apoyo al Apruebo), instaló una lógica de bandos y una lucha ideológica, que a estas alturas hace difícil una división amigable.

Con estas definiciones, ¿ve a la DC dentro del gobierno?

Desde el minuto en que la DC entre al gobierno, deja de justificarse como partido. La única posibilidad que tiene la DC de sostenerse en el tiempo, es mantener absoluta independencia política del gobierno. No para ser oposición, sino para tener independencia de juicio, valoración y acción en esta coyuntura histórica, donde no se puede ser servil a un gobierno que está jugado en una opción que no favorece la unidad de los chilenos.

¿Ve una nueva fuga de militantes?

Es que la actual directiva ha decidido expulsar de hecho a militantes que piensan distinto. Sin un pronunciamiento del Tribunal Supremo, está expulsando a quienes piensan distinto.

¿Cortando el margen de acción a los que están por el Rechazo?

Exactamente.

La directiva DC ha dicho que no está detrás de la presentación en contra del expresidente Frei, del exconvencional Chahin y de los senadores Walker y Rincón. ¿Ud. sospecha que estuvo detrás?

No me atrevería a asegurarlo, pero me llama la atención la cercanía que tienen los denunciantes con ciertos miembros de la mesa directiva. Creo que el Tribunal Supremo no va a sancionar a ninguno de los camaradas. Sin embargo, que se haya declarado admisible la posibilidad de expulsar a un expresidente de la República, a dos senadores y un expresidente de partido, tiene una significancia. Fue el hecho que gatilló mi decisión de presentar la renuncia.

¿Qué planes tiene ahora?

Con la decisión del camino propio, renunció buena parte de mi generación, muy talentosa. Un 80% se encuentra fuera de la DC y hay un porcentaje que está en el partido aún, pero con serias dudas acerca de su militancia. Yo voy a destinar esfuerzos para que ese mundo se vuelva a reencontrar.

¿La idea es organizar un nuevo partido?

El primer esfuerzo es organizarse en torno a un centro de pensamiento y evaluar la posibilidad de construir un nuevo instrumento político.

¿En ese espacio, caben dirigentes más históricos de renombre (Alvear, Martínez, Aylwin)?

No. Sería un esfuerzo que estaría circunscrito a nuestra generación.

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