Julio Ñanco, consejero electo de RD: “Está claro que no podremos lograr todos nuestros objetivos y por eso ajustamos nuestras expectativas”

El arquitecto mapuche del Frente Amplio será uno de los 16 escaños que tendrá el oficialismo en el futuro Consejo Constitucional. Confía en que el Partido Republicano respetará las 12 bases institucionales. "Más que límites son bases que permiten habilitar las soluciones", dice el representante de la Región de Aysén.


El arquitecto Julio Ñanco (45) es uno de los cuatro consejeros electos de Revolución Democrática (RD). Consiguió su escaño en la Región de Aysén. Luego de la victoria, Ñanco se prepara para tener un momento de descanso junto a su familia, para luego empezar de lleno con su trabajo constitucional que partirá oficialmente el miércoles 8 de junio en la sede del Congreso en Santiago.

Es arquitecto, mapuche, antes fue candidato para la Convención y la Cámara, pero no resultó electo. En este entrevista aborda el desafío de integrar el futuro Consejo Constitucional que será controlado por la derecha.

¿Por qué cree que el Partido Republicano logró una mayoría tan amplia?

Porque logró conectar con la coyuntura de la problemática que ocurre actualmente. A pesar de que se trató de separar la contingencia de lo que significa el proceso constituyente, es complejo. Por lo tanto, ellos lograron conectar con un discurso basado en la contingencia.

¿Cree que el buen resultado del Partido Republicano es una reacción que demuestra disconformidad con la gestión del gobierno?

Podría ser interpretado así. Siempre que hay una medición electoral, aunque uno no lo quiera, hay una medición del contexto, de la contingencia y del rol del gobierno.

¿Qué autocrítica hace usted como integrante de la coalición oficialista?

Nos faltó mayor impulso en términos informativos para que la ciudadanía pudiese despejar dudas y entendiera que esto es un trabajo que va más allá de lo que es un periodo de gobierno. Haber aumentado la difusión de manera objetiva hubiese permitido separar la contingencia de lo que es la tarea constituyente.

¿Cómo proyecta que será el trabajo en un órgano redactor en que los dos tercios, es decir el 66% del consejo, va a estar controlado por la derecha?

Yo confío en que quienes nos sumamos a este proceso como candidatos y candidatas respetemos el marco que regula este proceso, sobre todo, las 12 bases institucionales. Ahí se garantiza que vamos a partir sobre pisos mínimos que son compartidos y las transformaciones que son necesarias para mejorar la calidad de vida de las personas. Respetando ese marco institucional podremos llegar a los acuerdos. Nosotros no vamos a ganar todo lo que esperamos, está claro que no podremos lograr todos nuestros objetivos y por eso ajustamos nuestras expectativas. Pese a eso, queremos generar consenso en términos comunes como mayor descentralización, derechos sociales, que pasemos a un Estado social de derecho y el reconocimiento constitucional de los pueblos originarios vamos a generar las soluciones que permitan más adelante generar las leyes para resolver los problemas de la gente.

¿Cómo toma las declaraciones del diputado Kaiser, quien aseguró que no respetará la base que define al Estado como un Estado social?

Yo confío en las otras voces del Partido Republicano que también hablan de que se va a trabajar, se va a conversar y se va a respetar lo que se pactó.

Antes comentó que no van a alcanzar todos sus objetivos. ¿Eso significa hacer un ajuste de expectativas en relación a las que han sido sus principales banderas?

En la campaña promovimos ideas de manera responsable teniendo en consideración las 12 bases. Para nosotros más que límites son bases que permiten habilitar las soluciones. Por lo tanto, lo que estamos promoviendo se enmarca dentro de lo que existe en las bases constitucionales. De ahí deberíamos partir. Tener un proyecto más amplio como lo que fue el proceso anterior está claro que no va a ocurrir.

¿Cómo llega el oficialismo después de una derrota tan devastadora a trabajar al Consejo? ¿Llegan con los brazos caídos?

No, llegamos con optimismo. Entendemos que hay una realidad que es distinta, por lo tanto, las expectativas van en ese sentido y siempre disponibles a trabajar, dialogar y conversar. Eso permitirá dar las soluciones y hablar con todos los sectores. Hay disposición en trabajar y tender puentes para acercar posiciones, respetando nuestras diferencias, pero alcanzando las soluciones.

¿Cree que hay garantías de que se pueda terminar con éxito este proceso y entregar un texto que sea aprobable en diciembre?

En la medida en que respetemos las bases institucionales y logremos los mínimos comunes para generar una Constitución que permita que todos nos sintamos interpretados, vamos a llegar a diciembre de buena manera. Es importante que la ciudadanía esté consciente del proceso, lo haga suyo y no se sienta marginada. Tenemos que despejar los mitos de quienes ya quieren rechazar sin conocer un texto que recién se esta escribiendo y que nosotros conoceremos recién más adelante.

¿Va a insistir en temas como la paridad o los escaños indígenas a pesar de que no tendrá los votos en el Consejo?

Sí, al menos en el tema de los pueblos indígenas lo que uno espera es que actualicemos nuestras normas a lo que el Estado firmó en los tratados internacionales, que son derechos políticos. Los derechos políticos se pueden materializar a través de los escaños, esa es la fórmula en la cual nosotros creemos que se puede garantizar la representación política y es lo que nosotros vamos a promover. Tenemos que estar conscientes de que quizás no alcancemos los votos necesarios, pero sí es una bandera que debemos promover.

¿Quedaría conforme con un modelo de escaños para pueblos indígenas como el que se diseñó para el Consejo?

Es una fórmula posible. Nosotros esperaríamos que esa expresión también esté dada en las distintas instancias políticas, desde los gobiernos comunales, gobiernos regionales y Parlamento. Hacia allá queremos avanzar, pero entendemos que quizás no logremos la votación suficiente para lograrlo, pero si esta fórmula también permite resolver la representación política y desde ahí seguir avanzando, podría ser una alternativa.

¿Cómo deben ser las normas que regulen la provisión de los derechos sociales? En salud está radicada la pelea política más grande de los expertos.

La regulación en materia de derechos sociales, desde la perspectiva de la región de Aysén donde la oferta privada no le es rentable llegar allá y, por lo tanto, la atención de salud en términos de complejidad se da en hospitales públicos tenga uno isapre o Fonasa, tiene que tener una perspectiva territorial. En el caso de los territorios como Aysén, ahí se justifica que la provisión en primer lugar debe estar garantizada por el Estado. Si hay oferta privada, obviamente también se tiene que posibilitar. No estamos en contra de que los derechos sociales sean habilitados por una oferta privada, pero sí en primer lugar tienen que garantizarse por el Estado como ocurre en Aysén a través de la disposición de los servicios públicos. Claramente el Estado debe tener un rol regulador en la provisión de los derechos.

La pugna más grande en la Comisión Experta se da en un inciso que el oficialismo plantea que constitucionaliza las isapres. ¿Está de acuerdo con que la libertad de elección en salud sea a nivel de asegurador y de prestador?

Avanzar hacia ese nivel de detalles no sé si sea la solución. La Constitución primero debiese indicar el derecho a la salud y las fórmulas de cómo eso se despliega deberían estar otorgadas a la ley.

¿Está de acuerdo con la barrera electoral del 5% que aprobaron los expertos?

Sí, estamos de acuerdo con aquello, a pesar de que nos podría afectar. Hay que ser responsables con la situación de gobernabilidad.

¿Está de acuerdo con avanzar hacia listas electorales cerradas?

Esa definición no la tengo clara todavía.

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