Política

La gran decisión de Evelyn Matthei

En la recta final de la campaña, la encrucijada de la exalcaldesa -para conseguir el pase a la segunda vuelta- apunta hacia dónde mirar: a la derecha, para no entregarle las llaves de ese sector a Kast, o hacia el centro político e incluso a un Socialismo Democrático que se quedó huérfano tras la derrota de Carolina Tohá. Una apuesta que tiene riesgos y que no está zanjada.

La gran decisión de Evelyn Matthei. MARIO TELLEZ

La gran definición política que enfrenta Evelyn Matthei es si gira hacia el centro, e incluso a la centroizquierda, o no.

Esa es la encrucijada de fondo que se ha tomado la discusión al interior de Chile Vamos y del comando de la exalcaldesa.

La opción se empezó a sopesar antes de las primarias, cuando los sondeos empezaron a dar por ganadora a la abanderada del PC, Jeannette Jara, cuyo triunfo dejó huérfano al centro político. Y la visibilizó este viernes Juan Luis Ossa, coordinador programático de la exedil, en Desde La Redacción de La Tercera, al plantear que “hay que hablarle al centro e incluso a la centroizquierda que está desencantada”.

Pero no hay acuerdo.

En el corazón de la campaña admiten que, además de Ossa, personeros influyentes, como los exsubsecretarios Rodrigo Ubilla y Claudio Alvarado, comparten la misma tesis política. Y que otros, como la periodista Fernanda Otero y el extimonel UDI Ernesto Silva, tienen otra visión. Por ejemplo, que el centro político se vació y que, si bien hay que elegir un posicionamiento, este debiera darse no en clave política, sino que conectando con los principales problemas de las personas.

JAVIER SALVO/ATON CHILE

Pero sí coinciden en dos puntos: en que es imposible que Matthei crezca hacia la derecha más dura, porque ese espacio está ocupado hasta el último milímetro por el republicano José Antonio Kast y Johannes Kaiser, de Nacional Libertarios, y que los cinco puntos que le arrebataron en los últimos sondeos son prácticamente irrecuperables.

Como contrapartida, hacen ver que la exedil tiene a su haber el hecho de ser la única abanderada de derecha que puede captar el voto del centro -el voto moderado- y también el sufragio de una parte del Socialismo Democrático que quedó sin representación tras la derrota de Carolina Tohá, donde observan que si bien no están dispuestos a salir del clóset, sí podrían sufragar por ella sin problemas en la reserva de la urna de votación.

De ahí que se esté poniendo especial atención a los análisis de figuras del Socialismo Democrático, entre ellas Ernesto Ottone -quien ha dicho por estos días que “no se puede ser demócrata y marxista leninista”-, para conocer el virtual comportamiento de ese sector.

Los riesgos que avizoran para dar el giro no son menores. El principal es la pérdida de parte del electorado de Chile Vamos, cuyas bases son celosamente de derecha, con lo que un viraje de ese calibre podría arriesgar entregarle las llaves de ese sector a Kast. Por eso se habla de que es una definición “estructural”, que requiere de “coraje político” y que involucra estructuralmente a los tres partidos de la coalición.

A ello obedece la tensión.

De ahí que el presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, saliera a afrontar la disyuntiva bajo el siguiente principio: “Evelyn Matthei es una mujer de derecha, con ideas de derecha, pero que entiende que en las reformas importantes es necesario construir grandes mayorías”, dijo a El Dínamo. Y que “esa ponderación y capacidad de escucha de las ideas del adversario le hacen sentido a un mundo moderado”.

El presidente de la UDI, Guillermo Ramírez, y el diputado Juan Antonio Coloma, en el comando de Evelyn Matthei. Andres Perez

Para el comando -en este minuto- la campaña se juega en la calle y también en la élite, donde buscan resguardar la candidatura de Matthei. Por ello consideran fundamental como señal política el apoyo otorgado por figuras de la ex Concertación, como René Cortázar, Mariana Aylwin, José Pablo Arellano, Jorge Schaulsohn, Jorge Burgos, Pablo Piñera, Pedro García y Clemente Pérez, y el respaldo de Amarillos. Flujo que esperan que continúe con Demócratas y su precandidata presidencial, la senadora Ximena Rincón.

“Esto se va a ganar en el terreno. Va a haber que correr por dos caminos: mantener a la gente de derecha y centroderecha, porque uno no puede renunciar a sus principios y valores, y también crecer hacia el centro”, sostiene el diputado UDI Juan Manuel Fuenzalida.

Si bien en Chile Vamos existe la convicción de que cuentan con la mejor carta a la Presidencia, apuntan sus dardos a la falta de una estrategia clara. Y sostienen, incluso, que el diseño se parece más a una campaña municipal que a una presidencial.

“No resistimos dos semanas más a la baja”, enfatiza una fuente, que reclama decisiones profundas y rápidas.

La inquietud la visibilizó públicamente Pablo Longueira -el histórico excoronel de la UDI-, quien aparte de plantear la idea de ir derechamente por un gobierno de unidad nacional, alertó que Matthei “tiene 15 días muy decisivos” para posicionar su opción.

En el comando -sin embargo- los plazos son más amplios. Hablan de julio como el mes clave, por la presión, además, que van a empezar a imponer los candidatos al Parlamento.

La cita en el O’Higgins

El martes 1 de julio -cuando ya se habían masticado los resultados de las primarias oficialistas-, Matthei llegó hasta el histórico restaurante O’Higgins, ubicado al frente del Congreso, en Valparaíso, para marcar el puntapié de la recta final de su campaña a La Moneda, junto a los diputados de Chile Vamos. “Estoy convencida de que vamos a ganar”, les dijo.

Evelyn Matthei en la reunión con diputados de Chile Vamos en el restaurante O'Higgins, en Valparaíso.

Pero esa noche entre los asistentes había preocupación.

La baja en las encuestas, que ya acumula cuatro semanas, está generando un fuerte ruido en las bancadas de los tres partidos de Chile Vamos. Las cuentas indican que falta un poco más de cuatro meses para la primera vuelta y, por tanto, un escaso tiempo para revertir la tendencia que muestran los sondeos.

“La idea era entregarle nuestro apoyo incondicional, cosa que hicimos, pero también decirle la verdad, que el asunto no estaba bien”, comenta una fuente.

Pero todo se frenó tras la intervención del diputado y jefe de bancada de RN Miguel Mellado, quien le expresó con franqueza sus aprensiones por el rumbo de la campaña. De acuerdo a distintas fuentes -el parlamentario declinó pronunciarse sobre este episodio-, le hizo ver que no había relato; que no era conveniente que ella hablara siempre, porque eso la exponía y la llevaba a equivocaciones, y que los voceros se querían llevar la pelota para la casa.

Eso molestó a Matthei. Algunos presentes relatan que la candidata -a quien algunos han visto bajo más presión- no ocultó su incomodidad y reaccionó diciendo que no iba a permitir ese tipo de cuestionamientos.

“Con esa parada de carros, nadie se atrevió a criticar nada más”, comenta un parlamentario.

La estrategia

Pese a los tironeos por un cambio de rumbo, en la sede central del comando de Matthei -en Enrique Foster, Las Condes- se asegura que la estrategia gruesa se mantiene sin grandes variaciones, salvo la decisión táctica de diferenciarse de Kast y de Jara, sin entrar en disputas.

Bajo esos lineamientos, la performance de la recta final se inauguró la misma noche de las primarias, día en que la exalcaldesa apareció rodeada de mujeres, apuntando al voto femenino, que es esquivo para Kast y donde Jara tiene llegada. Una estrategia que reforzó hacia ese electorado esta semana con el aterrizaje de la exsubsecretaria de Salud Pública Paula Daza, como vocera.

Pero el asunto ha tenido traspiés. Partiendo porque para muchos en Chile Vamos Matthei perdió una oportunidad única para presentarse esa noche ante el país como la abanderada que le iba a impedir al gobierno de Gabriel Boric su continuidad y también para hacer una invitación amplia al cambio. Y, luego, por el error de calificar a Johannes Kaiser como “mucho más respetuoso de las mujeres que Kast, porque tiene una cosa mucho más liberal”, olvidando que el libertario tiene un amplio registro en redes sociales con frases polémicas hacia las mujeres, que incluso lo apartaron de republicanos en la campaña de 2021 para no perjudicar a Kast.

Aparte de las mujeres, el diseño del comando apunta a los jóvenes -pues los datos internos indican que se están yendo más con Kaiser, quien ha capitalizado la rabia ante la delincuencia y la falta de oportunidades-, y a los independientes que el 16 de noviembre irán obligados a votar. El foco es seguridad, migración, crecimiento económico y agenda laboral, donde no solo se espera un choque entre Matthei y Jara, pues ambas fueron ministras del Trabajo, sino que también a nivel de habilidades blandas, en la que ambas tienen destrezas y han marcado estilos.

“Las encuestas son volátiles e incluso contradictorias. Lo importante aquí es que somos la coalición más gravitante de la derecha, con una relevante fuerza territorial en parlamentarios, gobernadores, alcaldes, concejales y cores. Y lo que viene, de ahora en adelante, es un gran despliegue de Evelyn Matthei, quien en estos días se encuentra en La Araucanía, y también de Chile Vamos, para dar a conocer nuestras propuestas en cada rincón de Chile. Eso va a marcar la diferencia”, sostiene el diputado de Evópoli Francisco Undurraga.

La apuesta de Kast

Quien no está dispuesto a variar su diseño de campaña -que le ha permitido encumbrarse en los primeros lugares de las encuestas- es José Antonio Kast. No han definido todavía si van a inscribir la candidatura antes del cierre del plazo, el próximo 18 de agosto. Pero sí están claros en que el esquema sigue invariable en seguridad, migración ilegal y crecimiento económico.

La decisión de José Antonio Kast, abanderado del Partido Republicano, es no variar su estrategia tras las primarias del oficialismo.

“Lo único que ha cambiado es que ahora tenemos un adversario conocido en el oficialismo. Pero no vamos a hacer foco en el tema de si Jeannette Jara es comunista o no, porque eso es parte del inventario. Sí en que es continuadora de este gobierno. Pero nuestra hoja de ruta no se altera ni por los candidatos que tenemos al frente, ni por las encuestas, ni por el resultado de las primarias”, dice una fuente.

Tampoco están dispuestos a tener disputas con Matthei ni a caer en provocaciones. “Sabemos -asegura una fuente- que ella cambió de estrategia y nuestra estrategia es no hacernos cargo de su estrategia”.

Prueba de ello es que Kast solo sostuvo que “no voy a marcar la diferencia con alguien que es opositor al gobierno”, por la comparación que hizo la exedil con Kaiser sobre la píldora anticonceptiva.

Ya pusieron en marcha la maquinaria territorial, que cuenta con casi una decena de alcaldes, más de 300 concejales y unos 60 consejeros regionales. Y están en plena negociación de la plantilla parlamentaria con los Nacional Libertarios y Social Cristianos, partido que depuso la candidatura de Francesca Muñoz el domingo, tras conocerse la victoria de Jara.

La batalla de Kaiser

El plan de Nacional Libertarios, en tanto, es convertir a Kaiser en el rostro que enfrentará al Partido Comunista y a Jara en esta presidencial.

Una estrategia que le puede acarrear costos electorales, pero que también -estiman- los puede beneficiar.

En el comando de Johannes Kaiser, abanderado de Nacional Libertarios, aseguran que se convertirá en el rostro que hará frente a la campaña de Jeannette Jara. MARIO TELLEZ

En esas filas hay claridad de que al presentarse en una línea más extrema, el mayor beneficiado podría ser Kast, porque quedaría en una postura más moderada. Pero -afirman- que no están haciendo ese tipo de cálculos.

“Siempre planteamos que íbamos a iniciar nuestra campaña cuando tuviéramos al frente a la persona que ganara la primaria del oficialismo. Ganó la exministra Jara, del Partido Comunista, y vamos a dar una batalla cultural. Estamos dispuestos a ese desafío”, sostiene Cristián Labbé, jefe de campaña del abanderado nacional libertario.

El diseño contempla la proclamación de Kaiser -el próximo 12 de julio, con asistencia presencial y telemática para incluir a las regiones-, donde se va a dar a conocer el plan de gobierno, las propuestas y los equipos de trabajo.

En este complejo escenario, los comandos están ajustando sus piezas para la recta final, en la que Matthei y Kast disputan no solo el voucher para la segunda vuelta presidencial, sino que también la hegemonía de la derecha.

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