Paulina Ibarra, de la Comisión contra la Desinformación: “La libertad de expresión no está en duda, no buscamos regular a los medios”

La abogada Paulina Ibarra.

La abogada dice que la instancia -que sostuvo ayer su primera reunión- hará un informe con el estado de la desinformación en Chile, el que luego realizará recomendaciones sobre cómo combatirla, con ideas como la educación cívica. "Nos vamos a enfocar en las redes sociales", asegura.


Este martes, la Comisión contra la Desinformación convocada por el gobierno dio su puntapié inicial con la primera reunión de sus integrantes. La instancia ha sido criticada, pues sus opositores afirman que se podría atentar contra la libertad de expresión y contra la libertad de prensa, algo que La Moneda ha intentado desmentir.

La cientista política Paulina Ibarra, de la fundación Multitudes, es una de sus integrantes y defiende el trabajo de la comisión.

La comisión partió con muchas críticas. ¿Qué expectativas tiene y cuál es el objetivo que se han trazado?

Esta es una comisión que abre muchas oportunidades para la sociedad civil y recomendar a quienes toman decisiones. Nos interesa proteger nuestra institucionalidad y los espacios de participación. En la primera sesión nuestro objetivo es hacer un informe para ver cuál es el estado de la desinformación en Chile y traer nuestra experiencia. Pone el foco en buscar alternativas viables para combatir la desinformación que tanto daña a las personas y que hoy alcanza niveles tecnológicos sorprendentes.

Pero en lo concreto, ¿qué se puede esperar de esta comisión?

Primero hay que aclarar que la libertad de expresión no está en duda. Nosotros no buscamos regular a los medios. Hoy específicamente se habló de este reporte que vamos a hacer que incluye plataformas digitales y excluye a los medios de comunicación, y a los medios que están representados en forma digital. En ningún caso vamos a trabajar en definir lo que es verídico de lo que no es verídico, ni tampoco nos vamos a referir al trabajo de los medios de comunicación y la prensa. Eso no forma parte de los objetivos de esta instancia. Esto es una comisión técnica.

¿Por qué definen dejar a los medios de comunicación fuera y hablar de “desinformación” en vez de “noticias falsas”? Se les criticó porque esto podría atentar contra la libertad de prensa.

Porque en muchos casos esto puede abarcar mucho y no es concretable. Y una de las cosas que queremos es que lo que hagamos se pueda concretar en un plazo definido por decreto. Cuando vemos el tema de la desinformación nos referimos específicamente a las plataformas digitales excluyentes a los medios de comunicación. No estamos viendo los temas de libertad de expresión y libertad de prensa.

¿Cuál es la línea entre qué se entiende por una plataforma digital y un medio de comunicación?

Las plataformas digitales excluyen a los medios de comunicación y a la prensa. No hemos entrado a definir eso. Hoy, en la primera sesión, hablamos de plataformas digitales excluyentes de medios de comunicación. El alcance de nuestra comisión no es definir qué es un medio de comunicación, un medio digital o un medio de prensa.

Si no se tiene clara la definición de qué es cada uno, ¿sobre qué base van a trabajar?

Nos vamos a enfocar en las redes sociales.

Exautoridades del gobierno pasado critican lo subjetivo que puede ser determinar qué hecho es verdad y qué no.

No es materia de la comisión. No estamos aquí para definir qué es lo que es verdad y qué es lo que es mentira. La desinformación nunca es de buena fe, cuando yo inicio una campaña de desinformación o la utilizo en contra de una persona o institución, mi intención es súper clara: deslegitimar un proceso o una institución, o crear dudas sobre el trabajo de una persona. La desinformación siempre es de mala fe.

Algunos gobiernos de otros países califican como “desinformación” o “noticias falsas” hechos que puedan ser verídicos, pero que los afecten. El riesgo que se advierte es que se puede usar el término “desinformación” para desacreditar cuestionamientos legítimos.

Estamos específicamente viendo el fenómeno de la desinformación y no el de las noticias falsas. No es en ningún caso la misión ni el objetivo de la comisión. Tenemos dos objetivos: un reporte sobre el estado de la situación de la desinformación en Chile y, en base a ese reporte, hacer recomendaciones que en ningún caso podrían ser de políticas públicas. Vamos a dedicarnos a ver el tema de plataformas de redes sociales. En ningún caso vamos a regular a los medios de comunicación. Creemos que los medios son un aliado en esta lucha contra la desinformación en las redes sociales.

“No creo que cause suspicacias que el gobierno haya creado esta comisión”

¿Por qué es el gobierno el llamado a ver este tema y no otras instituciones?

Esta iniciativa surge de recomendaciones de la OCDE. Porque nosotros hemos visto estos modelos en otros países. Unesco, la Comisión Europea, están trabajando con distintos gobiernos, sociedad civil y en algunos casos el sector privado, para discutir un acuerdo y entendimiento para mecanismo de combate contra la desinformación en redes sociales. Esto de algún lado tenía que surgir, y la contraparte de la OCDE en Chile es el gobierno. Los expertos de la comisión somos todos profesionales de larga experiencia.

El gobierno ha tenido una relación difícil con la prensa. Hay otras medidas del Ejecutivo, como darles pluralidad a los medios, que han despertado mucha crítica. ¿No les genera sospecha participar de una instancia convocada por La Moneda?

Absolutamente no, para nada. Esta comisión es 100% técnica. Nosotros tenemos una misión bastante específica de cómo se toman las decisiones al interior de la comisión. Y son por consenso y no por votación. No creo que cause suspicacias que el gobierno haya creado esta comisión, porque la necesidad es real. De entender cómo nos afecta la desinformación y eso no tiene nada que ver con la posición del gobierno frente a la prensa. Esta comisión no está mandatada para una ley de medios.

¿Qué recomendaciones se podrían dar?

En Multitudes hemos trabajado específicamente el tema de desinformación de género político y el impacto que tiene en las mujeres en la vida pública. Hemos definido recomendaciones que pasan por educación cívica, entender la dinámica de las redes sociales en la gente.

Aunque se hable de plataformas en redes sociales y no medios, ¿esto no afecta la libertad de expresión de gente que quiera transmitir su opinión por estas plataformas?

Acá lo que queremos discutir es justamente la situación de la desinformación en las redes sociales. No se puede cambiar cómo la gente utiliza las redes sociales, pero creemos que sí puede haber una mejor educación cívica para que la gente pueda discernir mejor si algo que le están transmitiendo es verídico o no. Durante las últimas campañas electorales en Estados Unidos, Twitter decidió poner una pregunta a los usuarios antes de un tuit. ¿Estás seguro de dónde viene esto? Esa pausa que toma la gente tiene un impacto enorme. Queremos ver el estado de situación en Chile, y de ninguna manera decirle a un ciudadano cómo tiene que comunicarse. Tiene que ver con darle herramientas a la ciudadanía.

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