Política

Riesgo de fuga de parlamentarios a otros partidos pone presión al Congreso para apurar reforma antidíscolos

En el actual período parlamentario, 34 diputados (un 21% de la Cámara) se cambiaron de tienda, mientras que 5 actuales senadores (10% del Senado) migraron a otros grupos en los últimos 8 años.

Valparaiso, 18 de noviembre 2025 Sesion de la Camara de Diputados Sebastian Cisternas/Aton Chile SEBASTIAN CISTERNAS/ ATON CHILE

En alerta se encuentran varios partidos y bancadas ante el riesgo de descuelgues y renuncias de parlamentarios electos y en ejercicio, una vez que culmine el período de elecciones de este año.

En el actual período 2022-2026, 34 diputados (un 21% de la Cámara) se cambiaron de tienda, mientras que 5 actuales senadores (10% del Senado) migraron a otros grupos en los últimos 8 años.

Tras las elecciones parlamentarias, señales y temores hay varios. Incluso, la diputada y senadora electa Camila Flores (RN), a días de ganar su cupo por la Región de Valparaíso, ya declaró, en una entrevista a La Segunda, que “es muy probable que vaya de Renovación Nacional”.

En el Socialismo Democrático también hay inquietud por los futuros pasos del senador Pedro Araya (PPD), quien fue el único voto del oficialismo que aprobó la acusación constitucional contra el exministro Diego Pardow (Frente Amplio) y ha sido crítico de su coalición. El problema es que si Araya se mueve, a él lo seguirían otros.

No son los únicos. El Frente Amplio tuvo problemas en el pasado y las fisuras internas hacen temer que aquellos episodios de discolaje se repitan.

En la oposición también hay dudas de que el Partido de la Gente, que ya sufrió una fuga masiva de parlamentarios elegidos en 2021, vuelva tener el mismo problema, ahora con liderazgos tan distintos como los de Javier Olivares (PDG) y Pamela Jiles (actualmente militante reelegida por el PDG). Jiles, además, es conocida por tener un estilo autónomo.

También es una incógnita si el diputado electo Francisco Orrego (RN) y el senador electo Rodolfo Carter (independiente republicano) podrán acomodarse al perfil de sus bancadas durante todo el mandato. Carter fue elegido por 8 años y Orrego por cuatro.

Nueva ley antidíscolos

Anticipándose a ese escenario, algunas directivas de partidos y bancadas han comenzado gestiones para activar la agenda de reformas políticas con el fin de combatir la fragmentación del Congreso, reducir el llamado discolaje e inhibir esta posible migración de legisladores ad portas de un nuevo período parlamentario (2026-2030).

De hecho, hay dos reformas complementarias que abordan esta problemática. Una fue presentada por el gobierno con el fin de subir las exigencias para constituir partidos y fortalecer a los comités parlamentarios. La otra, un cambio a la Constitución impulsado por un grupo transversal de senadores, que establece un umbral para que los partidos tengan representación en la Cámara y que castiga con la pérdida del escaño a aquel legislador que renuncie a su colectividad con la que fue elegido.

De hecho, la reforma de los senadores, que ya fue despachada por el Senado y está lista para ser votada en la sala de la Cámara, también advierte que “no podrá jurar o prometer el diputado o senador electo que de forma previa a su investidura renuncie al partido político que hubiere inscrito su candidatura”.

Apertura

El diputado Luis Cuello (PC) dijo estar “de acuerdo” en una nueva ley antidíscolos “en que se establezca alguna norma que permita defender y respetar la soberanía popular, porque la gente cuando nos elige vota por una persona, pero también por una idea y por un partido. Entonces, yo creo que es un engaño a la ciudadanía, es un fraude, es una estafa, que alguien sea elegido por un partido, después aparezca en otro, al poco tiempo”.

El senador electo y actual diputado, Andrés Longton (RN), también se declaró “de acuerdo en la reforma del sistema político”, que al menos ayudaría a “disuadir” a que ciertos parlamentarios renuncien a sus colectividades de origen.

El diputado Raúl Soto (PPD) señaló que “hay un diagnóstico absolutamente compartido, de que el sistema político no funciona de manera correcta”, pero planteó que debiera hacerse un ajuste pausado y conversado y no un cambio brusco hacia una “verdadera dictadura de los partidos”.

El diputado Jaime Araya (indep. PPD), también sugirió “una transición”. “Si se trata de mejorar el sistema político, una norma antidíscolos, se requiere de un tiempo razonable. Es evidente que a la luz del resultado presidencial habrá un reacomodo de fuerzas. Aquello requiere tiempo, al menos 24 meses, de tal manera que se permita la confluencia de fuerzas políticas”.

El presidente de la Cámara, José Miguel Castro (RN) se mostró abierto a colocar el tema en discusión. “Si al gobierno le interesa y pone una urgencia, yo la voy a respetar. También voy a conversar si existe un interés de los partidos de oposición, pero estamos completamente abiertos a discutir este tipo de iniciativas y también si es que existe alguna indicación transitoria para poder hacer un puente en términos de tiempo”.

Partidos golpeados

La amenaza de Camila Flores solo reabrió un fenómeno que ha golpeado históricamente a RN. En el último período renunciaron al partido o la bancada -en el caso de los independientes-, 5 diputados elegidos con sus banderas (Erica Olivera, Francesca Muñoz, Leonidas Romero, Sofía Cid y Catalina del Real) y un senador (Juan Castro).

Desde 2022, los republicanos también estuvieron cerca de ese récord negativo al perder a 4 diputados entre militantes e independientes asociados (Johannes Kaiser, Gloria Naveillán, Gonzalo de la Carrera y Cristóbal Urruticoechea) y un senador (Rojo Edwards), aunque también en el último período, la colectividad de José Antonio Kast pudo arroparse con 4 diputados más provenientes de otras tiendas.

La UDI sufrió la partida de 3 diputados (Renzo Trisotti, Álvaro Carter y Cristián Labbé), pero se nutrió de otros dos.

Evópoli perdió dos diputados (Hotuiti Teao y Christian Matheson) y una senadora en el período anterior (Carmen Gloria Aravena). Si bien el senador Sebastián Keitel renunció al partido, se mantuvo en la bancada.

El PDG eligió a 6 diputados y llegó a conformar un comité con otros tres legisladores independientes. Al final todos se fueron y la bancada desapareció, hasta que Jiles la reactivó al fichar en la colectividad de Franco Parisi.

Los socialistas solo tuvieron una baja (el diputado Jaime Naranjo), al igual que los comunistas (la diputada Carolina Tello), los radicales (Andrés Jouannet), los ecologistas (Viviana Delgado), el Frevs (Félix Bugueño) y el PPD (René Alinco).

Los tres partidos que dieron origen al Frente Amplio fueron el colectivo de izquierda que más bajas enfrentó con 5 diputados ya sea militantes o independientes elegidos bajo su alero (Camila Musante, Marcela Riquelme, Consuelo Veloso, Tomás Hirsch y Ana María Gazmuri). Si bien Hirsch y Gazmuri siempre fueron considerados dentro un plan instrumental, previamente acordado, para maximizar resultados electorales, las relaciones con el Frente Amplio terminaron tirantes. De hecho, ambos legisladores, hoy militantes de Acción Humanista, fueron algunos de los que aprobaron la acusación contra Pardow (Frente Amplio).

La DC, en tanto, sufrió la baja de 3 diputados (Joanna Pérez, Miguel Ángel Calisto y Jorge Saffirio y dos senadores (Matías Walker y Ximena Rincón).

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