“Mi primera cuenta pública desde la casa. Con mi nene atentos al discurso del Presidente Gabriel Boric”, publicó Camila Vallejo (PC) en su Instagram, el domingo pasado, en plena cuenta presidencial. La ministra secretaria general de gobierno, quien se encuentra con su periodo de posnatal, acompañó su mensaje con una foto de los pies de su hijo Rafael -que el miércoles cumplió cuatro meses- con una antigua radio casete de fondo.

Más tarde, la vocera reposteó una historia de la cuenta @contingenciapolítica, que contenía un link a una “recopilación de los logros del gobierno”, bajo el título “¡El mejor gobierno desde el retorno de la democracia!”.

Desde su entorno señalan que a Vallejo “le pican las manos” por volver a La Moneda y retomar sus funciones como vocera de gobierno y figura clave de un deslucido comité político.

En los pasillos de Palacio trascendió en las últimas semanas que la geógrafa -la única sobreviviente del entorno más cercano al Presidente- podría adelantar el fin de su posnatal, lo que fue descartado desde la Segegob. Una decisión en esta línea, explican, sería vista como una señal contraria al derecho de las mujeres que trabajan, mensaje que resaltó la exdiputada antes de salir con prenatal el 23 de diciembre de 2024.

Cercanos a la ministra cuentan que, a diferencia del nacimiento de su primogénita, Adela Sarmiento -en octubre de 2011-, cuando retomó su trabajo como diputada a los pocos meses de ser mamá, esta vez Vallejo se propuso aprovechar al máximo este tiempo junto a su hijo y su marido, el músico Abel Zicavo -vocalista de la banda Plumas y ex frontman de Moral Distraída-.

La exdiputada esperará a que culmine su permiso legal, el próximo 23 de julio, cuando se cumplan casi seis meses del nacimiento de Rafael Zicavo Vallejo, quien asistirá a una sala cuna pública en Santiago Centro.

Sin embargo, su equipo de la Segegob ya comenzó a preparar su vuelta a Palacio. Un regreso “recargado”, para el cual ya trabajan un plan de medios que marque este hito.

Lejos de estar del todo desconectada, en Palacio revelan que la exdirigenta estudiantil ha mantenido un contacto permanente con Boric y que su ascendencia en el corazón de La Moneda se mantiene intacta. Incluso, jugó un rol clave en la elaboración del último mensaje presidencial del Mandatario, “pimponeando” ideas directamente con él.

También estuvo involucrada en el plan de medios poscuenta pública, que marcó esta semana la presencia del Presidente y sus ministros en entrevistas en distintos medios de comunicación y una fuerte ofensiva para invitar a votar en las primarias oficialistas del próximo 29 de junio.

Así lo dejó entrever el propio Jefe de Estado, el lunes durante una entrevista en T13 Radio, en la cual se refirió a los 25 mil funcionarios que salieron del país estando con licencia médica. “(...) Lo conversaba con la ministra Vallejo, que está en su posnatal; tenemos que preguntarnos qué es lo que pasa, por ejemplo, en la Junji, en Integra y en el sector de salud, que es donde se concentra más este tipo de casos”, dijo Boric.

También, agregan cercanos a Vallejo, en el último tiempo ha conversado mucho con Boric sobre temas de natalidad, a raíz del inminente nacimiento de Violeta, la hija del Gobernante y su pareja, Paula Carrasco.

Activar un nuevo comité político

Pero Vallejo no sólo regresa a su oficina en el segundo piso del ala suroriente de La Moneda. También volverá a ocupar su asiento en un comité político muy diferente al que dejó en diciembre y con un bajo protagonismo, el cual busca activar con su llegada.

El equipo anterior estuvo marcado por el triángulo formado por el Presidente, su exministra del Interior Carolina Tohá -actual candidata presidencial del Socialismo Democrático- y ella, el cual debió sortear una serie de crisis, como los casos Fundaciones y Monsalve y varios otros sobresaltos.

“Gobierno con la Carolina y Camila”, reconoció en varias ocasiones Boric en espacios privados con personeros del Frente Amplio. De generaciones y sensibilidades políticas distintas -una, de la vieja escuela concertacionista y, la otra, comunista-, ambas aprendieron a convivir y lograron una relación que fue yendo de menos a más en los 27 meses que compartieron en La Moneda.

Tras la salida de Tohá a principios de marzo, la llegada de Álvaro Elizalde (PS) a Interior y de Macarena Lobos (independiente cercana a la DC) a la Segpres -además de la incorporación de la ministra de Defensa, Adriana Delpiano (PPD)- al comité político, el Socialismo Democrático ha ido hegemonizando ese espacio en desmedro del Frente Amplio y el Partido Comunista. Por ello, uno de los desafíos de Vallejo será recuperar la influencia del ala izquierda en el gobierno.

Con la renuncia de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), para competir en las primarias del próximo 29 de junio, el PC perdió influencia en el equipo político. Su reemplazante, el titular de Justicia, Jaime Gajardo, no cuenta con el manejo mediático y el tonelaje político de la actual candidata presidencial comunista. Y, según afirman en Palacio, está previsto que deje el comité político al volver Vallejo.

A ello se agrega otro elemento que subrayan en la sede del Ejecutivo: la entrada en funcionamiento del Ministerio de Seguridad Pública, a cargo de Luis Cordero (independiente cercano al PS), que sacó bruscamente el tema de la delincuencia y el crimen organizado de La Moneda.

Varios personeros de gobierno cuentan que tanto a Elizalde como a Cordero les ha costado encajar en sus nuevo roles. En el caso del socialista, contrario a lo que se preveía, la ausencia de la delincuencia en su agenda ha sido un hándicap en su rol de jefe de gabinete, muy lejano al protagonismo y presencia mediática de Tohá.

Por otro lado, el regreso de Vallejo implica que Aisén Etcheverry (FA) -quien la reemplazó en estos meses en la vocería- vuelva al Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación. En este tiempo, la abogada ha ido estrechando su vínculo con el Presidente, quien la ha ido incorporando en el círculo de asesores a los que escucha. En Palacio no descartan que, después de que deje la vocería, se mantenga en algún espacio de consulta para el Segundo Piso.

El lunes pasado, durante un comité ampliado -ministros y presidentes de partido-, la presidenta del PS, Paulina Vodanovic, levantó la voz, haciendo una dura crítica a la gestión comunicacional del gobierno durante la cuenta presidencial.

La gran pregunta es cómo será esta nueva convivencia entre Vallejo y Elizalde, quienes pertenecen a generaciones distintas y tienen una influencia y cercanía diferentes -ambos- con Boric. Si la de ella es personal, tras una larga trayectoria juntos como dirigentes estudiantiles, diputados y ministros, Elizalde ha ido logrando una cercanía con el Mandatario desde su presidencia del Senado, basada mucho más en una alianza político-estratégica. El exsenador se fue convirtiendo en uno de los socialistas a los que más recurría Boric.

Su velado apoyo a Jara

-¿Podemos sumar a Camila Vallejo?-, preguntó uno de los encargados de la franja electoral en televisión de Jara, durante una de las primeras reuniones de trabajo. La ministra, según los creativos, que desconocían en su totalidad el rol prescindente del gobierno, calzaba perfecto con el mensaje de renovación y moderación que se le buscaba dar a la publicidad electoral.

Pero el “no se puede” fue inmediato, por lo que rápidamente se contactó a la diputada Karol Cariola (PC) -quien esta semana regresó al Congreso tras su posnatal- para que jugara el rol de una figura política alejada de los cánones más tradicionales del PC.

Dirigentes comunistas cuentan que en medio de la pugna interna que produjo hace unos meses la definición presidencial al interior del PC, Vallejo jugó un rol clave en favor de Jara.

Desde las sombras y sin dejar huellas, la ministra “operó” en el comité central realizado el 5 de abril para impedir que el presidente del PC, Lautaro Carmona, y el exalcalde Daniel Jadue impusieran su postura en contra de la actual presidenciable.

Con el mismo celo, la geógrafa también ha apoyado la campaña de Jara, al igual como lo hacen hoy varias otras figuras del PC que trabajan en el gobierno.

Pase lo que pase, Vallejo retomará sus tareas cuando el candidato oficialista ya esté resuelto, por lo que su tarea, señalan sus cercanos, será ayudar a recomponer una amplia mayoría de centroizquierda, incluida la Democracia Cristiana, para enfrentar a la derecha en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias.

De ahí la invitación de Boric a parlamentarios falangistas a la reunión del martes en la noche en el Palacio de Cerro Castillo, en Viña del Mar y sus posteriores guiños a la DC.

“La gran duda es cómo actuará el nuevo comité político, tras la elección del candidato presidencial oficialista, porque la responsabilidad de los gobiernos también es asegurar la continuidad de la coalición”, señala el columnista Carlos Correa.

Acuerdo político para salvar TVN

Vallejo también retomará uno de sus caballitos de batalla, el proyecto de ley que establece una fórmula mixta de financiamiento a Televisión Nacional, que hoy se encuentra en la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados y cuya aprobación se ve muy cuesta arriba en el Senado.

La iniciativa, elaborada sobre la base de un proyecto de ley presentado al Congreso en los últimos días del gobierno del expresidente Sebastián Piñera, fue duramente criticado por varios senadores el pasado 7 de mayo, tras la presentación de la cuenta pública de la estación estatal en 2024, por parte del presidente de su directorio, Francisco Vidal.

En esa oportunidad, Vidal advirtió que “con el actual modelo de financiamiento, TVN puede subsistir un año o menos”.

El plan de la exdiputada es consensuar con la oposición, especialmente con la UDI, un acuerdo político que asegure la viabilidad del canal público, fundado en 1969.

Para el gobierno de Boric no es menor dejar caer a TVN, por ello, desde la derecha temen que se busque alargar la tramitación en el Senado y que el “fierro caliente” lo tenga que tomar la siguiente administración que, según las actuales encuestas, sería de derecha.

Otro de sus proyectos emblemáticos es la Comisión contra la Desinformación, que también ha chocado con los senadores de oposición y también del Socialismo Democrático, quienes han planteado que afecta a la libertad de prensa.

En sus manos también estará el legado de Boric, que el mismo esbozó en su última cuenta ante el Congreso.

“Se gobierna hasta el final, esa ha sido mi voluntad y se la he expresado al Presidente, acompañarlo hasta el último momento”, sentenció Vallejo en agosto del año pasado.