5 consejos para cuidar los pies durante el verano

Ilustración: César Mejías.

Con el calor aparece el olor a pasto recién cortado, el del cloro de la piscina y el de los hongos en los pies. Para evitarlos, tres dermatólogos explican cómo cuidar estas extremidades en esta temporada.




Son responsables de mantenernos erguidos y los protagonistas cuando nos desplazamos. Si hablamos de pies, probablemente hay personas que están más preocupadas de vestirlos que de cuidarlos. Son una zona sensible pero que suele pasar desapercibida cuando se trata de darles resguardo, pensando sobre todo en que son los responsables de sostenernos.

Con el aumento de las temperaturas, las condiciones del pie cambian. Es cosa de pensar en nuestro calzado o los calcetines: como los pies transpiran más, solemos descubrirlos en búsqueda de ventilación y alivio ante el calor. A su vez, esto significa que estamos más expuestos ante potenciales infecciones o problemas en las extremidades.

Conversamos con tres dermatólogos, quienes nos dieron sus recomendaciones para cuidar los pies durante esta época del año.

El calor y sus efectos

“Con las altas temperaturas, los pies suelen resecarse más y los zapatos de verano pueden provocar heridas y rozaduras”, explica Rodrigo Loubies, dermatólogo y académico de la Dirección de Posgrados de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Santiago. Por eso, debe existir un cuidado más riguroso de nuestros pies durante la época estival.

“Al existir más calor ambiental, aumenta la sudoración de pies, lo que facilita el desarrollo de hongos entre los dedos”, agrega Claudia Moreno, dermatóloga de Clínica INDISA. “Pueden también aparecer unas ampollitas de agua, que pican mucho y que luego se descaman dejando una piel muy fina y sensible. Esto se conoce como dishidrosis y lo vemos con mucha frecuencia en nuestra consulta clínica”. En casos como estos, la experta señala que se debe consultar al dermatólogo para que indique el tratamiento a seguir.

Nunca a pata pelada en lugares públicos

“Aunque en general los pies están cubiertos, también transpiran y pisan distintas superficies, por lo tanto son fuente de infecciones”, cuenta Patricia Apt, dermatóloga de Clínica Las Condes. Por esta misma razón, recomienda “siempre usar algún tipo de chalas o hawaianas para ducharse fuera de casa, como también en las piscinas, ya que es muy frecuente en esta época la aparición de verrugas o de hongos en las uñas”. Agrega que los tratamientos para combatirlos son bastante “engorrosos”.

Loubies dice que “es importante que en el verano tengamos cuidado con las verrugas plantares, las cuales se adquieren al andar descalzos en lugares públicos”. Las fuentes de contagio típicas son las piscinas, los camarines o gimnasios, aunque muchos de ellos han permanecido cerrados durante la pandemia. Pero si se vuelven a abrir, hay que cuidarse en los lugares húmedos donde pueda acceder gente descalza.

Otro consejo importante que entrega el dermatólogo es que desde la pubertad todos debemos revisar entre nuestros dedos, “porque la descamación o las pequeñas heridas en los pies pueden ser sintomatologías precoces de infección por hongos”.

Donde aprieta el zapato

“Cuando aumenta el calor ambiental, y se usa un calzado cerrado, aumenta la humedad local de los pies y esto es un factor de riesgo para el desarrollo de hongos en la planta, entre los dedos e incluso puede afectar la uña”, comenta Claudia Moreno. Ante esto, la idea es preferir un calzado que permita que el pie respire y así no crear microambientes de humedad en el calzado.

En cuanto a los niños, la dermatóloga Patricia Apt explica que aquellos que suelen transpirar más de lo común, o que tienen dermatitis de pies o atópica, traten de evitar el plástico, que está presente en hawaianas o sandalias tipo crocs. “Recomendamos los zapatos de cuero o con suelas de corcho, porque ayudan a transpirar. Obviamente preferir siempre unos zapatos que dejen respirar la piel y que no sean tan cerrados”, agrega la experta.

Otra consideración especial para niñas y niños —y que también aplica a adultos— es evitar usar zapatos apretados o derechamente chicos, porque produciría alteración en las uñas. “Puede haber propensión a las uñas encarnadas, una patología difícil de tratar. Por lo tanto, ojalá que siempre el calzado para los niños que están en crecimiento sea medio número más, sobre todo si van a caminar o subir un cerro”, comenta Apt.

Una buena crema

La humectación es importante para un buen cuidado de pies, sobre todo en esta época donde aparece la resequedad. “La piel de las plantas de los pies es más gruesa que la del resto del cuerpo”, relata la dermatóloga Claudia Moreno, por lo tanto “las cremas que aplicamos ahí deberían contener mayor cantidad de lípidos y activos”. Uno de los activos que sugiere es la urea al 20%. “Esto permite mantener los pies hidratados y logra una pequeña exfoliación”, agrega.

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“Importante usar cremas que humecten bien, que dejen sensación de suavidad”, comenta Rodrigo Loubies. Si bien depende de los gustos personales, su sugerencia principal es que la persona “use la crema abundantemente”.

“Los pies son un lugar muy importante, y que así como se hidratan la cara, el cuello o el cuerpo, ojalá reciban el mismo tratamiento”, explica Patricia Apt. “Puede ser con urea o lactato de amonio; ambos los van a proteger”.

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Uña cuadrada y no tan corta

“Al cortar la uña, que queden cuadradas y un poquito largas, no tan cortas en las zonas laterales”, sugiere Patricia Apt, porque “esto también hace que haya propensión a la uña encarnada”.

La palabra uña encarnada puede provocar en muchos terror, y con justa razón. Apt comenta que “es un tema muy complicado, que muchas veces termina en cirugía, por eso es muy importante un buen corte de uñas”. No digas que no te avisamos: para evitar la uña encarnada basta con tenerlas y no tan largas ni tan cortas.

No al calcetín mojado

La última recomendación de este artículo es un clásico de temporada primavera-verano: el calcetín mojado, ya sea por transpiración o porque se empapó en el pasto o la piscina, es muy perjudicial. Si te ocurre a ti o a alguien a tu cargo, debes sacarlo, cambiarlo por uno seco o dejar los pies descubiertos.

“No está mal, tampoco, cambiar los calcetines más de una vez al día, porque los pies húmedos, ya sea por una ducha o por transpiración, son fuente importante de infección”, dice Apt.


*Los precios de todos los productos en este artículo están actualizados al 13 de noviembre de 2020. Los valores y sus disponibilidades pueden cambiar.

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