La última ofensiva de Oceana para derribar el proyecto Dominga ante el Comité de Ministros

Ministerio de Medio Ambiente responde a dueña de proyecto Dominga y niega ocultamiento de información

Oceana, representada por Ezio Costa, abogado y el director ejecutivo de la ONG FIMA, lanzó el 15 de junio una última arremetida para derribar el proyecto Dominga y acompañó al expediente del caso un informe denominado ”Fundamentos para el Rechazo Definitivo del Proyecto Dominga”. El documento compila toda la información de carácter técnico presentada hasta la fecha y que sirve para respaldar los argumentos contra la iniciativa, relativos al impacto en el medio marino.


En el Comité de Ministros, entidad presidida por la ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, e integrada por sus pares de Salud, Energía, Minería, Agricultura y Economía, el megaproyecto minero portuario Dominga, que considera una inversión de US$2.500 millones, deberá enfrentar una votación clave bajo el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA).

Se trata de la última instancia administrativa con que cuenta el titular de la iniciativa Andes Iron -propiedad de las familias Délano y Garcés, en proceso de venta a inversionistas chinos-, antes de trasladar el conflicto al Tribunal Ambiental de Antofagasta y posteriormente a la Corte Suprema.

En medio de este escenario, Oceana, representada por Ezio Costa, abogado y el director ejecutivo de la ONG FIMA -entidad fundada por el abogado Fernando Dougnac-, lanzó el pasado 15 de junio una última arremetida para derribar el proyecto y acompañó al expediente del caso un informe denominado ”Fundamentos para el rechazo definitivo del Proyecto Dominga”. Este documento compila toda la información de carácter técnico presentada hasta la fecha y que sirve para apoyar los argumentos presentados por la reclamación de esta parte, relativos al impacto en el medio marino.

Según la entidad ambientalista, “científicos nacionales e internacionales han señalado que el proyecto provocará un impacto irreversible en el medioambiente y la biodiversidad”. En esa línea, agregó que el proyecto afectará al medio marino y en particular al pingüino de Humboldt, el pato yunco, las ballenas y cetáceos, el avifauna, el chungungo, y las áreas de manejo y la pesca artesanal.

Uno de los primeros problemas que identificó el estudio es que “el tránsito de las embarcaciones generará una serie de impactos en el medio marino, a partir de lo cual el titular propuso áreas de exclusión para la navegación. Sin embargo, producto de la insuficiente caracterización de la línea de base del medio marino, el titular identificó incorrectamente el radio de alimentación del pingüino de Humboldt y del pato yunco, por lo que la operación del proyecto afectaría la alimentación de estas especies”.

Ante el Comité de Ministros, la empresa, pese a que mantiene que las áreas de exclusión que propuso durante la evaluación ambiental son idóneas, propuso ampliar las zonas de exclusión para la navegación. Las nuevas zonas de exclusión alcanzarán una superficie superior a las 223.000 hectáreas, siendo incluso superior al polígono de Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos (AMCP-MU) anunciada por el Consejo de Ministros para la Sustentabilidad.

Sin embargo, según el informe de Oceana, “aún no hay certeza de que el proyecto no impacte el comportamiento de alimentación del pingüino de Humboldt, debido a su incorrecta definición del área de influencia e insuficiente línea de base”.

Por otro lado, el impacto sobre el comportamiento de alimentación se daría sobre otras aves marinas como el yunco, que se encuentra calificada como en peligro según el Ministerio de Medio Ambiente. “La literatura disponible indica que el yunco tiene radios de desplazamiento de hasta 47 kilómetros, por lo tanto, sus sitios de alimentación también se sobreponen al área de influencia del proyecto y no se pueden descartar impactos sobre esta especie en base a las distancias señaladas por el titular”, consignó el escrito, que cuenta con 467 páginas.

Por otro lado, el proyecto produciría la fragmentación parcial del hábitat del chungungo y la disminución de su uso, ya que el puerto se ubicará en zonas o parches rocosos, hábitat natural de esta especie. Esto, a su vez, se provocaría por la alta presencia humana y al aumento de la contaminación acústica y lumínica, conllevando un mayor gasto energético para evitar la estructura, trabajadores y los agentes de perturbación.

Ruido de embarcaciones

El mismo informe de Océana advirtió que la operación del proyecto afectaría el comportamiento de ballenas y cetáceos menores, producto del ruido submarino que se generaría por el tránsito de embarcaciones, situación que no fue analizada en específico por el titular, ya que no se desarrollaron los estudios de línea base respectiva.

“Los barcos motorizados provocan comportamientos de evasión por parte de las diferentes especies de cetáceos y que afectan la comunicación entre individuos”, sostuvo el mismo documento. Sobre esa línea, recalcó que “hace más de 40 años que se sabe que el ruido antropogénico afecta a estos animales, documentándose recientemente cambios en el comportamiento de ballenas azules, nariz cuello de botella y jorobadas frente al ruido de embarcaciones. Entre los cambios conductuales graves que esto puede provocar se encuentra la separación entre hembras y sus crías, evitación a largo plazo del área, severa o mantenida de la fuente de ruido, y un cese prolongado del comportamiento reproductivo”.

Ante el Comité de Ministros, Andes Iron propuso minimizar el trayecto marítimo por el área sensible y disminuir el flujo de tránsito de naves a solo un barco a la semana, además de instalar una boya con hidrófono a la altura de Islote Pájaros e incorporar esta materia dentro de los focos prioritarios de líneas de investigación a desarrollar por el Centro de Estudios.

Sin embargo, para Oceana “las medidas propuestas por el titular en las instancias posteriores a la evaluación ambiental del proyecto, es decir, en agosto de 2021 y en marzo de 2022, queda en evidencia que estas no se basan en una correcta interpretación de la literatura científica disponible”.

Al mismo tiempo, afirma que el titular no ofrece “medidas coherentes frente al ahuyentamiento de cetáceos en la Bahía Totoralillo Norte por la construcción de proyecto”.

Respuesta

Por medio de una declaración pública, la Asociación Comunal de La Higuera sostuvo que “Dominga es un proyecto aprobado, con Resolución de Calificación Ambiental (RCA) y que ha recibido pronunciamientos a su favor en todas las instancias técnicas, lo cual genera tranquilidad a la comunidad, que tiene tradición minera y que ve con buenos ojos el desarrollo de proyectos que cumplan con la institucionalidad”.

“Los argumentos de Oceana no tienen sustento técnico alguno, tal como quedó de manifiesto con la resolución del Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta del año pasado, el cual ratificó que Andes Iron presentó antecedentes suficientes y completos, anulando el anterior rechazo del Comité de Ministros por no ajustarse a derecho (Bachelet 2)”, acotó.

Además señaló que “los esfuerzos de Oceana por trabar el desarrollo de Dominga y que ignoran la voluntad de la comunidad, se basan en fundamentos políticos e ideológicos. Así queda demostrado, por ejemplo, en que el abogado que representa a esta ONG (Ezio Costa), debutó como rostro de una de las opciones del plebiscito de salida del actual proceso constituyente”.

“Confiamos en que el Comité de Ministros resolverá en base a criterios técnicos y no políticos y escuchará a la comunidad, confirmando la aprobación del proyecto Dominga”, concluyó.

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