La importancia de entender la volatilidad en las inversiones

Durante los últimos dos meses hemos experimentado una importante volatilidad en los mercados; de hecho, agosto y septiembre muestran desempeños prácticamente opuestos en mercados accionarios globales. Motivos hay varios, aunque dentro de los más citados es la diferencia entre China y EE.UU. en materia comercial.
Ante este comportamiento y las fragilidades que aún persisten, creo que puede resultar constructivo hacer hincapié en cuán relevante es considerar la volatilidad en las inversiones personales. En diversos encuentros con inversionistas no-institucionales que he tenido en las últimas semanas, me impresiona percibir que esta preocupación está poco internalizada entre ellos.
Pongamos un ejemplo. Imagine que alguien le ofrece un portafolio con distintos activos (bonos, acciones, depósitos a plazo, cuotas de fondos de inversión, etc) que renta -en promedio- UF+8% anual. En tiempos de bajas tasas como los que experimentamos actualmente, suena atractivo.
Lo que probablemente no le digan (y prácticamente nadie pregunta) es que puede ser un portafolio de alta volatilidad esperada; en términos simples, dada la estructura del portafolio, la probabilidad de rentar UF+0% puede ser considerable (no son eventos aislados). Si alguien se deja llevar por el UF+8% y no le gusta ver variar sus ahorros mes a mes, se llevará una sorpresa nada agradable. Y, es más, cuando reciba el UF+0% no podrá volver a comenzar.
Pasamos gran parte de nuestra vida como inversionistas preocupados más de los retornos que ganaríamos en vez de qué tan "seguros" son esos retornos. Lo mismo que cuando vamos por una carretera y alguien nos adelanta velozmente.
Probablemente alguien dirá que esa persona es mucho más "eficiente" en llegar a su destino que alguien que respeta la velocidad promedio, pero lo que no considera es que la probabilidad de sobrevivir en un accidente de tránsito a una velocidad digamos de 160 km/hora es muy inferior a quien choca a 100 km/hora. Pues bien, quien toma riesgos en exceso (ir a 160 km/hora por ejemplo) solo verá el efecto de sus decisiones una vez que ocurra un evento negativo.
Corolario: la próxima vez que converse con su asesor financiero pregúntele qué tan expuesto está su portafolio a un evento muy negativo en los mercados, y revise si eso calza con su definición de "un buen dormir".
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