¿Déficit o balance estructural? El dilema del próximo gobierno

Hace algunos días se reabrió el debate sobre las cuentas fiscales en nuestro país.
Esto luego que la ex presidenta Michelle Bachelet anunciara que de llegar al gobierno realizaría una reforma tributaria que recaudaría US$ 8.200 millones que permitiría entre otras cosas financiar la reforma educacional y enfrentar el déficit estructural de 1% del Producto Interno Bruto (PIB), equivalente a US$ 2.680 millones que este gobierno heredaría a su sucesor.
Estas cifras causaron resquemor en el gobierno y las criticas no se hicieron esperar. El propio ministro de Hacienda, Felipe Larraín, cuestionó la recaudación prevista y contraatacó señalando que la gestión de la actual administración ha permitido superar el creciente déficit que heredó del anterior gobierno. Según el secretario de Estado, este gobierno ha mejorado la posición fiscal en 2 puntos del PIB, mientras que su antecesor la deterioró en 4.
Es que de acuerdo con la metodología actualizada por el Comité Asesor que presidió Vittorio Corbo, en 2009 se registró un déficit del 3,1% del PIB y no del 1,2%, como se estableció a través de la metodología anterior. Así, el gobierno que encabeza Sebastián Piñera, redujo este déficit a -2,1% en 2010, luego un -1% en 2011 y -0,6% para el año pasado.
Desde la oposición también han respondido. El coordinador programático del comando de Bachelet, Alberto Arenas, aseguró que no hay factores que justifiquen que Sebastián Piñera deje La Moneda el próximo año con un déficit de 1% en la caja fiscal, ya que no existe, a su juicio, ninguna condición macroeconómica hoy ni de los últimos 3 años, en que el país crece y con un precio alto del cobre, que sea consistente con mantener el -1%.
¿BALANCE, DÉFICIT O SUPERÁVIT?
Con estos antecedentes, entre los expertos surge la interrogante sobre si el próximo gobierno debería mantener el déficit, iniciar con un balance o incluso, en vistas a una potencial reforma tributaria -de ganar Bachelet- ser más ambicioso y aspirar a recuperar el superávit estructural de 1%.
Dicha definición, según lo señala la Ley de Responsabilidad Fiscal, deberá hacerla explícita el próximo gobierno en los 30 primeros días de gestión.
Un tema no menor considerando que entre hoy y mañana se realizará la primera reunión de los comités de expertos de PIB tendencial y Cobre, que dan inicio formal de la elaboración de la Ley de Presupuestos 2014.
A juicio del economista de Banchile Inversiones, Nathan Pincheira, "esta decisión tiene que ver con economía política", pese a que existen recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), sobre que Chile tenía que migrar hacia un balance lo más rápido posible y eventualmente volver a la regla original del superávit del 1%.
De todas formas, Pincheira asegura que esto dependerá de las estimaciones de los expertos, de cuáles sean las necesidades tributarias para cada año y también cuales son los ingresos proyectados en términos tributarios, "bajo ese contexto un balance no sería tan descabellado", explica.
Para la economista Cecilia Cifuentes de Libertad y Desarrollo, lo ideal sería tratar de recuperar el equilibrio, sin embargo, asegura que esto no es algo prioritario.
"Debería ir hacia la meta paulatina de reducir el déficit, pero tampoco me parece algo urgente ni que eso este afectando la solvencia fiscal", asegura Cifuente.
En tanto, para el economista de BBVA, Fernando Soto, pensando en la contingencia actual de desaceleración, "no es tan absurdo y es válido pensar en un déficit estructural para el próximo gobierno estrucutrales y una política fiscal que esté dando soporte al crecimiento, pensado que el PIB se aleje un poco del potencial".
En todo caso, el economista advirtió que ante la desaceleración de la economía de los últimos meses, la caída del precio del cobre y el alza de los costos de Codelco "no es poco razonable pensar en mantener el déficit y pensar en un balance estructural en el largo plazo"
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
3.
4.