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El factor MEGA: competencia mira de lejos el éxito de Bethia

Casi $12.000 millones suman las pérdidas de Canal 13, Chilevisión y La Red en lo que va del año, de acuerdo a los estados financieros publicados por las respectivas estaciones a junio. Un escenario que por si sólo ya tiene bastante preocupados a los principales directivos de los canales. Pero hoy se suma otro elemento: el factor MEGA, el cual, junto con TVN, acumula ganancias en lo que va de 2014, una vuelco radical respecto al negativo resultado que había registrado años anteriores.

El canal controlado por el Grupo Bethia ha mantenido durante este año un diseño de programación con el cual ha logrado captar gran parte de las audiencias más atractivas para los auspiciadores, la del horario prime. Esto en parte gracias a las dos teleseries de producción turca que logran día a día rating sobre los 30 puntos cada una, dejando a los demás canales a esa misma hora con rating mínimos para financiar sus operaciones.

A modo de ejemplo, el lunes recién pasado a las 20 horas, cuando tres de los canales de televisión abierta ya habían estrenado sus teleseries de producción nacional, Canal 13 marcó 6,8 puntos con “Valió la pena”, TVN 10,8 puntos con “Caleta del Sol”, mientras que MEGA registró 19 puntos con “Pituca sin lucas”. Una diferencia aún mayor se registró a las 22 horas cuando TVN registró 9,2 puntos con la repetición de la teleserie; Canal 13 marcó 8,6 con “Chipe libre” y MEGA se disparó con 31 puntos con “Las mil y una noche”.

En la industria destacan que, sobre la base que una producción nacional puede costar hasta $60 millones por capítulo, los canales necesitan un mínimo de audiencia, de lo contrario no logran saldar los costos que implica una programación de esas características. “Con lo que cobra CHV y MEGA, necesitan para financiarse cifras de rating de 18 a 20 puntos, ya que se dirigen a estratos socioeconómicos más bajos que Canal 13 y TVN. Estos últimos, en cambio, requieren rating de 12 a 13 puntos para costear sus producciones, ya que tienen un rating comercial de al menos un 35% más caro que su competencia”, explica un alto ejecutivo de la industria, quien pide reserva de su nombre. “Si un canal está tan disparado en rating, necesariamente los demás van a perder plata”, añade.

Luis Breull, académico de la U. Católica y consultor de medios, asegura que esta situación no se veía hace muchos años, sobre todo en un contexto en que el cable ha disminuido los niveles de audiencia en la señal abierta. “En los últimos cuatro años era difícil de alcanzar rating de 30 puntos con una teleserie en el prime. En ese escenario hay un canal que concentra cerca del 40% de la audiencia, lo que es un golpe muy fuerte al resto. Y cuando MEGA logre capitalizar toda las audiencia que tiene en otros horarios, el golpe será más  fuerte en términos de venta de inversión publicitaria”, afirma.

En este contexto, el analista culpa a las gestiones internas de los demás canales que no han logrado armar una parrilla programática que cautive audiencias. “No están funcionando las gestiones de Canal 13 y TVN en una industria donde no hay tiempo para aprender. Se ha tratado de adjudicar estos fenómenos a cosas puntuales, pero no es sólo la teleserie turca, sino que al noticiero también le ha ido bien y la teleserie de producción nacional dobla a la competencia. Tenemos un canal que está dejando al resto con una audiencia mínima para poder financiarse. Eso obliga a ajustar costo de producción y tamaños de dotación de personal, y se va a traducir en un remezón en la industria entera”, dice Breull.

En el caso de Canal 13, la estación controlada por Andrónico Luksic ha cambiado en menos de un año cuatro veces de director ejecutivo, cargo que ocupa desde septiembre Cristián Bofill. “Canal 13 tiene una deuda en términos de definición corporativa que lleva que las gestiones se planteen como refundacionales: llegan a hacerlo todo, en medio de un año donde la pega en el canal se hizo mal desde múltiples áreas”, explica Breull.

Mientras, en TVN, la estación televisiva estuvo sin director de programación desde diciembre del año pasado hasta julio de este año, cuando asumió Nicolás Acuña. De acuerdo a fuentes de la industria, esta vacancia determinó que el canal no estuviera en el mejor pie para enfrentar la arremetida de MEGA.

Sergio España, director de la empresa Subjetiva, que realiza estudios de comunicación para la industria televisiva, destaca: “Cuando logras armar una parrilla en el prime, con un programa atractivo, eso va beneficiando al resto de la parrilla. ‘Las Mil y una noche’ fue replicando su efecto en el noticiero central; eso da cuenta de una capacidad para estructurar una pantalla atractiva. En el caso de la teleserie turca, esta fue ofrecida a varios canales y ninguno tuvo interés de comprarla, excepto MEGA”.

España destaca además que el plus de MEGA -“y creo que en algún minuto también lo hizo Canal 13, dice”-, es que cuando funciona la grúa ésta considera levantar ejecutivos y equipos completos. “En esta industria, hoy no sirve llevarse a una persona determinante, se llevan una forma de hacer ciertas cosas. Existe inversión en capital humano, ya que no hay tiempo de armar equipos. La presión de la industria es demasiado fuerte y no da para ensayos y error. Un canal no se puede dar el lujo de esperar seis meses a que funcione su fórmula”, afirma.

Desde la industria aseguran que el modelo que ha utilizado MEGA no podría ser replicado por el resto de los competidores, ya que empresas como TVN y Canal 13 tienen una estructura mayor, que no permite de un día para otro decidir programar una teleserie de lunes a jueves en horario prime.

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