Pulso

Isla de Pascua: ¿quién se ocupa?

Chile tomó control de Isla de Pascua el 9 de septiembre de 1888, tras la firma de un tratado con sus habitantes. Mucho debemos en esta acción al marino Policarpo Toro. La isla, a 3.700 kilómetros de Caldera, tiene una superficie de 163,6 kilómetros cuadrados, casi 6 mil habitantes y es un atractivo turístico único en el mundo. Llama la atención que el actual Gobierno, al igual que todos los de la Concertación y también el de Sebastián Piñera, hayan dejado tan olvidado este territorio chileno. No hay un puerto, ni planes de construirlo. La isla podría generar ingresos importantes con un turismo bien administrado.

Sabemos que los isleños no son grandes trabajadores, tienen otros atributos y otro ritmo. No obstante, la inacción de las autoridades nos enfrentará más temprano que tarde a un conflicto mayor. Algunos isleños ya han solicitado ayuda al mediático Evo, que con tal de dañar a Chile es capaz de cualquier cosa. Asimismo, otros se han acercado a grupos indigenistas y a millonarios vagos que buscan llamar la atención con causas exuberantes. Sabemos que entenderse con los pascuenses no es tarea fácil, dada su particular mirada de la vida, del trabajo y del hombre continental. A la ya complicada situación de la Araucanía y el despoblado altiplano chileno que genera un potencial conflicto con el mundo aimara, se suma ahora la cuestión pascuense.

Sería oportuno que nuestra Presidenta, que no se pierde evento de Unasur o cuestionables viajes a El Salvador para hablar de “género” o de la RDA, se ocupara de enfrentar y ayudar a resolver los problemas internos. Este “escapismo” presidencial, intentando situar a Chile en el concierto mundial como determinante, es bastante absurdo. La inmigración ilegal, que está generando guetos de colombianos en el norte y de peruanos y dominicanos en Santiago, es otro tema que hay que abordar. Señora Presidenta, este ciudadano que recoge clamores populares le solicita respetuosamente que haga la pega en casa, viaje menos fuera de Chile y visite Isla de Pascua, la Araucanía y el altiplano entre San Pedro de Atacama y Colchane. Se encontrará con chilenos con problemas, temas no resueltos y potenciales conflictos muy complejos. Nos estamos llenando de extranjeros que entran como Pedro por su casa, sin oficio ni recursos. Luego piden salud y educación gratis. Los apoyan los “bondadosos” de siempre, con plata ajena. Gastemos recursos en nuestra gente, no comprando tierras a través de Conadi, sino mejorando educación, salud y capacitando en nuevos oficios. Postergue la parafernalia constitucional y las pésimas reformas que no ayudan a resolver los problemas que planteo. Sobran asesores y faltan hacedores. El desgobierno es total. No hay trabajo de equipo, nadie piensa un poco más allá de las próximas elecciones y sus partidarios cercanos están preocupados de cómo aferrarse al poder, más que en construir un mejor país.

Con el cobre barato, los recursos serán más escasos, por lo que seremos más pobres. Proponga a los chilenos trabajar más, enfrentar los temas y no postergar soluciones, aunque a veces deba enfrentar conflictos. No hay nada fácil. Usted lo sabe. Isla de Pascua es parte de Chile, al igual que la Araucanía. Ocúpese de estos temas. De la Antártida chilena ni hablar, pues ya ni sale en nuestros mapas, a diferencia de los argentinos, que nunca dejan de reclamarla como propia. Que el tiempo que pierden sus equipos en contestarle a Evo lo utilicen en nuestros pascuenses, nuestros aimaras y en nuestros mapuches. La mayoría es buena gente, son pacíficos y se sienten chilenos.

*El autor es ingeniero comercial de la Universidad de Chile - (amjpulso@gmail.com).

Más sobre:Portada

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

¡Oferta especial vacaciones de invierno!

Plan digital $990/mes por 5 meses SUSCRÍBETE