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Jaime Burrows cierra la puerta a cambios en el logo y a gramaje en etiquetado de alimentos

La presentación de la Encuesta Nacional de Consumo Alimentario (Enca) que revela que el 95% de los chilenos no come saludable es un argumento que Salud utilizará para insistir en el contenido del reglamento de etiquetado de alimentos propuesto, que causa escozor en la industria.

El subsecretario del ramo, Jaime Burrows, recalca que el objetivo del  texto es informar adecuadamente e ir reduciendo el alto contenido de nutrientes críticos en algunos alimentos: azúcar, sodio o sal, grasas saturadas y calorías. Por ende, cierra la puerta a cambios solicitados por la industria.

¿Por qué decidieron flexibilizar el plazo a 4 años para aplicar el 100% del reglamento?

Tras el proceso de consulta se optó por atender el reclamo de la  industria en torno a que le sería difícil alcanzar la meta en el primer año. Por eso  hemos puesto una graduación de 4 años y llegar a nuestra meta en un plazo más largo.

Aún así la industria no quedó conforme. ¿Por qué ustedes sólo trabajan en dos categorías de alimentos:  líquidos y sólidos?

Desde el punto de vista de la salud tener varias categorías es factible siempre y cuando tenga un trasfondo, que vaya en beneficio de algo. Cuando decimos que tendremos dos categorías, el trasfondo es que la  absorción de nutrientes es distinta si el alimento es sólido o líquido.

¿Y el planteamiento de la industria de contar con más categorías no cuenta con ese trasfondo?

Hasta ahora y a pesar de  haberles pedido en repetidas oportunidades que traigan una propuesta con fundamentos entendibles, razonable desde el punto de vista sanitario, no ha sido posible. Han presentado indistintos números de categorías para acomodar los límites a la realidad actual de cada uno de los alimentos, en vez de apuntar a un cambio.

¿Cuál es el riesgo de la fórmula de la industria?

No queremos que un alimento de una categoría que tiene 600 mg de sal aparezca sin etiquetado cuando aporta esa cantidad de nutriente crítico, versus, otro alimento en otra categoría que con 400 mg de sal sí aparecerá con el etiquetado. Eso es confuso para la población.

¿Y están abiertos a una nueva  propuesta de los gremios?  

Hasta ahora  no hemos encontrado una buena propuesta, pero  hemos estado abiertos a ampliar  un poco el plazo para definir el reglamento. La idea es ser  un Gobierno abierto, razonable, que escucha. Pero también este Gobierno se propone hacer un reglamento con el que podamos estar tranquilos y seguros, que apuntará al fondo para que los chilenos  estén protegidos respecto de los alimentos que consumen.

Pero ellos argumentan  que es necesario diferenciar entre alimentos con distintos procesos productivos, profundizar más allá de las 2 categorías 

Exacto, ellos dicen que hay que diferenciar, pero es muy complicado desde el punto de vista sanitario porque al final lo que importa es el contenido total de sal de un alimento.

¿Puede dar un ejemplo? 

Mire, si una categoría por sí misma contiene exceso como los snack salados, es absurdo tratar de poner un límite de sodio que acomode. Eso es  de perogrullo, sería  absurdo decir que comer uno de estos snack es saludable, al lado de comer un lácteo que está excedido en el nivel de azúcar  y que contendrá  la etiqueta como no saludable. Eso es una opción obtusa,  lo aplicable para las categorías debe ser razonable, no se pueden establecer reglas del juego confusas para la  población. No da lo mismo comer  tanta cantidad de sal.

Pero, ¿se podrán agregar más categorías o no ?

Sí. Estamos disponibles siempre que sean coherentes, que tenga una fundamentación sanitaria, nutricional desde la absorción de nutrientes. Desde lo técnico, nos gustaría alguna propuesta que atienda a algunas dificultades de una categoría a otra de acomodarse a los procesos productivos. Pedí a la industria una propuesta, no apareció  en esos términos sino que en múltiples categorías, ¡más de 17! y  que cada una acomodara sus  límites, lo que es absurdo. Aún estoy esperando, pero los plazos se acortan y nuestro compromiso es mandar este mes el reglamento a toma de razón de la Contraloría para que entre en vigencia a mediados del próximo año.

¿Le da lo mismo que hayan góndolas completas en un supermercados  etiquetadas con “Exceso de”?

Eso pasaría si un supermercado vendiera puros alimentos excesivos en nutrientes críticos. Nosotros  no queremos entrar en ese  juego porque hay distintos perfiles de supermercados. Donde  venden comida rápida habrá muchos alimentos con etiquetado; mientras que en otro recinto con variedad de alimentos procesados y saludables, sin tanta comida rápida, no habrá tantos con etiquetado. No es un parámetro que nos parezca atingente, éste del miedo de que todos van a caer en el etiquetado , no es así. No van a caber todos. Lo que esperamos es que la población pueda advertir el exceso de nutrientes críticos y que esos alimentos  no tengan publicidad a los niños ni en establecimientos educacionales.

La ley ya dice eso, ¿por qué debería ser tema del reglamento?

Claro que está en la Ley, pero cuando ellos (la industria) ponen esas categorías, vamos a tener alimentos no saludables con posibilidades de ser vendidos en los  colegios  y sujetos a la publicidad, todo porque no caerán dentro del límite.

¿Por qué cambiarán la estandarización de porción a 100 gramos?

Porque la porción no está estandarizada, es sólo una  sospecha y la Enca  confirmó  que lo de las  porciones no se cumple. En Chile comemos muchos más de lo que se plantea: si un paquete de galletas tiene varias porciones dentro, el niño se come el paquete entero. Es más fácil estandarizar en 100 gr. Qué es una porción de papas fritas para el chileno, probablemente 500 gr.

Pero nadie come 100 gr de mantequilla, entonces ¿cómo se entenderá la información?

La mantequilla ya tiene una advertencia distinta: con sal y sin sal, y tendrá esa etiqueta. El  sentido de la etiqueta es que la persona  no coma alimentos con mucha grasa insaturada u otros nutrientes.

¿O sea esta medición no se cambia?

No, porque estamos convencidos que se entiende el propósito.

¿No hay riesgo de un reclamo ante la OMC, en vista de las dudas de  distintos países?

Hemos conversado con la Direcon y lo importante acá es fundamentar  por qué, estamos convencidos de nuestros argumentos. Incluso  hemos testeado la gráfica y no  produce miedo, sino que se ve como señal de advertencia;  que la gente pueda entender que un alimento tiene exceso de nutrientes críticos  y  tiene la opción de comerlo  sin que genere miedo de que vana morir o se intoxicarán.

¿Cómo se testeó?

En focos group a través de la U. de Chile y una empresa externa. A  priori uno hubiera pensado que era mejor que el símbolo fuera rojo y el testeo nos mostró que pasaría casi desapercibido  con los colores  de los paquetes de alimentos. La idea es que sea algo que sirva, así que nuestra propuesta está bien fundamentada, no es cosa arbitraria.

¿Y si los países acuden a  la OMC?

Frente a la posibilidad de un planteamiento por obstáculos técnicos, hemos sondeado y conversado con otros países que nos felicitaron en la reunión de la FAO y nos dijeron que si nos presentaban reparos internacionales, ellos se harían parte de apoyo a nuestra posición. Este tema está siendo muy bien visto por organismos internacionales como  la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud y la FAO.

¿Finalmente, cree que llegarán a acuerdo con la industria?

Siempre hay posibilidad de llegar a acuerdo, estamos todos en buena intención, queremos el mejor beneficio para nuestros  conciudadanos. Cada uno tiene su punto de vista, pero siempre nos hemos sentado y vamos a seguir conversando. La Encuesta de conducta alimentaria pueda servir para que ellos recepcionen.

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