El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, sostiene que el “corazón” de la reforma educacional es el fortalecimiento de la educación pública. En su defensa, fijaron un paro nacional para el 25 de junio. Aborda las críticas y “mitos” sobre la docencia en Chile y apunta sus dardos hacia los que considera los “verdaderos adversarios de este proceso”: “los empresarios de la educación”. Cuestiona que el ministro Nicolás Eyzaguirre no haya convocado a participar a los actores educativos desde un principio e insiste en su agenda corta sectorial.

¿Cuál es su opinión de la reforma educacional?

Los proyectos enviados hasta ahora son tres: administrador provisional, el que pone fin al lucro, la selección y el copago, y el de la educación preescolar. Nuestra crítica ha estado centrada en el segundo. Estamos de acuerdo con sus objetivos, lo que criticamos es que el articulado. Como está presentado no nos lleva con seguridad hacia lo que se espera.

¿Qué falta en lo presentado?

Fortalecimiento a la educación pública. En el caso de la gratuidad (fin al copago), proponemos que calce con la desmunicipalización, que haya un proceso acoplado. Si no se toma ninguna medida de reforzamiento a la educación pública se puede generar un escenario que termine favoreciendo al privado y no a lo público. La otra crítica que tenemos es a la modalidad de financiamiento por asistencia, lo que no se altera en el proyecto. Ahora, el ministro dice que el proyecto de desmunicipalización cambiará el sistema de financiamiento, que sería por matrícula, pero mientras no estén los documentos es legítimo que quede la duda. Ha faltado visión de globalidad de parte del Mineduc para evitar la sospecha que se ha generado.

Al comienzo usted no participó de los encuentros y movilizaciones convocadas por los estudiantes, ¿por qué? 

Nosotros coincidimos en la crítica que tienen los estudiantes. Ahora, un gobierno que recién asume, no llevaba un mes (…) no podíamos ir a hablar con el ministro y anunciarle un paro de forma inmediata. Teníamos la confianza de que esto iba a operar de otra forma. Pero ellos optaron por otro camino: los proyectos los hacen entre cuatro paredes, los técnicos, y los mandan al Congreso. Ese fue un camino equivocado y el propio ministro lo reconoce. La autoridad ahí se equivocó, tendrá que enmendar rumbo, este llamado a la participación es un primer paso.

¿Por qué cambió su postura?

Se continuó con la forma de legislar y eso nos merece reparos. Por otro lado, vemos que se está articulando un movimiento de resistencia a estas transformaciones que está encabezado por la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide), la Corporación Nacional de Colegios Particulares (Conacep), algunos sectores de la Iglesia y ex ministros e investigadores que son partidarios de la educación de mercado, entre ellos, José Joaquín Brunner, Harald Beyer y Mariana Aylwin. Aquí hay que distinguir al verdadero adversario del proceso: los amigos que se encontraron en Pucón, donde se reunieron casi mil sostenedores de colegios, sacaron conclusiones de este evento y están organizando a los padres y apoderados. Esto nos hizo pensar en la asamblea nacional del 6 de junio que tenemos que ser más proactivos e incidentes como profesores.

¿El magisterio participará en el Plan Ciudadano Mineduc?

Hemos acordado la idea de participar, de no restarnos, pero hemos hecho algunos hincapié, que sea una participación real, no virtual. En los diálogos ciudadanos no queremos que haya un despliegue de ministros por todo el país, informen de la reforma y respondan dudas. Eso para nosotros es información, no participación. Debe haber un diseño que decante en un documento final, con consensos y disensos, que haya transparencia e información. En el caso de las mesas temáticas éstas deben ser incidentes.

¿Qué lo haría más incidente?

Una consulta o plebiscito. Es importante dirimir posiciones de mayoría y minoría. Está bien buscar consensos, pero no siempre se puede lograr, y eso no puede ser obstáculo para hacer los cambios.

¿En qué está la mesa de trabajo del gremio con el Mineduc?

Tenemos varios temas que son urgentes y de solución inmediata: la titularidad a los profesores a contrata, un nuevo plan de incentivo al retiro para la gente que está jubilando, reajuste al ingreso mínimo docente que está congelado hace cinco años y mesa de diálogo para tratar el tema de la deuda histórica. Se ha agregado un quinto punto: el exceso de burocratismo e intervencionismo en las escuelas y que ha generado un agobio docente. En las primeras reuniones que tuvimos con la nueva autoridad le expusimos esta realidad y en la primera fase avanzamos con mesas técnicas. Pero vimos que el avance era muy pobre y que los técnicos son los técnicos, y dijimos ‘esto hay que revertirlo y tenemos que negociar con la autoridad’. Hoy tenemos una mesa negociadora de trabajo de agenda corta sobre estos cinco puntos, encabezada por la subsecretaria Valentina Quiroga del Ejecutivo y yo por el Colegio de Profesores. Esta mesa se ha propuesto intentar un preacuerdo al 31 de julio para que la asamblea del 7 de agosto refrende esto y diga qué va a pasar.

Todos los profesionales son evaluados por su desempeño, ¿cuál es su visión de la evaluación docente?

Somos partidarios de la evaluación docente. Nuestro sistema educativo está lleno de mitos y que los profesores no se quieran evaluar es un mito más. Pero sí creemos que debe estar en el marco de una carrera profesional, cosa que no tenemos hoy día. La evaluación docente lleva más de diez años, sus categorías son insuficiente, básico, competente y destacado. Después de dos insuficiencias se desvincula al docente. Pero cuando una persona sale insuficiente o básico, la ley de evaluación docente contempla que esa persona tiene que ir a reforzamiento y eso no se está haciendo. Además, hay que evaluar el instrumento. ¿Cuál es el concepto de carrera docente que tenemos? Primero, es un cuerpo legal que se preocupe la formación inicial, del ingreso, del desarrollo y de la salida de todos los profesores. Y en el desarrollo vea un ascenso vertical y horizontal, que alguien pueda hacer carrera.

¿Cuál debiese ser el corazón de la reforma educacional?

El corazón de la reforma es la desmunicipalización, es el cambio de administración y financiamiento de la educación municipal. Lo que el país necesita es fortalecer la educación pública.

*Presidente del Colegio de Profesores