Las razones de la izquierda para rechazar a Ricardo Lagos el 2017
El miércoles está de cumpleaños. El ex Presidente Ricardo Lagos se encuentra en Chile y cumplirá 78 años. Y junto con esto, el ex mandatario retomará su agenda de actividades esta semana, las que han generado una serie de expectativas políticas frente al debate presidencial.
Y si bien el discurso público de los partidos de la Nueva Mayoría apunta hasta ahora a no “adelantar” la definición sobre su próximo candidato, en privado, todos reconocen que las elecciones municipales de este año “precipitarán” las decisiones.
El debate sobre las supuestas precandidaturas se ha intensificado, tanto en la izquierda oficialista y en la que se encuentra por fuera del bloque, así como entre los dirigentes de las organizaciones sociales.
En este marco, la figura del ex jefe de Estado genera un fuerte rechazo en el campo de la izquierda y los movimientos emergentes. ¿Las razones? La obra de su Gobierno, su cercanía con el mundo empresarial, su crítica “procedimental” hacia las reformas y su silencio en temas clave para el sector. Si bien algunos reconocen “avances” en su mandato, todos apuntan a que fue “neoliberal”.
De todas formas, frente a este diagnóstico común, las estrategias preliminares difieren: entre los seis partidos de la Nueva Mayoría que se definen de izquierda algunos buscan que el eventual candidato se elija o acuerde tras el compromiso con un nuevo programa político de transformaciones con miras a un segundo Gobierno de la Nueva Mayoría. Mientras que otros señalan que esta estrategia ya “fracasó” y que el amarre programático no garantizaría la profundización de las reformas.
Obra “neoliberal”
Las reformas a la Constitución en 2005, el Crédito con Aval del Estado (CAE) para la educación superior, las concesiones de las Obras Públicas y el Plan de Acceso Universal de Garantías Explícitas (AUGE) son algunos de los legados de la administración del tercer Presidente concertacionista que más despiertan críticas en el campo de la izquierda oficialista y la que está por fuera de la Nueva Mayoría.
En este contexto, el ex presidente del PS, Gonzalo Martner, sostuvo a PULSO que “hacia Lagos se vuelcan las frustraciones de la transición, que son muchas, y respecto de las cuales hay responsabilidades compartidas, colectivas”.
El militante socialista expresó diferencias con la obra del ex mandatario, como la apertura a las concesiones de las Obras Públicas, pero Martner también admitió “avances”, como “el sometimiento de las Fuerzas Armadas al poder civil, un conjunto de transformaciones, como el Chile Solidario, el seguro de desempleo, entre otros”.
“Hay una especie de ‘antilaguismo’ rayando en el insulto que no voy a compartir nunca”, advirtió el socialista, quien se manifestó como “una persona de críticas políticas” y apuntó a “ver qué programa para el futuro propone Ricardo Lagos”.
Desde el PC, las críticas a su obra son más duras. “En el Gobierno de Lagos se buscó un concepto de modernización bajo el ámbito neoliberal extremo, se hicieron muchas concesiones, muchas privatizaciones”, acusó el integrante de la comisión política del PC, Juan Andrés Lagos, quien, de todas formas, defendió de inmediato “su legítimo derecho a que, si quiere ser candidato presidencial, que lo sea”.
El militante PC recordó que Lagos “luchó contra la dictadura, y es parte de un ciclo político largo en nuestro país”, pero dijo que “a partir de las especulaciones por lo que él mismo ha dicho, o lo que su entorno ha dicho, se hace necesario un tema de fondo: que más que discutir de asuntos del pasado que no son poco importantes, discutamos cuestiones del presente y del futuro, especialmente de programas políticos y de Gobierno”.
Además, el ex asesor del Ministerio del Interior destacó que Lagos apoyó el programa de reformas de la Presidenta Michelle Bachelet, “pero hay que ver cómo se profundizan y cuál va a ser su opinión al respecto”.
¿Un nuevo programa NM?
En el PC y los sectores críticos del PS coinciden en el rechazo hacia el legado de Lagos. Sin embargo, en los últimos meses algunos de sus liderazgos han apuntado a priorizar la construcción de un programa político para un segundo Gobierno de la Nueva Mayoría, el que podría, de ser precandidato, comprometer al ex mandatario a profundizar las transformaciones.
Esto, porque entre las filas de la izquierda oficialista ya proyectan reformas para un próximo periodo, que retomen las que dejará pendiente el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
“La tendencia mayoritaria en la Nueva Mayoría y en la ciudadanía es a estabilizar y a profundizar las reformas”, argumentó Juan Andrés Lagos, quien adelantó que “el próximo periodo debería ser muy desafiante respecto a la reforma previsional, el tema del agua y el cobre en la nueva Constitución, y los pueblos originarios, porque son cuestiones que ya parecen necesidades del país para su futuro, no es una cuestión sobreideologizada”.
En tanto, desde la IC, el diputado Sergio Aguiló lanzó que “estamos hablando de una persona que cree que el país se gobierna bien tendiendo un compromiso indisoluble con los grandes grupos empresariales”.
Es que la tesis del amarre programático no convence del todo en la izquierda oficialista, y no es compartida por otros partidos y referentes de izquierda que están fuera del bloque.
El ex candidato presidencial del Juntos Podemos Más, Jorge Arrate, sostuvo que “Lagos tiene todas las condiciones para ser candidato y ser Presidente, pero yo tengo con él una diferencia política, que no tiene que ver con los fracasos y errores que haya cometido durante su desempeño presidencial”.
Arrate apuntó a que el país necesita “una transformación profunda en su sistema democrático y en las regulaciones y formas de funcionamiento de su sistema económico, y creo que el propósito de Lagos no es ese, no creo que tenga la aspiración de hacer estas transformaciones”, adelantó a PULSO.
Mientras que el diputado de Revolución Democrática, Giorgio Jackson, agregó que “más allá de su pasado contra la dictadura de Augusto Pinochet, Ricardo Lagos representa para muchos la derrota de las ideas de izquierda”.
El ex presidente FEUC no sólo recordó que el CAE para la educación superior fue creado bajo su administración: “Para problemas públicos, impulsó soluciones privadas en materia de infraestructura pública, salud y educación”, manifestó.
Jackson rechazó de plano su legado y destacó que “hoy vemos cómo aumentó la concentración de poder en empresas de infraestructura pública (energía, telefonía, entre otras), y cómo se expandió la privatización en salud (garantía AUGE en clínicas y concesiones de hospitales)”.
Los “hinchas” de Lagos
Pero no es sólo su “legado” lo que genera críticas en el campo, también son sus promotores públicos y la amenaza de que estos vuelvan a la primera línea de la toma de decisiones.
“Las declaraciones de quienes se han manifestado hinchas del retorno del ex Presidente Ricardo Lagos son los mismos que han tratado de limitar las reformas”, advirtió Juan Andrés Lagos.
El militante del PC apuntó a algunos de sus partidarios, “o los que lo levantan, que yo los ubico más bien como nostálgicos noventeros, quienes hacen mucha crítica procedimental al Gobierno, pero en verdad ellos tienen diferencias importantes en la dirección política del proceso en sí”.
En tanto, Aguiló acusó que el ex jefe de Estado “de manera más sutil que otros integrantes de la vieja Concertación, ha dejado claro que no son de su gusto las reformas que se están impulsando”.
Y mientras Jackson advirtió también que “su candidatura está siendo promovida por sectores conservadores y cercanos al empresariado, que quieren ‘mantener la calma’, lo que genera inmediatamente una idea de lo que vendría de vuelta con él”, Jorge Arrate sostuvo que le daba “lo mismo si vuelve o no Camilo Escalona y Andrés Zaldívar, si es que Ricardo Lagos va a mantener lo que Chile es hoy, sólo haciéndole retoques”.
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