Pulso

El conflicto que divide a los socios de Movitec, la empresa que ganó en la trama bielorrusa

Las familias Duch y Sekul son propietarias en partes iguales de la empresa que se asoció a la bielorrusa BelAZ para adjudicarse un contrato con Codelco, que la estatal finiquitó, el caso que origina la trama de corrupción que hoy sacude al Poder Judicial. Mientras este juicio se toma los medios, los socios de Movitec viven un quiebre interno. Los Duch acusan a los Sekul de aislarlos del control de la empresa. Los Sekul responden que los Duch quieren desligar su responsabilidad del escándalo.

Movitec, la empresa chilena que está en medio del escándalo de coimas en el Poder Judicial denominado “trama bielorrusa”, vive un quiebre interno que sus socios históricos, las familias Duch y Sekul, llevaron a tribunales.

El 15 de abril pasado, Jaime Duch Higginson, fundador y, hasta hace poco, presidente de Movitec, y su hijo Cristóbal Duch León, director, solicitaron una medida prejudicial en contra de sus socios Josip y Serjan Sekul Camus y su madre, Verónica Gumpertz, reclamando que estos los han apartado ilegalmente de la administración desde hace al menos dos años. Un periodo que coincide con los juicios y escándalos que han golpeado a esta histórica contratista minera.

La medida de los Duch, que luego de tres audiencias fallidas se espera concretar el 15 de noviembre, busca que los Sekul les exhiban 29 grupos de documentos tributarios, contables, bancarios, judiciales y societarios de la firma, pues acusan que han sido “privados de información relevante de Movitec y de su toma de decisiones”, ya que su contraparte ha “tomado de facto el control de la compañía”.

“Los directores y accionistas de la familia Duch no conocen con exactitud la situación de la compañía, las actividades comerciales que ha desarrollado, los bienes que habrían sido enajenados, ni el destino de los dineros que han ingresado a la misma”, explica la acción legal.

La historia interna de Movitec

Movitec fue creada en 1974 por Jaime Duch y Sergio Sekul Raquela en partes iguales para ofrecer servicios de movimientos de tierra, construcción y arriendo de equipos a la minería. Tras casi 50 años como socios, en septiembre de 2022 falleció Sekul. En su reemplazo quedaron sus hijos Josip y Serjan Sekul Camus en el directorio de la sociedad, donde eran acompañados por Jaime Duch y su hijo Cristóbal Duch León, y el independiente Matías Novoa.

La acción legal señala que desde la muerte de Sekul “todo cambió”, pues la empresa pasó a tener “gravísimos conflictos”.

En 2022 renunció el gerente general, Jaime Duch León, quien fue reemplazado por alguien no vinculado a las familias controladoras, Claudio Muggane, quien duró un año, pues dimitió en 2023, y lo reemplazó Josip Sekul. En el mismo 2023 renunciaron el director titular Jaime Duch León y los directores independientes, titular y suplente, Matías Novoa Avaria y Matías Novoa Mendizábal.

“La mayoría de las renuncias de dichos ejecutivos se habrían desencadenado producto de actuaciones reñidas con la ley y con la ética que habrían realizado los miembros de la familia Sekul”, afirma el documento, que también resalta que los miembros de la familia Duch observaron “graves irregularidades en la administración” de Josip Sekul, las que representaron a sus socios, pero que sólo elevaron las tensiones internas “hasta límites no tolerables”.

Así, desde ese año que los Duch han solicitado información sobre el devenir de la compañía, la que, según su presentación, los Sekul les han negado.

La conexión bielorrusa

En marzo de 2021, un año y medio antes de la muerte del fundador Sekul, Movitec se adjudicó “el contrato de su vida” asociado a la bielorrusa BelAZ en el consorcio CBM. Ganaron una licitación de movimiento de tierras del proyecto Rajo Inca de Codelco por $ 158 mil millones, donde Movitec puso cerca de 90 máquinas y BelAZ, sólo 12, por lo que la empresa chilena era la más relevante.

La relación con Codelco fue tensa, por los varios atrasos de CBM en la obra. Esto se agudizó en julio de 2022 con la muerte de un operador de camión de CBM, que paralizó las faenas por cinco meses. Los incumplimientos llevaron a que Codelco el 1 de febrero de 2023 finiquitara anticipadamente el contrato cobrando boletas de garantía por US$ 20 millones. Este golpe, que significó $ 70 mil millones de pasivo al consorcio y llevó incluso a la cancillería bielorrusa a intervenir, hacía quebrar a Movitec.

Con el fin de revertir lo obrado por Codelco, Movitec y BelAZ contrataron a los abogados Mario Vargas y Eduardo Lagos, cuyos recursos fueron rechazados por un tribunal de primera instancia y por la Corte de Apelaciones de Copiapó. Pero en la 3° Sala de la Corte Suprema, presidida por Ángela Vivanco, fue acogido en una decisión de 90 minutos para una causa que acumulaba 300 fojas y un día antes de que fuera puesto en tabla. Según la Fiscalía, Vargas y Lagos sobornaron a la jueza para que fallara en su favor.

La defensa de Sekul

Pese a que lo llaman “trama bielorrusa”, la conexión con ese país europeo es menos relevante que la participación de Movitec. Lo que se pone de manifiesto con las severas acusaciones que hacen los Duch en contra de sus socios Sekul.

En su defensa, los Sekul, a través de un “téngase presente” del 15 de julio, sacaron a relucir antecedentes que los Duch no incorporaron en su presentación. Como que el fallido contrato con Codelco fue suscrito por Jaime Duch León y que a Movitec le significó un pasivo de $ 33 mil millones, superior a todo el patrimonio de la empresa. O que tras el término del contrato con Codelco y la renuncia de Jaime Duch León a la gerencia, su padre asumió labores gerenciales en la empresa, incluso firmando cheques a proveedores por $ 17 mil millones entre 2023 y 2024.

“Dicha suma tiene su origen en los pagos ordenados por la Corte Suprema (...) Hecho plenamente comentado por la prensa nacional”, destaca la respuesta.

Y recuerda cuando Duch Higginson, como presidente de Movitec, acudió en marzo de 2023 junto al gerente general, Josip Sekul, a la Comisión de Minería de la Cámara de Diputados, en momentos en que, según los Duch, las relaciones estaban rotas y ya se conocían los supuestos malos manejos de Sekul.

Los Sekul ponen en duda, además, que los Duch no supiesen de la crítica situación de la empresa, que además de sus deudas, enfrenta dos juicios arbitrales, cinco juicios de liquidación forzosa y más de 100 juicios civiles por $ 60 mil millones.

Finalmente, los acusados elaboraron una hipótesis muy contingente sobre el actuar de sus socios: “Los solicitantes, mediante una solicitud infundada y repleta de omisiones graves, pretenden desligar sus responsabilidades en la actual situación de la compañía y la polémica destitución de una ministra de la Corte Suprema, denominada por la prensa la ‘muñeca bielorrusa’”.

Más sobre:Trama bielorrusaVivancoMovitecDuchSekulMuñeca bielorrusaJusticiaNegociosPulso

La mejor información para estas elecciones🗳️📰

Plan digital$990/mes SUSCRÍBETE