Gerente general de Colbún y el proyecto suspendido: “Antes de tres meses es muy difícil que tengamos alguna certeza de qué es lo que va a pasar”
José Ignacio Escobar, al mando de Colbún desde 2022, explica por qué la empresa decidió suspender un proyecto de US$ 1.400 millones en Taltal y por qué ocasionó tanta sorpresa la decisión del Servicio Ambiental de Antofagasta de terminar anticipadamente su tramitación. “Básicamente, no nos dejan entrar a la cancha a jugar”, resume. Pide certezas técnicas y políticas y detalla las únicas dos opciones que existen: “O no reingresar nunca más o reingresar. No hay muchas más herramientas”.
Es el proyecto más voluminoso de una ambiciosa cartera de proyectos que la eléctrica Colbún, del grupo Matte, pretende desarrollar en los próximos años. Una inversión de US$ 1.400 millones, ubicada en Paposo, Taltal, con una tecnología que existe en el mundo, pero inédita en Chile, conocida como pump storage. Colbún pretende bombear agua desalada desde un gran embalse a nivel del mar hacia otro embalse ubicado sobre el farellón costero, a 1.500 metros de altura, y luego llevarla de regreso a una sala de máquinas, produciendo así electricidad. “Es una central hidráulica dual, que funciona como bomba en las horas de sol, donde puedo obtener energía muy barata del sistema, muevo el agua del reservorio inferior al reservorio superior y luego, en las tardes, en las noches, en la madrugada, cuando se requiera, esa agua la hago caer por la misma tubería y lo que funcionaba como bomba, empieza a funcionar como generador”, explica el gerente general de Colbún, José Ignacio Escobar, 46 años.
El ingeniero dice que esta tecnología tiene una antigüedad de más de 50 años. “En Europa hay una tradición de pump storage muy larga. De hecho, los primeros sistemas de almacenamiento sostenible que existen en Europa eran pump storage, mucho antes de las baterías. Y, por lo tanto, la tecnología está muy probada”. Las diferencias son la escala y la ubicación. “Es de los proyectos de pump storage más grandes del mundo. Usualmente esto se da en reservorios naturales, en montañas que tienen algunas lagunas arriba. Esto, de alguna forma, es recrear las condiciones, en el norte de Chile, con agua desalada”.
Colbún trabajó en el proyecto más de dos años, con más de 250 personas, externas e internas, involucradas y casi un centenar de reuniones con autoridades, comunidades, pueblos indígenas y actores locales. Hasta ahora, Colbún ha invertido solo en gastos de desarrollo entre US$ 12 millones y US$ 15 millones.
En junio, la empresa presentó su Estudio de Impacto Ambiental al Sistema de Evaluación Ambiental (SEA) de la Región de Antofagasta. En agosto, el organismo declaró el término anticipado del proceso, aduciendo que la presentación carecía de información esencial que no era posible de subsanar a través de una adenda. Colbún presentó un recurso de reposición y el 17 de septiembre el organismo comunicó que acogía parcialmente el reclamo, pero que mantenía el término anticipado. El directorio de Colbún decidió esta semana suspender el proyecto. Y el caso se transformó en paradigmático. La directora nacional del SEA, Valentina Durán, removió al director de Antofagasta, mientras otras autoridades cuestionaron la decisión regional y relevaron la importancia del pump storage.
José Ignacio Escobar explica que la iniciativa que la Central de Bombeo Paposo es complementaria a otros proyectos de Colbún en la zona, como Horizonte, el mayor parque eólico del país, de una capacidad instalada de 816 MW. Además, Colbún impulsa proyectos de baterías de almacenamiento en Arica y Diego de Almagro. “El traspié de este proyecto nos hace reevaluar esta cartera de proyectos y ver si es que existe la posibilidad alguna de ir moviendo las piezas, porque lo que tenemos que lograr, como producto final, es tener un continuo de inversiones durante esta década que nos permitan ir abasteciendo los contratos de clientes que van a ir ingresando. Esto claramente nos hace repensar los timings de los distintos proyectos que tenemos”, dice como primer efecto de la suspensión.
Pero hay otro efecto de más largo plazo que Colbún calculó esta semana: la central Paposo, estiman, permitiría aprovechar el equivalente al 70% de los vertimientos registrados en el 2023 en todo el Sistema Eléctrico Nacional, y desplazaría, en las noches, emisiones con combustibles fósiles, evitando la emisión de 800 mil toneladas de CO2 al año. En términos económicos sistémicos, Colbún estima un ahorro de US$ 100 millones a US$ 150 millones.
¿Fue unánime la decisión del directorio de suspenderlo?
-Absolutamente. Es difícil seguir contemplando este nivel de gastos e inversiones con las incertidumbres que plantea el sistema de evaluación para este tipo de tecnología. En este tipo de iniciativas tú no solamente requieres la convergencia y la visión técnica; requieres también una convergencia y una estrategia clara de largo plazo de la visión más política. ¿Dónde quiere llegar el país en los próximos 30 años en materia de descarbonización y de sistemas de almacenamiento? Nosotros entendíamos que hay una visión al respecto. Lógicamente, requieres el compromiso de la empresa y de las instituciones asociadas, el mundo público, el mundo social. Si todo eso no se da y no converge, es muy difícil avanzar con esta iniciativa. Yo tengo que tener la relativa tranquilidad de que en los próximos 15 a 20 años, todas estas certidumbres estarán apuntando hacia la misma dirección. Pero si ves que no hay un horizonte claro de hacia dónde quiere apuntar Chile en estas tecnologías, cuesta convencer al directorio que apostemos y sigamos invirtiendo en una tecnología de este tipo.
¿Cuál fue el tenor de la discusión en el directorio sobre este tema?
-Sorpresa. Cuando planteamos la posibilidad de hacer un recurso de reposición como el que hicimos, revisados los fundamentos técnicos de este recurso, no solamente internamente por nuestro equipo jurídico y técnico, sino que también por dos estudios legales especialistas, había unanimidad que era un recurso muy sólido.
¿Es poco usual un término anticipado de grandes proyectos?
-Tengo entendido que es la primera vez que en la Región de Antofagasta hay un término anticipado de este tipo. Muchas veces es por formalidades: nosotros hemos retirado proyectos del sistema porque había un problema formal o en la documentación, pero que se hiciera una evaluación de fondo, en Antofagasta, una región que tiene un siglo de experiencia en proyectos industriales de gran calibre, causó muchísima sorpresa en el directorio.
¿Cómo interpretan la decisión del SEA de Antofagasta? ¿Exceso de celo? ¿Ideología?
-Me encantaría tener la respuesta. Primero, estructuralmente hablando, es bastante poco entendible que los recursos de reposición vayan contra la misma autoridad que te hizo el rechazo. Es decirle al mismo que generó ese acto: ‘vuelve a pensar lo que hiciste’… Y lo más sorprendente aún es que no hay una segunda instancia jerárquica. No hay otro camino al cual recurrir. Hay un problema ahí de fondo de la institucionalidad. Yo no tengo ninguna herramienta para recurrir a un tercero, ya sea al superior jerárquico u otra instancia, para recursar esto. Eso es muy extraño.
Esa es la crítica a la institucionalidad, pero le pregunto por la motivación de la decisión…
-Nuestro recurso de reposición es bastante claro. Técnicamente hablando, no existía ningún motivo para hacer un término anticipado. Lo que correspondía, y así lo habían declarado a los servicios que se pronunciaron, la mayoría, era que había que seguir avanzando en un Icsara (Informe Consolidado de Aclaraciones, Rectificaciones o Ampliaciones, que prepara el SEA), para luego nosotros, a través de la adenda 1 y después la adenda 2, responder, modificar y aclarar los puntos que faltaban por observar. Había argumentos para gatillar la consulta indígena: nosotros mismos declaramos afectación a la población indígena. Había argumentos para quizás profundizar algunas campañas de flora-fauna, en la caracterización de ciertos aspectos de línea base de medio humano, pero son detalles. Revisamos los expedientes de decenas de proyectos que se han aprobado en Antofagasta y en la gran mayoría había incluso más antecedentes por complementar en los respectivos Icsara. Llama profundamente la atención por qué en este caso se decide detener el proceso y sacar el proyecto del sistema.
¿Se le pasó la mano a algún funcionario, como dijo Marcel?
-Esa será una evaluación que tendrá que hacer la autoridad. Nosotros no tenemos visibilidad de lo que pasa al interior de la autoridad tanto a nivel central como regional.
¿Cómo toman la señal de remover al funcionario que firmó el recurso de reposición?
-Eso es plena competencia de la autoridad.
Después de la suspensión, ¿alguna autoridad tomó contacto con ustedes?
-Hasta el momento, solamente fue el mismo SEA nacional que nos solicitó ir a una reunión para conversar un poquito más en profundidad los antecedentes que presentamos el recurso de reposición como las razones del rechazo parcial.
¿Y qué posición le planteó la directora del SEA, Valentina Durán?
-Un poco la misma que levantaron públicamente: que, en el fondo, por la institucionalidad, como está hoy en día escrita, esto es competencia del SEA regional de Antofagasta, que evidentemente hay un mandato global de tratar de impulsar el desarrollo de las inversiones, que a su vez generan empleo, un movimiento más acelerado de la recuperación económica del país y también reconocen, y eso lo ha dicho el ministro Marcel, que tenemos serias deficiencias en la institucionalidad ambiental, en las certezas y unificación de proyectos.
¿Ven una predisposición distinta, por las declaraciones del gobierno?
-Yo creo que el gobierno tiene bastante claro que para poder resolver los grandes problemas sociales que tiene el país en materia de seguridad, de salud, de pensiones, de educación, se requiere contar con recursos. Y esos recursos se generan en la medida que hay inversión (…) Y, por tanto, creo que no hay ninguna diferencia en lo que hemos venido escuchando ya hace bastante tiempo de las distintas autoridades respecto a la importancia de generar las condiciones que permitan ese terreno fértil para hacer inversiones y han identificado el tema de la institucionalidad ambiental como una de las trabas que está yendo en contra eso. Hay un proyecto de ley en curso, pero por ahora estamos jugando con las reglas vigentes. Y las reglas vigentes son complejas, hay poca unificación de criterio, hay una autonomía, creemos nosotros, exacerbada de ciertas regiones. Es lo que tenemos hoy en día, son las reglas con las cuales tenemos que jugar.
¿Y no hacen alguna autocrítica sobre su estudio de impacto ambiental?
-No existe proyecto perfecto. Nosotros estuvimos trabajando dos años y medio con un equipo humano gigantesco, externo e interno, con los mejores especialistas civiles, hidráulicos, ambientales, sociales, con un despliegue territorial tremendo, tenemos una oficina en Taltal de relacionamiento comunitario. ¿Todo eso de qué sirve? Todo eso sirve uno para socializar el proyecto y que la devolución de esas reuniones te permita mejorar el proyecto…
Pero si este es un proyecto inédito en el mundo, ¿no visualizaban precisamente una tramitación ambiental más compleja?
-Por supuesto, por supuesto... No existe una guía de evaluación ambiental de proyectos de pump storage en Chile. Existen guías de proyectos fotovoltaicos, de proyectos eólicos, de proyectos hidráulicos, de proyectos térmicos, pero justamente lo que esperábamos del servicio era que, dadas las características bastante únicas del proyecto, también hubiese una mayor apertura mental: entendiendo que va a traer nuevos desafíos, nuevas formas quizá de evaluar este tipo de proyecto. Un proceso de evaluación ambiental de un proyecto de este tipo, incluyendo la consulta indígena, toma de tres a cuatro años. ¡De tres a cuatro años! En ese proceso hay muchísimo que aprender por parte de la autoridad y los servicios y por parte también del titular del proyecto, para mejorar, aclarar, rectificar, cambiar, lo que sea necesario para que el proyecto pueda llegar a término. Entonces, insisto, lo más complejo de esto es que básicamente no nos dejan entrar a la cancha a jugar. Y si yo no puedo jugar en la cancha, ¿cómo voy a mejorar, cambiar, modificar, rectificar y aclarar lo que sea necesario que haya que aclarar para poder finalmente terminar un proyecto que sea aceptado por toda la comunidad? Es muy difícil.
¿Cómo afecta esto a los plazos? El inicio de la construcción estaba previsto para junio de 2026…
-Esto está suspendido, por tanto, en este momento no hay proyecto. No creemos que hayan cambiado significativamente las condiciones de este entorno, de este terreno fértil para poder reingresarlo y por lo tanto esto en algunos meses más lo volveremos a evaluar. Tenemos todavía que tener muchas conversaciones internas, con las autoridades para ver qué están pensando, cuál es esta visión estratégica, cómo ven esta nueva tecnología y recién ahí volver a sentarnos a revisar plazos, calendarios, etcétera.
¿De qué depende esa revisión?
-De eso: que estemos muy tranquilos y seguros que existe una convergencia entre la visión técnica, la visión política, la visión institucional, de que este tipo de tecnología y este tipo de proyectos van a realmente tener un espacio en este camino de transición energética que está teniendo Chile.
Dice que en algunos meses podrían tomar una decisión. ¿Cuándo?
-Por la magnitud del desafío, yo creo que antes de tres meses es muy difícil que tengamos alguna certeza de qué es lo que va a pasar.
¿En la reunión con la directora del SEA, ella les propuso algún camino alternativo, algún curso de acción?
-Es que no hay. No hay otro camino que no sea reingresarlo, lamentablemente.
¿Y lo reingresarán?
-Lo evaluaremos en estos meses más que tenemos, de poder revisar todos los antecedentes y ver qué camino seguir. Lógicamente, los caminos son dos: o no reingresar nunca más o reingresar, no hay muchas más herramientas que tiene la institucionalidad. Entonces, claro, en ese momento veremos si no se reingresa o vemos si están las condiciones para un reingreso.
Pero ¿cuáles son esas condiciones específicas? La institucionalidad no va a cambiar en tres meses…
-A ver, por el lado técnico, por ejemplo, se podría tener alguna guía de evaluación ambiental respecto de pump storage. No sé cuánto se demorará el servicio en sacarla. Eso al menos te da un marco de evaluación para los evaluadores. Ahí tienes un elemento.
¿Lo sugirieron a la directora del SAE?
-Por supuesto. A mí me tocó trabajar en las guías de evaluación eólica y solares hace 20 años, así que sé lo que significa eso. Y después hay que no solamente sacar la guía de evaluación ambiental, sino que después hay que hacerle presentaciones a los distintos seremis regionales de estas nuevas guías para que las entiendan. Entonces hay toda una pega. Y en la visión política, insisto: ¿el Estado de Chile, como parte de sus compromisos de descarbonización y de carboneutralidad, contempla los sistemas de pump storage, además de los sistemas BEES (Battery Energy Storage System) de almacenamiento de batería?
Ninguna autoridad política les pueda garantizar que el proyecto va a ser aprobado...
-Nadie.
Y tampoco ustedes lo pueden pedir.
-No, por supuesto que no. Tú tienes que pasar por el proceso, pero ¡déjennos pasar por el proceso! Por supuesto que puede hacer todo su proceso y después de tres años va a la Comisión Evaluadora y se rechaza, como pasa muchas veces. Y eso es las reglas del juego, eso es fair deal. Si lo que nosotros, insisto, no entendemos es por qué se nos saca anticipadamente. No estoy pidiendo que me garanticen la RCA (Resolución de Calificación Ambiental), eso nadie lo puede hacer.
Escobar y su reclamo contra Enel: “No hay arrepentimiento al respecto”
En mayo, por fallas de servicio, usted posteó: “No descansaré hasta que se les termine su concesión”. ¿Hizo alguna gestión?
-En absoluto, las gestiones son plena competencia del ministerio y sus cuerpos regulados.
Entonces está descansando...
-Mi punto lo hice muy claro en su momento y no hay nada más que decir al respecto.
¿No se arrepiente de ese posteo?
-Creo que... estaba en una situación tremendamente personal, estresante, en ese momento, y por lo tanto, simplemente manifesté mi sentir, así que no hay arrepentimiento al respecto.
¿Fue reprendido en Colbún?
-No fui reprendido. Simplemente conversamos profundamente sobre cuál es el rol que las empresas deben jugar en sus distintos ámbitos de acción y cuál es el rol que a Colbún le toca jugar en eso.
¿Compró generador para su casa?
-Yo tengo en mi casa paneles solares, tengo termosolares y fotovoltaicos: lo que no tenía era un sistema de batería, así que le agregué el elemento batería al sistema.
¿Enel debe perder la concesión?
-Es una decisión que no me compete. El procedimiento de caducidad de concesión, que el ministro lo ha comentado varias veces, tiene un montón de etapas e informes y eso es algo que está analizando el ministerio, con la comisión. No tengo ninguna de las competencias, ni atribuciones, ni conocimiento suficiente para entender cuándo y bajo qué condiciones una distribuidora lo pueda perder o no, pero me parece supersano que las distribuidoras sepan que está el ministerio encima, evaluando, fiscalizándola, la SEC también, para que hagan bien su trabajo.
¿Están negociando la compra de activos?: “Evaluando, evaluando”
Colbún tiene negocios en Chile y Perú, pero José Ignacio Escobar admite que miran otros países. Y que están evaluando varios activos. Escobar ametralla con argumentos: hay varios grandes grupos de salida en la región, para reenfocarse en sus países de origen; muchos países latinoamericanos están en transición hacia energías renovables, hoy más baratas que las convencionales; y varios fondos están cumpliendo sus ciclos de inversión en el sector. En ese contexto, la posición de Colbún es privilegiada: “Nos pilla una buena posición técnica, tenemos hoy presencia en todas las tecnologías, podemos fácilmente acometer inversiones en eólica, en batería, en solar, en hidráulica. Y nos pilla una muy buena posición financiera. Colbún es una empresa muy sana financieramente”. “Entonces hoy tú tienes oportunidades a nivel de comprar activos de empresas grandes, de asociarte, comprar activos de empresas pequeñas o medianas y tienes la posibilidad de acceder a comprar empresas que estén en el ciclo de salida de los fondos. Entonces, la verdad es que las oportunidades son fantásticas”
¿Están negociando la compra de otros activos?
-Evaluando, evaluando.
¿En Chile y en otros países?
-En Chile y afuera, sí. Solamente que sean mercados que tengan algunas características: que tengan un marco regulatorio razonable, parecido al chileno. Segundo, que tengan un mercado industrial profundo (...) Y tercero, que tengan una fuerte vocación de transición, o sea que estén apostando por tecnologías renovables.
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