El impacto para las pymes del nuevo acuerdo comercial entre Chile y Brasil

bandera-brasil-1023x573

Ofrecerá la posibilidad de generar un mayor desarrollo productivo y comercial, lo que afectará positivamente a la economía local. Sin embargo, es posible que las pequeñas y medianas empresas enfrenten el desafío a la competitividad que significa la privatización de las compañías del gigante sudamericano.


Tras cuatro rondas de negociaciones, las que comenzaron en junio de este año, hace sólo unos días finalizaron las tratativas para lograr un nuevo Acuerdo de Libre Comercio (ALC) entre Brasil y Chile. Mayor desarrollo productivo y del comercio, están entre sus principales beneficios. En 2017, 3.578 pymes chilenas exportaron al mundo, entre ellas, un 10% registró envíos a Brasil. Es decir, 345 empresas.

Por este motivo, el nuevo ALC con Brasil genera expectativas. "El acuerdo negociado, un hito por su amplia cobertura en distintas áreas y nivel de ambición, será un gran apoyo para las pymes nacionales. Latinoamérica, por su cercanía cultural y geográfica, es el destino preferido de las pequeñas y medianas empresas, y Brasil constituye un mercado clave", asegura Rodrigo Yáñez, director general de la Direcon.

Sin embargo, las pymes deberán estar atentas además al desenlace del panorama electoral del gigante sudamericano.

Entre otros capítulos, el nuevo acuerdo contemplará la "Facilitación de Comercio"; "Comercio Electrónico"; "Política de Competencia"; "Entrada Temporal de Personas"; "Buenas Prácticas Regulatorias"; "Cooperación Económico Comercial" y "Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMES)".

Además del capítulo de pymes como tal, el acuerdo incluye otros que irán en su directo beneficio. Por ejemplo, el de Compras Públicas, el cual permitirá que proveedores chilenos de pymes puedan participar en licitaciones en Brasil, con el mismo resguardo y trato que una empresa de ese país.

Con respecto al relacionado al e-commerce podría beneficiar bastante a las pequeñas y medianas empresas. "Contempla normas que establecen el libre flujo de datos y la prohibición de exigir localización de servidores, así como el reconocimiento de las firmas electrónicas emanadas de ambos países conforme a sus leyes nacionales, lo que generará una disminución significativa en los costos de operación para las pymes", asegura Yáñez.

Para hacerse una idea del alcance del acuerdo, según el Servicio de Impuestos Internos (SII) indican que un 84% de las empresas chilenas son parte del segmento de micro, pequeña y mediana empresa. En tanto, cifras oficiales señalan que en Brasil existen alrededor de 15 millones de compañías que son miembros de este sector.

Por otro lado, el intercambio entre Brasil y Chile alcanzó los US$9.476 millones en 2017 (ver gráfico).

Dentro del marco del acuerdo, también se estableció la creación de un Comité Mipyme. Este tendrá a su cargo la promoción y el seguimiento de las actividades acordadas. Por ejemplo, el intercambio de información relevante, implementar programas de trabajo y evaluar periódicamente los avances, entre otras responsabilidades.

Es importante destacar que este comité estará conformado por la División de Empresas de Menor Tamaño del Ministerio de Economía de Chile, mientras que por parte de Brasil, participará el Departamento de Apoyo a la Micro y Pequeña Empresa del Ministerio de Industria, Comercio Exterior y Servicios y por el

Departamento de Inversiones del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Los desafíos

Los expertos señalan que este acuerdo provocará un impacto positivo en el sector. "Se generará un mayor desarrollo productivo y comercial, por lo que aportará al crecimiento de la economía chilena.

Brasil es el motor de la economía de Latinoamérica, porque es el país más grande", explica Pablo Barberis, subdirector del Área Consultoría y docente FENUnegocios de la Universidad de Chile.

Sin embargo, el acuerdo también involucra un desafío para las pymes. "Bolsonaro declaró que desea privatizar todas las empresas estatales y bajar drásticamente la tasa de impuestos a las empresas.

Eso implica que el país -a nivel de productividad- se hace más competitivo de cara a salir del mercado brasileño, porque va a tener mejores ventajas comparativas versus su competencia internacional", manifiesta Barberis.

Es por este motivo que las pymes chilenas tendrán que prepararse. "Brasil siempre ha sido un país competitivo y ahora puede serlo aún más. En ese sentido, las pymes se verían en desventaja.

Por lo tanto, es clave que las empresas chilenas mejoren su productividad. Por ejemplo, automatizando sus procesos, contando con una mayor diferenciación y eficiencia en el flujo operacional y administrativo", dice Barberis.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.