Los disturbios en Chile les pasan la cuenta a los resultados de la aseguradora Mapfre

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Desde el 18 de octubre que Plaza Italia ha sido el epicentro de las manifestaciones.

Los daños asociados al estallido social del país más la destrucción provocada por los tifones en Japón obligará a Mapfre a tener que revisar los objetivos financieros incluidos en su plan estratégico para el trienio que finaliza en 2021.


Mapfre ha reconocido un impacto de entre 130 y 140 millones de euros en su beneficio atribuible para el ejercicio 2019 por los recientes tifones Faxai y Hagibis ocurridos en Japón en los meses de septiembre y octubre y por los daños producidos en los disturbios en Chile.

Así lo ha comunicado la aseguradora en un hecho relevante remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (el regulador hispano), tras realizar unos cálculos estimados con base en las comunicaciones de las entidades aseguradoras cedentes.

Este impacto en su resultado atribuible, principalmente vía negocio de reaseguro, obligará a Mapfre a tener que revisar los objetivos financieros incluidos en su plan estratégico para el trienio que finaliza en 2021.

La revisión está actualmente en curso y las nuevas cifras se concretarán en las juntas de accionistas que se celebrará el próximo mes de marzo. Con todo, la aseguradora explicó que estos eventos "no tienen un impacto significativo" en su posición de solvencia y de fortaleza de capital.

De este modo, el consejo de administración ha decidido mantener la propuesta de distribución del dividendo del ejercicio 2019 en un importe equivalente al repartido el año precedente.

Precisamente fue en la junta celebrada el pasado mes de marzo cuando la aseguradora desveló su intención de elevar al 10% su rentabilidad sobre capital (ROE) desde el 6,4% al que selló el ejercicio pasado, alcanzar los 30.000 millones de euros en ingresos y apostar de forma decidida por el negocio de Vida "en los países con más posibilidades" durante el trienio 2019-2021.

Para mejorar la rentabilidad indicó que buscaría reducir su ratio combinado o parte de los ingresos que consumen la partida de costes (de explotación y por siniestros) desde el 97,6 al 96%. Su intención es mantener además el ratio de solvencia en el 200% (a finales del pasado año lo excedió y alcanzó el 208%) y un 'pay out' en la horquilla del 50-65%.

Entre enero y septiembre el grupo ganó 463 millones de euros, lo que supone una caída del 12,5% interanual

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