Pulso

Sala cuna, tasa de fecundidad y empleo formal

Como país debemos enfrentar sin eufemismos la abrupta caída de la tasa de fecundidad a 1,16 hijos por mujer y la situación del empleo formal femenino. Un situación que, como evidenciamos en Zoom de Género Anual, sufrió el 2024 un aumento de la tasa de desempleo, con brechas respecto de los hombres significativamente mayores cuando hay niñas y niños menores de tres y cinco años en el hogar. Y con un alza en la ocupación informal que llegó al 29,2 %, acentuándose la dificultad de las mujeres para acceder a un empleo formal cuando tienen hijas e hijos en edad preescolar.

Ana María Gazmuri Barker, profesora de Economía del Toulouse School of Economics, ha mostrado como caso de éxito el modelo francés, el cual ha logrado una de las tasas de natalidad más altas de Europa. Un modelo que incidió en el acceso subsidiado a salas cunas y jardines infantiles de buena calidad, con jornadas de 8 am a 6 pm, conversando con el horario laboral de madres y padres.

La reforma que necesitamos de manera urgente para apoyar la natalidad y el empleo formal de las mujeres, especialmente de quienes más lo necesitan, es sala cuna. Insoslayable es extender este derecho laboral consagrado en el artículo 203 del Código del Trabajo a todas las madres y padres trabajadores formales dependientes, independientes y de casa particular, reformando un derecho excluyente que desincentiva el empleo formal de las mujeres al vincular el costo de sala cuna a su contratación; que aumenta la brecha salarial, y que no incluye al padre omitiendo la corresponsabilidad parental, principio indispensable para la igualdad de oportunidades laborales.

En la búsqueda de soluciones, se debe tener como base el marco legal vigente en Chile, sin retroceder en este derecho laboral de las madres existente gracias al deber de las empresas. La alternativa de cambiar la forma de pago directo de sala cuna por un pago indirecto asociado a una cotización por persona trabajadora del 0,2 % a cargo de las empresas -como sostiene el proyecto de ley en trámite- tendrá un impacto efectivo y positivo en el empleo formal. Al desvincular su costo de la contratación y apoyar en el cuidado de las niñas y los niños menores de dos años para acceder a un trabajo remunerado fuera del hogar. No es adecuado meterla en el mismo saco de otras leyes promulgadas en el último tiempo que implican costos o desembolsos nuevos.

Esta cotización no es una carga adicional: es un reemplazo de un sistema de pago de un deber legal existente que desincentiva la contratación y la formalidad por otra que las incentiva.

Así, en el debate legislativo, esperamos del sector empresarial el apoyo a la continuidad de su deber legal y a lo avanzado en la discusión parlamentaria, con tanta perseverancia de organizaciones de la sociedad civil. Del gobierno y la Comisión de Trabajo del Senado pedimos urgencia suma en su debate y mejoras en su contenido.

Es este esfuerzo privado y público necesario para fortalecer un derecho laboral, que generará un impacto positivo en la tasa de fecundidad y en el empleo formal femenino, lo que necesitamos para sacar adelante de forma transversal el proyecto de ley de sala cuna este año, uniéndose los distintos sectores políticos del Congreso por este bien común.

*La autora de la columna es presidenta ejecutiva de ChileMujeres

Más sobre:OpiniónPulso ColumnasSala CunaFecundidad

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Contenido y experiencias todo el año🎁

Promo Día de la MadreDigital + LT Beneficios $3.990/mes por 6 meses SUSCRÍBETE